Si bien, a diferencia de para el resto de La Humanidad, la llegada del año 2000 no supuso para mi nada especial, lo cierto es que, gracias a un disco y a una película, puede decirse que - musical y cinematograficamente - un antes y un después en Mi Vida supuso el periodo temporal que comenzo la noche que siguió a los "Días extraños" durante los cuales - ante la cámara tras la cual estaba «La directora gracias a la cual yo, surfeando junto al que le llamaban Bodhi, llegue hasta el "Punto de quiebra"» - Lenny Nero, sin arrugarse el traje, buceo entre la mierda.
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Y es que fue una noche de Domingo del mes de Mayo de 2000 cuando Mariano Muniesa, valiéndose de su aterciopelada voz, presento en sociedad a "The Wickerman", ese hombre de paja sobre cuyas andanzas Bruce "Garganta de acero" Dickinson canto mientras se oía el trote de los caballos espoleados por los latigazos que, con un bajo Fender Precision con cuerdas RotoSound Flatwound, Steve Harris les daba, y que daba título al single del disco que bien podría decirse que es el himno del "Brave New World" creado en 1932 por el escritor del que compatriotas son los seis integrantes del grupo musical cuyo duodécimo álbum de estudio se inspiro en la novela que narra lo acontecido en "Un mundo feliz", y cuyos tres miembros originales - el bajista mencionado anteriormente, Dave Murray y Adrian Smith - acaecido lo acaecido durante las últimas décadas, sin miedo a ser tildados de arrogantes, bien podrían haber dicho: La obra musical de IRON MAIDEN será recordada "De aquí a La Eternidad", es decir, desde 1975 hasta ese concepto relacionado con el de La Inmortalidad que los latinos llamaban aeternitas, y al que, en el año 2000, se aludirá en el trailer de la película que - tras verla estando hambriento de buen cine tanto como de un plato de Gulash condimentado con pimiento paPRYCA lo estaría el espíritu de Corvín Mátyás - al fin y a la postre, se convertirá en una de las favoritas de ese True Metal Warrior llamado José Luis, y que, en una de las salas del centro comercial sito en la Avenida del Llano, vera junto a ese buen amigo suyo llamado Abel Molinero, y que, al igual que él, años después, bajo el cielo sobre Quiros (Asturias), constatara que "A La Forca ahorcan".
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Tal como todos los amantes del buen cine habrán extraído del vídeo anteriormente enlazado, «La película protagonizada por «El "Gladiador" en el que se había convertido el General de las Legiones Félix que, en el año 180 d. C., bajo el cielo sobre Vindobona (actual Viena), y tras gritar "Roma vincit!", junto a sus subordinados cargo y derroto a las indómitas tribus germanas»» fue la causante de que, cinematograficamente, el 2000 fuera sinónimo para mí de «El año en el que vi la Obra Maestra del Séptimo Arte dirigida por el inglés nacido el 30 de noviembre de 1937 en South Shields que, en 1977, durante la clausura del Festival de Cannes, del Premio a la mejor Ópera Prima se hizo merecedor por su adaptación a la pantalla grande de la novela firmada en 1907 por el alter - ego de Józef Teodor Konrad Korzeniowski, y de cuya banda sonora no oficial bien podría haber formado parte la canción con la que al interminable combate de esgrima que se libro "En algún lugar en el tiempo" letra y música le puso la banda heavy - metalera cuyo frontman habría sido un más que digno rival para el general de brigada Treillard y el teniente Armand d'Hubert si, en 1812, se hubiera cruzado en el camino de ambos mientras, siendo miembros de la Grande Armée, huían de Moscú haciendo frente a las despiadadas cargas de caballería de Los Cosacos procedentes de Ucrania y el Cáucaso que, al mando de su temible líder, el conde Matvei Ivanovich Platoff, combatían enrolados en el ejército del Emperador Alejandro I».
