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lunes, 11 de febrero de 2013
Feuertaufe
Si bien las experiencias personales vividas desde el 25 de Octubre fueron motivo más que suficiente para que “Die zwei spanischen Abenteurer” gritaran a los cuatro vientos que poner tierra de por medio y acabar bajo el cielo sobre Bochum había sido una de las mejores decisiones de sus vidas, las buenas nuevas de índole laboral que les llegaron en Enero y Febrero reforzaron aún más dicho pensamiento.
Fue el 11 – E cuando, por cortesía de uno de los caballos de hierro de la compañía Deutsche Bahn, "Los inquilinos del número 98 de la calle Nordring" devoraron los kilómetros que los separaban de Dortmund, ciudad está en la que “La leyenda de la RUB” – gracias a una impecable hoja de servicios en la que se dan cita las extraordinarias calificaciones que obtuvo como alumna de la Universidad de Oviedo y la Ruhr - Universität Bochum – se gano con creces ser considerada una seria candidata a hacerse cargo de uno de los cursos de español ofertados por la Volkshochschule de Dortmund.
Por si fuera poca la alegría que embargo nuestros corazones a raíz de dicha entrevista de trabajo, dieciocho días después la felicidad volviö a entrar en nuestro hogar invitada por el correo electrónico en el que se me hacía saber que – debido a que en mi Lebenslauf (Curriculum Vitae) constaba que había realizado un curso denominado “Diseño de piezas mecánicas con Autodesk Inventor” – el 5 - F tendría una entrevista con dos miembros del equipo humano de RUBOTHERM, una empresa nacida en 1990 como filial de la RUB (Ruhr - Universität Bochum) y que se dedica al desarrollo de instrumentos utilizados para mediciones analíticas.
Mientras que el 9 de abril de 1241, Die Deutschritterorden (Los Caballeros de la Orden Teutónica) encomendaron sus almas a Dios e hincando las rodillas en tierra y alzando sus miradas a El Cielo, le rogaron que guiara sus manos para que el acero de sus espadas atravesara el corazón de los salvajes y paganos mongoles comandados por Batu Kan, nieto de Gengis Kan, a los, en la llanura al sur de Liegnitz conocida con el nombre de Wahlstatt ('El lugar escogido'), se iban a enfrentar para evitar que penetraran en la civilizada y cristiana Europa; este Heavy – Metal Warrior, durante los días que precedieron a El Día – D, se preparo a conciencia siguiendo las indicaciones dadas en “Arbeitsmappe Vorstellungsgespräch” (Guía para entrevistas de trabajo).
Dicho texto, publicado por la editorial DUDEN y escrito a dos manos por Hans-Georg Willmann y Angelika Rodatus, llego a mi vida por cortesía de la Reina Maga con la que comparto mi vida y que, sin lugar a dudas, tuvo un gran acierto al ponerlo a mis pies la mañana del día de Reyes. Y es que, a lo largo de las 124 páginas de las consta el libro todos aquellos que se deban enfrentar a una entrevista de trabajo – gracias a capítulos como In zehn Schritten sicher zum Erfolg (Diez pasos hacía el éxito) y 50 häufigsten Fragen des Arbeitgebers (50 posibles preguntas del empresario) – encontraran las claves necesarias para alcanzar el triunfo en tan decisivo lance.
Aunque para esta versión cutre de Sigfrido fue de gran ayuda la lectura de la mencionada obra, lo cierto es que faltaría a la verdad si no reconociera que fue fundamental para mí el hecho de que “La elegida por Los Dioses de La Guerra” que desato la tormenta que consiguió sellar las grietas de vida se metiera en el vestido y la piel de Krimilda para darme ánimos ante mi crucial enfrentamiento con El Dragón (La temida entrevista de trabajo) tuvo buena culpa de que mi moral de combate alcanzara muy elevadas cotas. Y es que el que esto escribe siempre le estará muy agradecido por las horas de su tiempo que dedico a corregir mi pronunciación y a hacer un simulacro de entrevista tanto en inglés como en alemán.
Transcurridos varios días desde la entrevista que tuvo lugar en nº 4 de la calle dedicada a Konrad Zuse – el ingeniero alemán que en 1941 creó la Z3, la primera computadora controlada por programas – aun no sé si dará los frutos de deseados la presentación que hice de mi persona, tanto en la lengua de Alfred Krupp como en la de James Watt.
Eso sí, lo que si sé es que Das Feuertaufe (El bautismo de fuego) me dejo claro que lograre infinidad de éxitos en el campo de batalla mientras tenga como aliada a la mujer de la que bien se podría decir que es el motor que provoca que funcione perfectamente el mecanismo de giro de la torreta de mi tanque Leopard 2.
Sheila, una vez más, gracias por provocar con tus ánimos que el que pensaba que estaba condenado a servir eternamente en “el batallón de los torpes” se acabe creyendo que si se lo propone puede conseguir ser “El número 1”.
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¡Muchas suerte, Jose!
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