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sábado, 26 de enero de 2013

Aprender alemán y no desfallecer en el intento


Si la memoria no me falla, durante el transcurso de una de las clases de Historia Universal de las que fui receptor siendo yo uno de los alumnos del Colegio Público Santa Olaya, el grito de guerra “¡Ein Volk, Ein Reich, Ein Führer!” significo mi primer contacto – auditivo con el idioma utilizado por “los malos” de las películas de guerra de las que tanto disfrute en mis años mozos.


Quién me iba a decir a mí que años después descubriría que la rica gramática de la lengua a la que recurría Carlos I de España y V de Alemania para dar órdenes a sus soldados también permite que, en mitad de la más terrible de las tormentas, los amantes que navegan juntos se den apoyo mutuamente con expresiones tan bellas como Halt dich an mir fest, wenn dein Leben dich zerreißt (Abrázame fuerte cuando tu vida te desgarre).



Dado que el curso “Aprenda Alemán escuchando a RAMMSTEIN, IN EXTREMO y E NOMINE” no era precisamente el método más indicado para dominar la lengua de Udo Dirkschneider, a finales de 2009, por cortesía de otro colegio – concretamente el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales del Principado de Asturias – tuve oportunidad de acceder a uno de los cursos de alemán ofertados por la Academia mundiidiomas, allí donde durante nueve meses, haciendo gala del coraje y sacrificio de los montañeros que jugándose la vida se lanzan a la conquista de la cima del K 1, puse todo mi empeño en conseguir alcanzar el Nivel A 1.


Aunque en honor a la verdad dicha experiencia fue de lo más satisfactoria y enriquecedora lo cierto es que estoy seguro de que no habría seguido estudiando la lengua de Goethe si en mi camino no se hubiera cruzado «La Filóloga Hispánica que surgió del frío de Bochum».

Y es que dado que Sun Tzu en su obra “El Arte de la Guerra” afirmaba - Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo y ni en cien batallas nunca serás derrotado – este admirador de BARON ROJO, en Enero de 2012, haciendo buen uso de su “Arma secreta”, envió a cien regimientos y un batallón hasta las aulas del Centro Alemán.


Fue así como, durante dos intensivos meses, obtuve el Nivel A 2 gracias en buena medida a las agradables veladas que pase tratando de entender la compleja gramática alemana bajo la atenta mirada de “La gata sobre el escritorio de madera”.


Llegados a este punto, como ya sabrán todos mis lectores, en Octubre de 2012 me llego la hora de demostrar si había aprovechado adecuadamente las horas que dedique al estudio de ese enrevesado idioma que, todo hay que decirlo, mi admirada compañera de viaje domina perfectamente.

Dado que aprender un nuevo idioma requiere mucha constancia a día de hoy el que esto escribe aún está librando una dura batalla contra ese temido y duro enemigo que es “El Alemán”.

Mientras que los miembros del SEK M (Spezialisierten Einsatzkräfte Marine), a la hora de llevar a cabo sus misiones de alto riesgo, recurren al ruido y la furia que vomitan los cañones de los fusiles de asalto Heckler & Koch HK416 y Heckler & Koch MR308, mi arsenal esta compuesto por libros de texto, un buen diccionario y, sobre todo y ante todo, mucha paciencia.


“DER KLEINE DUDEN: Deutsche Grammatik”, este libro que, dado su tamaño y la sabiduría en él contenida, yo bautice como “La Biblia”, es a mi juicio una extraordinaria herramienta para entender la gramática germana. A parte de dicho texto son muy recomendables los de la Editorial Hueber, concretamente “Gramatica esencial del alemán” (Monika Reimann), “Lehr- und Übungsbuch der deutschen Grammatik” y “Gramática de la lengua alemana” (Andreu Castell).

Sería imperdonable por mi parte no dedicar unas cariñosas palabras a Groβwörterbuch Spanisch – Deutsch un diccionario que, aparte de demostrar que no siempre es cierto el refrán “El saber no ocupa lugar”, esta siendo para mi de una gran ayuda puesto que sus más de mil páginas contienen todas y cada una de las palabras y expresiones necesarias para conseguir que al hablar con kioskeros, taquilleros de tren o empleados de correos no se apodere de ellos un profundo sentimiento de vergüenza ajena.