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Quince años después de haber visto «La película que, en mi particular versión de "La lista de Schindler" ocupa la septuagesima cuarta posición, y que me provoco una emoción que no volvió a embargarme hasta aquel día de Octubre de 2001 en el que, tras sentarme por octogésima cuarta vez en mi vida ante una pantalla de cine, firme "El pacto de los lobos"» si, por tener una factura técnica y espectacularidad similares a la de la susodicha, tuviera que equipararla a ella, sin lugar a dudas, la elegida sería la vista por mi amada y por mi el pasado 25 de Abril de 2015, y cuya buena parte de su metraje transcurre bajo el cielo sobre una pequeña parte del territorio del que, desde 1648 hasta 1687, Sultán fue Mehmed IV, aquel hombre al que sus compatriotas apodaron Dördüncü (Cuarto) y Avcı (Cazador), y que, en 1676 - tras autodefinirse como hijo de Mahoma; hermano del sol y de la luna; nieto y virrey de Dios, gobernante de los reinos de Macedonia, Babilonia, Jerusalén, Alto y Bajo Egipto, emperador de emperadores, soberano de soberanos, extraordinario caballero, nunca derrotado; firme guardián de la tumba de Jesucristo, delegado del poder divino, esperanza y confort de los musulmanes, cofundador y gran defensor de los cristianos - exigió que, sin resistencia alguna, se sometiera a la voluntad de él el pueblo cuyo nombre deriva de la palabra túrquica Quzzaq (Nómada, hombre libre), y que - con la carta en la cual, entre otras lindezas, escribieron ¡idiota ante nuestro Dios, nieto de la serpiente y calambre en nuestros penes. Morro de cerdo, culo de yegua, perro de matadero, rostro del anticristianismo, folla a tu propia madre! - le demostraron que su capacidad para ser vulgares y groseros era tan elevada como la fiereza de la que dio el guerrero por cuyas venas circulaba sangre que tenia el mismo ADN que la de Ivan Sirko, y que, el 22 de Abril de 2011, intento acabar con la vida de ese hombre cobarde que, en realidad, es un héroe valiente, y cuyas andanzas cinematográficas tuvieron buena culpa de que, la bendita fecha indicada anteriormente, tras quitarse los YELMO con los que, respectivamente, cubrían sus cabezas, la primera página de su particular novela de caballería empezaron a escribir los miembros de la pareja que, a finales de 2014, testigo fue la historia protagonizada por "Dioses y Hombres", y que filmada fue por Ridley Scott, el reputado director de cine del que, visto lo visto durante la magistral clase de Cine impartida por "El maestro del agua", mucho aprendió Russell Crowe durante el rodaje de la película gracias a la cual, el 25 de Marzo de 2001, se convirtió en dueño y señor del Premio Oscar que atestiguaba que los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas consideraban que brillante había estado él dando vida a ese duro y valiente hombre llamado Máximo Décimo Meridio, y que - además de ser comandante de los ejércitos del norte, general de las legiones Félix y leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio - como padre de un hijo asesinado y marido de una mujer violada y asesinada tenia como mayor propósito alcanzar su venganza en esta vida o en la otra.
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Sin lugar a dudas, la vida y la trayectoria cinematografica de Russell Crowe muy diferente habría sido si la oferta para, con el rostro bañado por El Sol, cabalgar por los verdes prados de El Eliseo hubiera sido aceptada por «El actor neoyorquino nacido el 3 de enero de 1956 en Peekskill, y que - gracias al cambio de residencia que, a principios de la decada de los 70, el matrimonio Gibson decidio realizar para evitar que aquellos de sus once hijos que estaban en edad militar acabaran combatiendo en las selvas vietnamitas en las que Martin Riggs demostro ser un "Arma letal" - su infancia y adolescencia paso en la isla oceánica en la que, teniendo cuatro años de edad, empezo a querer el neozelandes nacido en Wellington el 7 de abril de 1964».
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Como si El Destino Cinematográfico hubiera querido unir aún más a «El hombre que - catorce años después de vivir peligrosamente ante la camara del director que, en 2003, llevo a Russell Crowe "Al otro lado del mundo" - fue un taxista que, mientras a sus clientes les alestaba de la "Conspiración" que estaba tramando la AgenCIA Central de InteligenCIA, recorrio las calles de la ciudad norteamericana en la cual traficaban con droga los "Gangters americanos" liderados por Frank Lucas», y a «El que se metio en la cazadora de cuero y la piel del incorruptible detective del Departamento de Policía de Newark que, al fin y a la postre, detuvo al jefe del crimen organizado de Harlem al que, con la precisión de un reloj suizo, encarno el actor que recientemente dio vida a "El Ecualizador"», el neozelandes por cuyas venas circula sangre galesa, noruega y maorí, llegada la hora de ponerse tras una camara cinematografica similar a aquella ante la cual interpreto a Richie Roberts, ha tenido a bien viajar en el tiempo hasta 1915, año este en el que en la península turca de "Gallípoli" tuvo lugar la mayor operación anfibia jamás realizada hasta entonces, y en la cual, tal como Peter Weir nos mostro en 1981, murieron cientos de miles de australianos que hasta allí llegaron deseosos de, en el campo de batalla, conquistar La Gloria que, en una pista de atletismo, deseaba conquistar el mejor amigo de «El joven que fue quién, hace veinte años, dentro de su pecho albergo el "Bravo corazón" del Highlander cuyo nombre, aún hoy en día, más de setecientos años después de su muerte, es venerado por los descendientes de los escoceses que, hace siglos, cambiaron Las Tierras Altas de Escocia por los duros e inmensos desiertos de Australia».
