Si la memoria no me falla, durante el transcurso de una de las clases de Historia Universal de las que fui receptor siendo yo uno de los alumnos del Colegio Público Santa Olaya, el grito de guerra “¡Ein Volk, Ein Reich, Ein Führer!” significo mi primer contacto – auditivo con el idioma utilizado por “los malos” de las películas de guerra de las que tanto disfrute en mis años mozos.
Quién me iba a decir a mí que años después descubriría que la rica gramática de la lengua a la que recurría Carlos I de España y V de Alemania para dar órdenes a sus soldados también permite que, en mitad de la más terrible de las tormentas, los amantes que navegan juntos se den apoyo mutuamente con expresiones tan bellas como Halt dich an mir fest, wenn dein Leben dich zerreißt (Abrázame fuerte cuando tu vida te desgarre).
Dado que el curso “Aprenda Alemán escuchando a RAMMSTEIN, IN EXTREMO y E NOMINE” no era precisamente el método más indicado para dominar la lengua de Udo Dirkschneider, a finales de 2009, por cortesía de otro colegio – concretamente el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales del Principado de Asturias – tuve oportunidad de acceder a uno de los cursos de alemán ofertados por la Academia mundiidiomas, allí donde durante nueve meses, haciendo gala del coraje y sacrificio de los montañeros que jugándose la vida se lanzan a la conquista de la cima del K 1, puse todo mi empeño en conseguir alcanzar el Nivel A 1.
Aunque en honor a la verdad dicha experiencia fue de lo más satisfactoria y enriquecedora lo cierto es que estoy seguro de que no habría seguido estudiando la lengua de Goethe si en mi camino no se hubiera cruzado «La Filóloga Hispánica que surgió del frío de Bochum».
Y es que dado que Sun Tzu en su obra “El Arte de la Guerra” afirmaba - Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo y ni en cien batallas nunca serás derrotado – este admirador de BARON ROJO, en Enero de 2012, haciendo buen uso de su “Arma secreta”, envió a cien regimientos y un batallón hasta las aulas del Centro Alemán.
Fue así como, durante dos intensivos meses, obtuve el Nivel A 2 gracias en buena medida a las agradables veladas que pase tratando de entender la compleja gramática alemana bajo la atenta mirada de “La gata sobre el escritorio de madera”.
Llegados a este punto, como ya sabrán todos mis lectores, en Octubre de 2012 me llego la hora de demostrar si había aprovechado adecuadamente las horas que dedique al estudio de ese enrevesado idioma que, todo hay que decirlo, mi admirada compañera de viaje domina perfectamente.
Dado que aprender un nuevo idioma requiere mucha constancia a día de hoy el que esto escribe aún está librando una dura batalla contra ese temido y duro enemigo que es “El Alemán”.
Mientras que los miembros del SEK M (Spezialisierten Einsatzkräfte Marine), a la hora de llevar a cabo sus misiones de alto riesgo, recurren al ruido y la furia que vomitan los cañones de los fusiles de asalto Heckler & Koch HK416 y Heckler & Koch MR308, mi arsenal esta compuesto por libros de texto, un buen diccionario y, sobre todo y ante todo, mucha paciencia.
“DER KLEINE DUDEN: Deutsche Grammatik”, este libro que, dado su tamaño y la sabiduría en él contenida, yo bautice como “La Biblia”, es a mi juicio una extraordinaria herramienta para entender la gramática germana. A parte de dicho texto son muy recomendables los de la Editorial Hueber, concretamente “Gramatica esencial del alemán” (Monika Reimann), “Lehr- und Übungsbuch der deutschen Grammatik” y “Gramática de la lengua alemana” (Andreu Castell).
Sería imperdonable por mi parte no dedicar unas cariñosas palabras a Groβwörterbuch Spanisch – Deutsch un diccionario que, aparte de demostrar que no siempre es cierto el refrán “El saber no ocupa lugar”, esta siendo para mi de una gran ayuda puesto que sus más de mil páginas contienen todas y cada una de las palabras y expresiones necesarias para conseguir que al hablar con kioskeros, taquilleros de tren o empleados de correos no se apodere de ellos un profundo sentimiento de vergüenza ajena.
Si la compresión lectora es importante más aún lo es la compresión oral, circunstancia esta por la cual el canal N24 cada mañana tiene como fiel espectador al que no hace tantos meses al comenzar los noticieros españoles ponía tierra de por medio para no cortarse las venas ante el negro panorama que anunciaban.
Siguiendo con “la caja tonta” o, como dirían por estos lares, Der Glotzkasten, el panfleto que anuncia la programación von Samstag bis Freitag (desde el Sábado hasta el Viernes), más de una vez ha sido utilizado por mi para jugar a “Descubra como se titula en español la película del prime - time”.
Como no podía ser menos en el blog de hoy también es justo y necesario agradecer a Das Krieger Mädchen todas las horas que dedica a ayudarme a mejorar mis conocimientos de la lengua de Thomas Mann, si impagables son las clases particulares que me imparte armada de paciencia no lo son menos “los regalos educativos” con los que dibujo una sonrisa en mi rostro el pasado 6 de Enero.
Y es que, sabedora de mi admiración por las hazañas bélicas de Napoleón y Die Jungefrau von Orleans, tuvo a bien obsequiarme con un juego de cartas que sin lugar a dudas, durante inolvidables veladas amenizadas con los sonidos arrancados a Die Blachtrommel (El tambor de hojalata), me brindaran la ocasión de sorprenderla con mis bastos conocimientos sobre “batallitas” y acontecimientos históricos que, por desgracia para ambos, nunca nos darán de comer.
Dado que es inevitable que a todos los que tratan de aprender la lengua del cancerbero Oliver Kahn les metan goles por la escuadra esas palabras que suenan igual pero que tienen significados muy distintos son para mi de gran ayuda las cartas del POCKET QUIZ en las que por ejemplo queda patente la diferencia entre Kahn y Khan, y es que, mientras que la primera puede decirse que fue sinónimo de libertad para “El último mohicano” la segunda esta estrechamente relacionada con la muerte y destrucción que dejaron a su paso los fieros guerreros mongoles liderados por Temüdyin.
A pesar de que hay una leyenda que afirma “La vida es demasiado corta para aprender alemán” lo cierto es que este extraño en tierra extraña esta en condiciones de afirmar que – tal como demostró la mujer con la que comparto mi vida y a la que tanto admiro – con esfuerzo y constancia se puede dominar dicho idioma e incluso disfrutar de grandiosos momentos de gloria como son por ejemplo conseguir sacar unas entradas para el teatro o que nos envuelvan un libro para regalo.
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