Si la compresión lectora es importante más aún lo es la compresión oral, circunstancia esta por la cual el canal N24 cada mañana tiene como fiel espectador al que no hace tantos meses al comenzar los noticieros españoles ponía tierra de por medio para no cortarse las venas ante el negro panorama que anunciaban.


Siguiendo con “la caja tonta” o, como dirían por estos lares, Der Glotzkasten, el panfleto que anuncia la programación von Samstag bis Freitag (desde el Sábado hasta el Viernes), más de una vez ha sido utilizado por mi para jugar a “Descubra como se titula en español la película del prime - time”.


Como no podía ser menos en el blog de hoy también es justo y necesario agradecer a Das Krieger Mädchen todas las horas que dedica a ayudarme a mejorar mis conocimientos de la lengua de Thomas Mann, si impagables son las clases particulares que me imparte armada de paciencia no lo son menos “los regalos educativos” con los que dibujo una sonrisa en mi rostro el pasado 6 de Enero.

Y es que, sabedora de mi admiración por las hazañas bélicas de Napoleón y Die Jungefrau von Orleans, tuvo a bien obsequiarme con un juego de cartas que sin lugar a dudas, durante inolvidables veladas amenizadas con los sonidos arrancados a Die Blachtrommel (El tambor de hojalata), me brindaran la ocasión de sorprenderla con mis bastos conocimientos sobre “batallitas” y acontecimientos históricos que, por desgracia para ambos, nunca nos darán de comer.


Dado que es inevitable que a todos los que tratan de aprender la lengua del cancerbero Oliver Kahn les metan goles por la escuadra esas palabras que suenan igual pero que tienen significados muy distintos son para mi de gran ayuda las cartas del POCKET QUIZ en las que por ejemplo queda patente la diferencia entre Kahn y Khan, y es que, mientras que la primera puede decirse que fue sinónimo de libertad para “El último mohicano” la segunda esta estrechamente relacionada con la muerte y destrucción que dejaron a su paso los fieros guerreros mongoles liderados por Temüdyin.


A pesar de que hay una leyenda que afirma “La vida es demasiado corta para aprender alemán” lo cierto es que este extraño en tierra extraña esta en condiciones de afirmar que – tal como demostró la mujer con la que comparto mi vida y a la que tanto admiro – con esfuerzo y constancia se puede dominar dicho idioma e incluso disfrutar de grandiosos momentos de gloria como son por ejemplo conseguir sacar unas entradas para el teatro o que nos envuelvan un libro para regalo.

sábado, 12 de enero de 2013

El crimen triunfara cuando Laura no este, cuando Laura se vaya


Aunque han sido muchas las series televisivas que me han marcado hasta la fecha, si tuviera que elegir una de ellas, sin lugar a dudas, la agraciada sería “Águila Roja”.


Y es que el hecho de que “La Filóloga Hispánica que surgió del frío de Bochum”, al igual que un servidor, formase parte de los millones de personas que disfrutaban viendo como el alter – ego de Gonzalo de Montalvo (David Janer) defendía a los habitantes de La Villa y Corte fue la causante de que Los Tercios de Flandes a las ordenes de “El Capitán Alatriste” que hay en mí reuniesen el valor necesario para invitar a la mencionada dama a ver la adaptación cinematográfica de la serie creada por Daniel Écija, Pilar Nadal, Ernesto Pozuelo y Juan Carlos Cueto.


Como bien saben todos aquellos que, al grito José Luis “Cuéntame como paso”, toman aire y se entregan apasionadamente a la lectura de este blog, meses después, el “Renegado” que esto escribe, gracias a tamaña osadía y al pundonor y tesón del que hizo gala, tuvo la inmensa suerte de que la mencionada dama accediese a que devorase junto a ella los kilómetros de la “Autopista hacía el cielo” que en Octubre de 2012 nos llevo hasta la ciudad en la que actualmente tengo el enorme privilegio de velar sueños, sueños estos que, durante las últimas semanas, gracias a su buen gusto televisivo, fueron precedidos por el visionado de “Los misterios de Laura”.