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Llegada la hora de presentar la película hoy blogueda bien podría decirse que esta última, si hubiera sido rodada hace décadas, bien podría haber sido incluida en la sección cinematográfica dedicada a grandes producciones épicas de las que, entre otras, cabría destacar la que, en 1975, fue dirigida por John Houston, y protagonizada por ese par de hermanos de armas de "El soldado de caballeria" que eran "El hombre que pudo reinar" y Peachy Carnehan, y que hicieron acto de presencia en la portada de la revista cuyo nombre hace referencia al grito de guerra que, mientras hacían repicar las conteras de sus armas blancas contra el suelo haciendo saltar chispas contra las piedras, proferido era por los almogávares que ejecutarón "La venganza catalana", y que, recientemente, publico un extraordinario reportaje sobre la batalla en la que, junto a decenas de miles de compatriotas suyos, combatieron los tres hijos del hombre del que, por ser uno de los llamados "brujos del agua", bien podría ser admirador ese científico, tecnólogo y líder empresarial llamado Larry R. Marshall, y que, por ser adicto a esa pseudociencia (radiestesia) que afirman dominar los zahories, protagonista absoluto fue de la polemica generada por su nombramiento como director de la CSTR (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization / Organización de Investigaciones Científicas e Industriales de la Commonwealth).
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Comprado el billete que nos permite ser pasajeros de "La máquina del tiempo" creada en 1899 por el científico al que, en 2002, interpreto «El australiano de adopción nacido el 5 de octubre de 1967 en Cambridgeshire (Inglaterra), y que, en 1997, estando "Los Angeles al desnudo", junto al Oficial Wendell "Bud" White a los autores de un brutal asesinato detuvo», los alumnos de "El maestro del agua" hicimos parada y fonda en el 9 de enero de 1916, día este en el que finalizo la batalla que, desde el 19 de febrero de 1915, se libro en la peninsula que constituye el litoral septentrional del estrecho de los Dardanelos, y durante cuyo transcurso 252.000 anglosajones, 47.000 franceses y 253.000 turcos murieron mientras, tras las paredes de sus seguros y confortables despachos, jugaban a los soldaditos los altos mandos militares de los ejércitos de Francia, el Imperio Británico, Australia y Nueva Zelanda que, por orden de Winston Churchill, diseñaron la estrategia que tenia como fin conseguir crear una vía a través de la cual el Imperio Ruso pudiera recibir el armamento necesario para enfrentarse con garantias al Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Otomano.
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Dada la sangrienta y belicosa materia prima que Andrew Knight y Andrew Anastasios tuvieron entre manos a la hora de escribir a cuatro manos la lección a impartir por "El maestro del agua" es sorprendente que durante los primeros de los ciento once minutos que dura el cuento cinematografico cuya introducción podría haber sido "Bir Zamanlar Anadolu'da" (Érase una vez en Anatolia) seamos testigos de una escena cargada de humanidad - protagonizada por el actor que, en 2011, encarno al Commissar Naci - que, por ser breve y buena, es dos veces buena, y cuyo analisis hace inevitable que me acuerde yo de aquella lejana noche durante la cual Carlos Pumares, enfrentando a "The Searchers" con "El cazador", expuso la razón por la cual consideraba que, mientras que el realizador que nos permitio estar tras las empalizadas del "Fort Apache" era "Un extraordinario director de cine", "Un juntafotogramas capaz de aburrir a las ovejas" era el neoyorquino descendiente de compatriotas de "El siciliano" que, disparo en la cabeza mediante, le abrio "Las Puertas del Cielo" al mejor amigo de "El italo americano nacido en la ciudad estadounidense de la que "Manhattan Sur" es uno de sus barrios más conocidos".
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Mientras que, siendo filmada por John Ford, Marta Edwards (Dorothy Jordan) con ese simple gesto que fue doblar con sumo cariño la chaqueta de Ethan (John Wayne) demostro que, en lugar de hacerlo con el hermano de este último, le habría gustado casarse con «El duro hombre al que, en 1956, encarno El Duke, y que, al fin y a la postre, se convirtio en uno de los "Centauros del desierto"», la orden que, ante la camara cinematográfica tras la que estaba Russell Crowe, el Major Hasan (Yilmaz Erdogan) da al más pequeño de los subordinados suyos deja constancia de que en el corazón de él aún había lugar para La Piedad que de los suyos demostrarón haber desterrado los oficiales australianos que, en sucesivas oleadas, contra el muro de fuego y plomo edificado por los otomanos con las balas disparadas por sus fusiles lanzaron a aquellos soldados aussies que - tal como, cada 25 de Abril, se recuerda durante los actos conmemorativos del ANZAC Day (Día de Los ANZAC (Australian and New Zealand Army Corps / Ejército conjunto de Australia y Nueva Zelanda) - fueron hasta allí como representantes de seis estados separados (Nueva Gales del Sur, Queensland, Australia Meridional, Tasmania, Victoria y Australia Occidental) y regresaron siendo miembros de una sola nación (Australia).
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Visto lo visto durante los primeros minutos de "Son Umut", lo primero que nos queda claro a los espectadores es que el film que veremos no tiene intención de aumentar la mala impresión que los que viajamos a bordo de "El expreso de medianoche" llegamos a tener de los nacidos en el país en cuya bandera nacional pueden verse la luna menguante y la estrella blanca que, sobre un fondo rojo, finalizada la Batalla de "Gallípoli" el abanderado del ejército vencedor de esta última ondeo ante los ojos del sargento Jemal, el simpático y fiel servidor del Major Hasan que encarnado es por ese popular cómico turco bautizado con el nombre de Cem Yilmaz, y que, quizás por haber nacido en el distrito de Estambul llamado Fatih (Conquistador), en 2004, conquisto el planeta "G.O.R.A." ante la atenta mirada de los que pasaron por taquilla para ver la película que, veintidos años después del estreno de "Dünyayi kurtaran adam", consiguio que a los aficionados a la ciencia - ficción nacidos bajo el cielo sobre Turquia pudieran disfrutar de un cariñoso homenaje a la saga cinematografica por cortesia de la cual, en 1977, hasta una galaxia muy lejana llegaron los que en Diciembre de este año de "El despertar de La Fuerza" testigos serán.
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Dado que - tal como afirma la platonica frase que, en 2009, pronuncio uno de los dos "Hermanos" que protagonizaron la versión estadounidense de la película danesa en la que, un lustro antes, intervino la actriz nacida el 3 de julio de 1965 en Frederikshavn (Dinamarca) que definio a Maximo Decimo Meridio como un hombre bueno que habia engrandecido al Imperio Romano - "Sólo los muertos ven el final de la guerra", finalizada la batalla citada anteriormente comenzará la guerra que contra La Tristeza y El Dolor libraran los familiares de los jóvenes que, tal como nos mostro una de las más producciones más ambiciosas de la cadena Nine Network, en "Gallipoli", llegada la "Hora límite", combatierón con gran valor ante las camaras fotográficas del equipo de periodistas que - a lo largo de serie televisiva en la cual un destacado papel tuvo la actriz que, metida en el traje y la piel de la Agente Olivia Dunham, detiene a los que inFRINGEn La Ley - demostrarán que "La primera victima de La Guerra es La Verdad".
En estos tiempos de pornografía sentimental en los que los medios de comunicación, conscientes de que su audiencia, como la espuma de una cerveza australiana, subirá gracias al morbo, una y otra vez, y por las más diversas razones, violan las fronteras hechas con lágrimas que delimitan los territorios del dolor ajeno es de agradecer el tacto con el que Russell Crowe muestra el dolor que, a consecuencia de lo acontecido a miles de kilometros de Australia, es dueño y señor del corazón de la mujer a la que el granjero interpretado por el actor mencionado anteriormente le hará "La promesa de su vida", la cual, además de, al fin y a la postre, desencadenar los acontecimientos de los que a continuación testigo será el espectador, ha sido la causante de que "Das Versprechen seines Lebens" sea, en la lengua materna de Ralf Rudolf Möller, el título de la película que ha supuesto el debut como director de «El hombre al que, metido en la coraza y la piel del gladiador apodado "El Hispano", en el año 2000, en la arena del Circo Romano, vimos por su vida luchar junto al guerrero germano al que dio vida el fisicoculturista nacido en Recklinghausen (Estado de Renania del Norte - Westfalia) que, entre 1997 y 1998, tras, en 1989, debutar como actor convirtiendose en un "Cyborg", a "Conan, el aventurero" encarno».
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El nauseabundo hedor de "Las flores de La Guerra" olido, en 1937, por John Miller, fue precisamente el causante del fallecimiento de los hijos de la mujer cuyo terrible dolor ante tamaña perdida provoco que, un día después del Día - D, se diera luz verde a la operación de rescate cuyo objetivo era "Salvar al soldado Ryan", y que - por el director que, en 1987, al niño que llegada su madurez interpreto al mencionado buscavidas filmó huyendo de las tropas de "El Imperio del Sol Naciente" - en 1998, sin húngar en la herida, fue retratada con un respeto y exquisitez que - a la hora de mostrarnos el trauma de la madre de Art, Edward y Henry - bien han podido servir de inspiración al hombre que, en 2007, hasta la estación de la que saldría "El tren de las 3:10" conducido fue por el granjero que estaba harto de como lo miraban sus hijos y de que su esposa no lo mirara, y que sobre como cuidar al ganado podría haber dado consejos a "El maestro del agua" australiano interpretado por el que, en 1992, fue El SkinHead que, patadas mediante, y al igual que los miembros de la violenta banda liderada por él - con la cabeza de los vietnamitas residentes en Melbourne que previamente, por dichos violentos racistas, habían sido derribados al suelo - el verbo "Romper Stomper" conjugó ante la atenta mirada del personaje encarnado por la actriz bautizada con el nombre de Jacqueline McKenzie, y que en la película hoy bloggueda dio vida a la mujer que - mientras con sumo cariño limpia las botas infantiles que calzaron los niños a los que ella dio La Vida que, decadas después, convertidos en tres hombres hechos y derechos, a ellos les fue arrebatada en Gallipoli - a su esposo le pide que, tras cruzar él las puertas de la habitación en la que hay tres camas vacias, lo acontecido a lo largo de "Las mil y una noches" se lo cuente a los tres hijos de ambos, y cuya muerte ella es incapaz de asumir.