A pesar de que siempre disfruto viendo como el Equipo de Asalto dirigido por “Vic” Mackey (Michael Chiklis) – a sabiendas de que sus placas de policía eran “El Escudo” que evitaría que les tocase el largo brazo de la ley – recurría a palizas, chantajes e incluso asesinatos para acabar con las bandas que campaban por el Distrito de Farmington (Los Ángeles), lo cierto es que el modus operandi del que hace gala Laura Lebrel del Bosque – diametralmente opuesto al de los maderos citados anteriormente – capto toda la atención del que, casi treinta años después, aún se emociona cuando oye la sintonía que compuso Jan Hammer para la cabecera de la inolvidable serie cuyo leit – motive eran las peligrosas misiones durante las cuales los guapos y elegantes James "Sonny" Crockett (Don Johnson) y Ricardo "Rico" Tubbs (Philip Michael Thomas), sin arrugarse los pantalones de lino blanco, se enfrentaban a los peligrosos narcotraficantes que pretendían conseguir que imperase la “Corrupción en Miami”.




Dado que la protagonista es una inspectora del Cuerpo Nacional de Policía, en un principio podría decirse que nos hallamos ante “otra serie española sobre policías”, no obstante nada más ver los primeros minutos del primer capítulo de la primera de su dos temporadas queda claro que “la creación” de Javier Holgado y Carlos Vila nada tiene que ver con “Brigada central”, “Policías, en el corazón de la calle” o “El comisario”.


María Pujalte – la extraordinaria actriz gallega que hace años trabajo en la redacción del periódico Crónica Universal – da vida de forma magistral a una investigadora cuyos despistes nos recuerdan al inolvidable “Colombo”, y que – dada la brillantez con la que resuelve los misteriosos crímenes que le son asignados – bien merecido tendría que los “Periodistas” de la sección de sucesos la describiesen como una digna sucesora de Sherlock Holmes y Hercules Poirot.


Y es que, tal como bien apunto “La admiradora de la obra del autor de «El perro del hortelano», tanto el detective que investigo el misterio que rodeaba a «El perro de los Baskerville» como el que descubrió al autor del «Asesinato en el Orient Express» seguramente han servido de inspiración a los guionistas para crear a la Inspectora Lebrel del Bosque, y es que, al igual que ellos, la mencionada dama resuelve sus casos gracias a su inteligencia, su perspicacia y a eso que metafóricamente se denomina “olfato policial”, y que el ex – policía Raúl Marcelo Cheves definió como: experiencia sensorial unida y difícil de separar del ejercicio profesional, que demuestra percepción, prudencia y sabiduría para reconocer y resolver situaciones más allá de las evaluaciones que el ejercicio intelectual indica.


Si el inquilino del número 221 de Baker Street, a la hora de enfrentarse al crimen, tenía como aliado a su querido Dr. Watson, Laura tiene la fortuna de tener a su lado a su querido Martin Maresca (Oriol Tarrasón), un tipo mujeriego que además de ayudarla a cazar asesinos le brinda todo su apoyo cuando ella ve como a los quebraderos de cabeza que implica resolver “sus misterios” se suman los generados por su tensa relación con Jacobo Salgado (Fernando Guillén Cuervo), inspector jefe de la comisaría y ex esposo de la mencionada servidora de la ley.


Cabe destacar que, en todos y cada uno de los capítulos de la serie, los magistrales guiones, a través del personaje protagonista, muestran lo complicada que puede ser la vida de “las superwoman”, esas mujeres que, cada día, tras batirse el cobre en el competitivo mercado laboral por un puñado de euros, al llegar a casa se ven obligadas a ponerse el mandil para ejercer “gratis total” el trabajo más duro y desagradecido que hay, el de ama de casa.

Una buena muestra de los problemas a los que Laura se debe enfrentar tras imponer la ley en las calles son “Los gemelo” (Juan y Raúl del Pozo) dos traviesas criaturas fruto de su matrimonio con Jacobo y que, gracias a sus trastadas y pésimo comportamiento, bien se podría afirmar que más de una vez consiguen que la buena mujer desee que en lugar de ser sus hijos ser dos peligrosos ex militares albano – kosovares para así poder enchironarlos para siempre.


En resumen, todos aquellos que disfruten leyendo las novelas de detectives escritas por Sir Arthur Conan Doyle y Agatha Christie o simplemente quieran entretenerse con un producto televisivo de primera calidad que homenajea a series del pasado, tienen una cita obligada con "Los misterios de Laura".

domingo, 6 de enero de 2013

Der Triumph des Willens, die Niederlage der Menschlichkeit


Sin lugar a dudas, para todo aquel que pasee por las calles de Bochum – o de cualquier otra ciudad de Alemania – es imposible no estremecerse a tomar conciencia de que sus botas le están llevando por lo que no hace tantos años fue lo que Arturo Pérez – Reverte y otros miembros de La Tribu definirían como Territorio Comanche: “El lugar donde el instinto dice que pares el coche y des media vuelta; donde siempre parece a punto de anochecer y caminas pegado a las paredes, hacia los tiros que suenan a lo lejos, mientras escuchas el ruido de tus pasos sobre los cristales rotos. El suelo de las guerras está siempre cubierto de cristales rotos. Territorio comanche es allí donde los oyes crujir bajo tus botas, y aunque no ves a nadie sabes que te están mirando."