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A consecuencia de lo que para Joshua Connor será otro duro mazazo, el mencionado zahori - durante "Los próximos tres días", o, mejor dicho, a lo largo de varias semanas, y mientras aún oye el eco generado por la acusación "Puedes encontrar agua pero eres incapaz de encontrar a tus hijos" - las miles de millas nauticas que hay entre las costas de Australia y el puerto de Estambul surcará siendo pasajero de un barco mucho más comodo que aquellos que - el 18 de marzo de 1915, durante la operación militar promovida por «El oficial del Ejército Británico que en aquellos días era el Primer Lord del Almirantazgo, y que, el 13 de mayo de 1940, tras las puertas de la Casa de los Comunes (la cámara baja del Parlamento del Reino Unido), sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor fue lo único que prometio a los habitantes del país del que, entre el 10 de mayo de 1940 y el 27 de julio de 1945, fue Primer Ministro» - destruidos fueron por las minas marinas que los turcos habían colocado a unos cientos de metros de las playas de Gallípoli, y a bordo de los cuales, junto a soldados franceses, británicos y neozelandeses, iban cientos de militares australianes que seguramente asombrados quedarían si el pasado 27 de abril de 2015 hubieran estado en el Puerto de San Fernando (Cádiz) en el preciso instante en el que puesta a flote era la última de las doce lanchas de desembarco incluidas en el programa del programa LLC (LHD Landing Crafts), y que Navantia construyo para la Armada Real Australiana.
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Estando ya En la ciudad turca que los otomanos llamaron İstanbul, y que los griegos llamaban Eis tên Polin, y en la que el 16 de Junio de 1826 - tras, cinco días antes, sublebarse contra el Sultan Mahmut II - fueron masacrados esos soldados de élite que era Los Jenizaros, el personaje encarnado por quién, proximamente, envuelto "En arena y sangre", nos mostrará los sufrimientos padecidos por James Riley en el Desierto del Sahara (Marruecos) se convertirá en huesped del hotel regentado por una mujer llamada Ayshe, y que tiene las bellas facciones de «La actriz que surgió del frío de Berdyansk (Ucrania), y que, durante la cruenta guerra que se libro entre "Águilas y Cuervos", por su crueldad, imPicto al "Centurión" encarnado por el actor del que - seis meses antes de verlo siguiendo lo dictado por "El credo del Asesino", y al igual que del turrón de chocolate - disfrutamos viéndolo metido en los ropajes y la piel de "Macbeth", y que, en 1977, nació en el país bajo cuyo cielo, tres años antes, lo hizo la mujer cuya trayectoria es Frankamente Potente, y que, en 2007, serie televisiva mediante, y cinco años antes de ser la prostituta alemana que enamorada estaba de ese duro y atormentado inmigrantes irlandés llamado Kevin "Corky" Corcoran, y que era uno de los policias, conocidos como "Copper", que, en 1864, a puñetazo limpio, imponían La Ley en el Distrito de Five Points (Nueva York), tuvo tratos con el grupo de violentos policías de cuyo cuello colgaba la placa que formaban parte del Equipo de Asalto de la comisaría del Distrito de Farmington, y uno de cuyos miembros encarnado fue por el actor que, en la pequeña pantalla, interpreta al lider de la banda de narcotraficantes a la que, con lo que él considera una más que "Justificada" violencia, se enfrenta el oficial del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos que su cabeza cubre a un sombrero de vaquero similar al que utilizaban los pistoleros que parada y fonda hacían en "Deadwood", esa ciudad de Dakota del Sur cuyo sheriff interpretado fue por el hombre que, en 2007, siendo el Agente 47, de un grupo de asesinos a sueldo del FSB ruso escapo ante la atenta mirada de la prostituta en cuya piel y ajustado vestido se metio Olga Kurylenko».
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Habiendo cubierto la primera parte de su viaje, Connor - de labios de la mujer que es viuda y madre en la vida, y que encarnada es por quien "Un día perfecto" paso junto al taurino puertorriqueño que, con apoyo del que fue uno de los policías corruptos a los que tanto despreciaba Richie Roberts, se enfrento a un "Sicario" al servicio de narcotraficantes mexicanos - sabrá que en Gallipoli nada encontrará puesto que allí a donde quiere ir solo encontrará a Los Fantasmas de los que - al igual que el hombre que junto a ella protagonizo una historia de amor tan hermosa como ese "Cuento invierno" que el demonio llamado Pearly Soames intento que no tuviera un final feliz - murieron durante los combates en tierra firme que precedidos fueron por el desembarco cuyo fracaso contrasta con el éxito que, el 8 de septiembre de 1925, tuvo aquel por cortesía del cual, con apoyo de una harka de Fuerzas Indígenas y fuerzas de la Mehal'la Indígena, 13.000 soldados españoles, agrupados en (3 banderas del Tercio de la Legión, 9 tabores de Regulares, 2 Batallones de África y 1 Batallón Expedicionario de Infantería de Marina) conquistaron Alhucemas (Protectorado español de Marruecos), y que, diecinueve años después, por el general estadounidense Dwight Eisenhower fue estudiado a la hora de trazar el desarrollo de la operación militar que, por mar, y bajo el cielo sobre Normandia, durante las primeras horas de "El Día más largo", hasta las playas de la mencionada región francesa llevó a las decenas de miles de soldados aliados que, al fin y a la postre, consiguieron que el 6 de Junio de 1944 significará el principio del fin del III Reich.
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Dado que, al fin y a la postre, la advertencia de Ayshe no conseguirá el efecto deseado, Connor pondrá rumbo a la lugar donde murierón sus hijos, y en la cual hay un destacamento de soldados australianos que, con ayuda del Major Hasan y del Sargento Jemal, están recuperando los cadaveres de los militares aliados para a estos últimos darles una sepultura digna, y no arrojarlos a fosas comunes como aquellas en las que, antes de echar sobre ellos cientos de kilos de cal viva, fueron amontonados los de los cientos de hombres muertos en combate en las batallas libradas a lo largo de la Guerra Crimea (1853 - 1856), durante el asedio de Jartum (13 de marzo de 1884 – 26 de enero de 1885) y en la que, bajo el cielo sobre Waterloo (Bélgica), el 18 de Junio de 1815, se libro justo doscientos años antes de que, RafaBasa mediante, los True Metal Warriors nos enteraramos de la próxima publicación que "El libro de Las Almas" que uno de sus capítulos dedica al aristocrata germano bautizado con el nombre Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen, y que como Der rote Baron (El Barón Rojo) era conocido por esos enemigos suyos que, durante La Gran Guerra, al cruzarse con él, sobre los cielos sobre La Vieja Europa, conscientes eran de que "Muerte o Gloria" serían los posibles resultados de la batalla aérea que librarían contra quién piloto un caza biplano Albatros D.II. y un triplano Fokker Dr.I. en cuyo fuselaje "El Rojo y El Negro" eran los colores que destacaban.
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Es precisamente en Gallipoli donde Connor - además de a los altos mandos del ejército contra el que combatieron sus hijos - conocera al Teniente Coronel del ejército australiano cuyo uniforme protege la musculatura de Jai Stephen Courtney, actor este al que - estando yo bajo el cielo sobre Bochum (Alemania), "Con mi casco como almohada", y tras ser testigo de como la sangre de soldados estadounidenses teñían de rojo las negras arenas de las playas bañadas por las aguas de "El Pacifico", y en las que se libraron algunas de las batallas más crueles y encarnizadas de la II Guerra Mundial - vi interpretando al único amigo del protagonista de la versión televisiva sobre las andanzas del famoso personaje histórico cuyo nombre, cuarenta años después de darselo a la película que, a punto estuvo de que, siendo yo un niño, me levantara del sofa gritando "Yo soy Espartaco", dio título a la serie gracias a la cual aprendi como las palabras "Gladiador, Sangre, Arena y Muerte" se decían en la lengua materna de las dos feminas que, armadas con subfusiles HK MP5, el pasado 17 de Noviembre de 2015 formaron parte del dspositivo de seguridad cuyo fin era proteger a los ciudadanos de Hannover (Alemania), y que, por haber nacido hace vientinueve años en Cherrybrook (Australia), seguramente alguna vez tuvo entre sus manos un bumerangs similar al que George "Digger" Harkness, siendo miembro del "Escuadron Suicida", utilizara ante la atenta mirada de esa asesina que tiene las bellas facciones de la nipona Karen Fukuhara, y que, tal como su propio apodo indica, empuña una Kata cuya hoja de acero esta tan afilada como lo estaba la de la espada con la que demostro ser una mujer de armas tomar La Princesa Guerra a la que Lucy Lawless encarno años antes de ser la malvada mujer que, tras los muros del ludus sito en Capua, y del que su marido era director, con un punto de excitación en la mirada vio como Varo era degollado por Spartacus.
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Sin lugar a dudas, uno de los momentos más destacables de la película hoy blogueada es ese en el que al padre de los jovenes con cuya vida acabo una una rafaga de ametralladora tan "Rapida y mortal" como las balas salidas del revolver empuñado por la pistolera que acto de presencia hizo en el pueblo donde la palabra de Dios era transmitida por un pistolero llamado Cort el Teniente Coronel Hughes le hace saber que si no se lleva los restos mortales de sus hijos a la tierra donde estos últimos se criaron, en lugar de ser unos simples cadaveres enterrados en tumbas excavadas en las entrañas de Australia, serán parte de una gran familia, esa que, bajo el cielo sobre Gallipoli, esta formada por los hombres junto a los que combatieron, y a alguno de los cuales, seguramente, salvaron la vida estando junto a ellos en ese campo de batalla en el que – llegada la hora de la verdad – el cariño que une a los que son hermanos de armas es lo que mueve a hacer grandes actos de heroísmo, esos que, según los patriotas de salón, son provocados por Dios, La Patria y El Rey o por esos colores que no corren, y que, al fin y a la postre, son los utilizados para convertir a blancos trozos de tela en banderas como aquella bajo la que combatio «La tatuada Marine que responde al nombre de Kinessa Johnson, y que, actualmente, como miembro de la asociación sin animo de lucro denominada VETPAW (Veterans Empowered To Protect African Wildlife / Veteranos autorizados para proteger la vida salvaje africana), la experiencia de combate adquirida durante los cuatro años que estuvo en Afganistán ha puesto al servicio de la misión cuyo objetivo es evitar que los animales en peligro de extinción que actualmente sobreviven en las llanuras de Tanzania sean aniquilados por cazadores furtivos».
Por si no fuera suficiente prueba de ello el hecho de que no se tamaran prisioneros durante la batalla de Gallipoli, para dejar patente que - tal como afirma el Teniente Coronel Hughes - ninguno de los que combatieron allí merecían cruzar Las Puertas de El Cielo, «El que, en 2005, cuatro años después de haber demostrado tener "Una mente maravillosa", su musculoso cuerpo puso al servicio del boxeador apodado "Cindirella man" y del que bien se podría haber dicho que era "El hombre de los puños de hierro" un tremendo puñetazo en el estomago nos da valiéndose de las escenas que, sin tapujos, nos muestra la brutalidad de los combates librados en Gallipolli, y cuyo visionado es para los espectadores una inyección de realidad muy necesaria en estos tiempos en los que, tras habernos creído que la guerra es un video juego, nuestra capacidad para diferenciar entre la realidad y la ficción se ha desecho como las "Lágrimas en la lluvia" visual formada por realidades ficticias (películas, anuncios publicitarios, telefilms) se deshacen». Y es que, tal como, muy certeramente, Rosa Montero destaco en el artículo Cuando las fotografías nos parecen falsas hemos llegado a un punto en el que fotogramas de una película nos parecen las fotografias que - como la que, el pasado 29 de Junio de 2011, bajo el cielo sobre Kabul, tomo Pedro Ugarte (Agencia AFP) - nos muestran que - hoy en día, ya sea en Irak o en otras peligroSAS zonas de conflicto - el inevitable salvajismo de la violencia que, entre los siglos XIII y XIV, poseyo a los mercenarios aragoneses a los que los arabes llamaban Al - Mugāwir (El que provoca algaradas), y de cuyas gargantas salio el grito «Desperta Ferro! Matem, matem» dueño y señor es de la vida de esos soldados que, al igual que los miembros del comando del Special Air Service neozelandes que aniquilaron a los talibanes que en la capital de Afganistan atentaron contra los huespedes de un lujoso hotel, libran brutales cuerpo a cuerpo que, finalizados, dejan para la posteridad la imagen de hombres con su pelo pegoteado por el sudor, y con unos ojos negros como pozos que delatan que la cordura de los que miran a través de ellos ha sido derrotada por la locura desatada por lo visto y por lo hecho mientras luchaban contra esos enemigos suyos cuya sangre se ha mezclado con la propia.
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A pesar de la importante carga bélica de las enseñanzas de El Zahori, es justo y necesario destacar que Russell Crowe - como si quisiera rebajar la desazon provocada por el visionado de lo acontecido durante una de las batallas más conocidas de aquella Gran Guerra que, como todas Las Guerras, pasadas y futuras, consiguio que muchos lugares de La Tierra fueran lo más parecido a El Infierno, y que, por cortesia de la pertinente "Red de mentiras", tejida por los politicos y los que viven a "La sombra del poder", La Verdad fuera la primera victima del conflicto bélico en cuestión - nos muestra su lado más humano sirviendose de la inocencia infantil del hijo de esa mujer a la que le gusta tener en perfecto estado de revista las habitaciones del hotel del que es gerente su cuñado, pero que, al mismo tiempo, echa de menos el caos que implicaba que, tras los muros de la casa en la que tan feliz fue junto a su marido, se dieran cita los vagos y maleantes que amigos eran del hombre al que perdió cuando este ultimo obligado se vio a soltar su guitarra para empuñar un fusil, y con el cual ella se caso por amor, algo que, tal como Ayshe le hace saber a Connor, sucedió gracias a esa madre suya que, para que su hija no fuera tan desgraciada como ella lo fue, consiguió que la unión marital fuera aprobada por el hombre que a ella le dio La Vida, y que vivia según lo dictado por El Islam, esa religión, por culpa de la cual las viudas de guerra, tras la muerte de sus maridos, dejaban de ser mujeres para convertirse en mujeres cubiertas por velos que solo dejaban a la vista esos ojos suyos que cargados estaban con una enorme tristeza que, tras los muros de los respectivos hogares de las mismas, era descargaba a través de "Un millón de lágrimas".
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Y es que, gracias a los pasajes en los que acto de presencia hace Orhan (Dylan Georgiades), «El hombre que, tal como, recientemente, pude leer en un foro Gay - por ser mofletudo, tener ojos caídos, barba frecuente, cuerpo voluminoso y aspecto de bruto - bien podría ser definido como "El oso perfecto"», demuestra que, a pesar de que, a simple vista, nos parezca un tipo habido de acción e incapaz de emocionarse, tiene una gran sensibilidad, circunstancia esta última que, en su Opera Prima, queda de manifiesto gracias al exquisito gusto y respeto con el que retrata a los musulmanes que se dan cita bajo la cupula de La Mezquita Azul, esa impresionante construcción arquitectonica que da Fe de como en 1914 el Imperio Otomano era toda una potencia en comparación con la isla océanica que en aquellos días era un inmenso desierto y en la cual un buen porcentaje de la lluvia que, hace miles de años, provoco las inundaciones por culpa de las cuales murieron muchos de los animales que no tuvieron la suerte de entrar en El Arca construida por "Noe" sería muy bien recibida por los hombres y mujeres que viven en ella, y que, con su duro trabajo, han conseguido que Australia, con un PIB per cápita de U$ 1,697.220, desde la decimo tercera posición que ocupa en la Lista de las naciones que, en 2016, esta previsto que sean las mayores potencias económicas del mundo, mira por encima del hombro a ese inmenso país soberano transcontinental que se extiende por toda la península de Anatolia y que ocupa parte de la zona de los Balcanes, y que, a pesar de estar cuatro puestos por debajo de Australia, en cuanto a riqueza, puede presumir de que - gracias al extraordinario entrenamiento militar al que sometidos son los hombres que, por ser miembros de las Brigadas de Comando "Kayseri", "Bolu", "Siirt Commando Brigade", "Tunceli" y "Hakkari", sus cabezas cubren con Boinas Granates - el segundo ejército más poderoso de la OTAN es el que tiene como principal misión velar por el carácter secular de la constitución dictada por el que fue el primer presidente de la República de Turquía, y que por si notable contribución al progreso de dicho país vio como, por respeto y agradecimiento, a su nombre, Mustafa Kemal, se le añadio el apellido Atatürk (Padre).
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El hombre que se gano el título de Paşa (Comandante) gracias a la brillantez que como estratega militar demostro estando al frente de la 19.ª División del Ejército Otomano durante el transcurso de las batallas que, en Galípoli, se libraron entre marzo y agosto de 1915, acto de presencia hace en ese tramo de la película que - salvando los miles de kilometros que hay entre los desiertos de la península arábiga y la enorme franja de terreno por cuya posesión, en 1915, se enfrentarón los griegos y los turcos - provocará que los grandes aficionados a El Séptimo Arte se acuerden de una de las escenas más espectaculares de la superproducción que, gracias, entre otras cosas, a la brillante dirección de David Lean, por el American Film Institute es considerada la séptima de las cien mejores películas de La Historia del Cine.
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Y es que, aunque sería una notable exageración comparar a Russel Crowe con el inglés nacido en Croydon gracias al cual, en 1957, cruzamos "El puente sobre el río Kwai", lo cierto es que el que se metio en las calzas y la piel de "Robin Hood" dio en la diana mientras rodaba esa escena en la que hay un movimiento de tropas similar al que hay en la adaptación cinematografica de las hazañas bélicas de ese oficial del Ejército Británico llamado Thomas Edward Lawrence, y que más conocido como "Lawrence de Arabia" fue gracias a la maestria con la que dirigio a los bereberes durante esa guerra por culpa de la cual - mientras su cuerpo marcado fue por heridas que curadas fueron por compañeros de bisturi del "Doctor Zhivago" - su alma destrozada fue la interminable noche durante la cual, siendo prisionero de soldados otomanos, profanada fue a integridad de la ciudadela del que encofro "Los Siete Pilares de La Sabiduria".
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Por si fuera poco la potencia de las imagenes de su Opera Prima y la interesante y conmovedora historia que narrra esta última, el que proximamente será uno de "Los chicos buenos" ha tenido el buen gusto de, a la hora de poner letra y música a su bautismo de fuego cinematografico, encargar a David Hirschfelder que le compusiera la pertinente Banda Sonora, la cual, oído lo oído, puede calificarse de extraordinaria dado que - además de aumentar la carga poetica de esas oniricas y preciosas escenas que mientras nos muestran a Los Derviches bailando, nos trasladan hasta la sala donde aquellos cuyo nombre proviene de la palabra persa Darvīsh (mendicante ascético) bailan girando sobre sus pies para alcanzar el éxtasis religioso - nos deleita con "Love was my alibi", canción esta cuya letra fue escrita por el que fue vocalista y guitarrista de la banda de rock 30 Odd Foot Of Grunts, y que es interpretada por Kris Fogelmark.
Resumiendo, visto lo visto en lo que ha sido el debut tras las camaras de «El fornido hombre que, tal como el 20 de Abril de 2015 afirmo, cree que es posible rechazar la guerra, pero admirar al guerrero», no cabe duda de que nos hayamos ante una película muy notable que, a pesar de que, en estos tiempos de superhéroes, no ha tenido la aceptación que se merece, es muy recomendable para todos aquellos que disfrutan con historias protagonizadas por personas de carne hueso cuyos pequeños universos, por culpa de algo más grande que todos ellos, es sacudido brutalmente por acontecimientos históricos tan trágicos como aquella gran guerra cuyo final, al igual que el de todas, solo vieron los muertos.
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