Y es que al pasar por delante del Rathaus y la factoría de Bochumer Verein Verkehrstechnik GmbH un escalofrió recorre mi espalda al pensar que desde el cielo sobre mi cabeza, durante la Segunda Guerra Mundial, cayeron sobre dichas edificaciones miles de bombas que, aparte de reducirlas a cenizas y segar cientos de vidas, provocaron que, aún hoy en día, el recuerdo del ruido, la furia y el calor liberado por El Fuego del Infierno vomitado por la aviación aliada haga que, empapados en sudor, se despierten a medianoche los viejecitos a los que amablemente les abro las puertas y que en aquellos tiempos eran unos niños que por culpa de los adultos vieron como su inocencia se marchitaba en las entrañas de fríos y oscuros bunkers o en las aulas de una Napola: Nationalpolitische Erziehungsanstalt (Escuela Politíca Nacional).


Dado que paulatinamente se han ido acallando las voces de Los Demonios y Los Fantasmas que desde hace décadas atormentaban a Alemania por El Horror que se desencadeno aquel triste día de Septiembre de 1939 en el que Europa tembló por cortesía del atronador ruido de Der Blitzkrieg (La guerra relámpago) son muchos los directores alemanes que, de un tiempo a esta parte, se han atrevido a mostrar las penalidades y el sufrimiento que los germanos justos padecieron por culpa de los salvajes pecadores que lucharon por la victoria del hombre ario.

Dennis Gansel – el aclamado director de “La Ola”, y uno de los integrantes más reputados de “la nueva ola del cine alemán” ha contribuido al mencionado ajuste de cuentas con el pasado poniéndose tras la cámara para filmar “Napola – Elite für den Führer”, obra está por la que en 2005 gano el Premio al mejor director en el Festival de cine de Baviera, y cuyo guión está basado en las vivencias de su propio abuelo, un Teniente coronel de la Bundeswehr (Defensa Federal) que estudio en una escuela de élite nazi como la que da título a la película.


Berlín, 1942: Friedrich Weimer (Max Riemelt) un joven que, junto a sus padres y su hermano pequeño, encaja los golpes lanzados por ese monstruo grande que es la guerra verá como se le brinda la posibilidad de tener un futuro mejor cuando, gracias a la destreza mostrada en el cuadrilátero donde descarga adrenalina, consigue llamar la atención de Vogler (Devid Striesow), un ex – boxeador que le ofrece ingresar en una de las Escuelas Político Nacionales en las que esos diamantes en brutos que son los niños y adolescentes germanos son pulidos para que sean los hombres que escribirán las páginas más gloriosas del nuevo orden mundial con el que sueñan Hitler y sus esbirros.


Aunque el padre de Friedrich se opone a que este último se relacione con lo que él denomina “gentuza”, finalmente, el joven consigue llegar hasta el castillo donde tiene su sede la NAPOLA.

Aunque la estampa en la que los orgullosos padres se despiden de sus vástagos antes de que estos comiencen el curso académico en una selecta escuela a la que es muy complicado acceder nos recuerda a la que vimos a la entrada de la prestigiosa y conservadora academia Welton, lo cierto es que nada más entrar en la NAPOLA que da título al film no tardamos en descubrir que los métodos educativos utilizados en ella nada tienen que ver con los del controvertido John Keating (Robin Williams).


Y es que mientras que los miembros de “El club de los poetas muertos” vieron como “su capitán”, a través de la literatura, les animaba a que viviesen el momento y, sin temor a las opiniones ajenas, eligiesen su propio camino, Friedrich y sus compañeros son moldeados para que hombro con hombre, al son de Flattern uns Voran (Nuestra bandera primero) y sin miedo a la noche o al dolor, marchen hacía el campo de batalla para morir por Der Führer y Das Dritte Reich.


Mientras el duro entrenamiento militar se combina con clases teóricas en las que el poema "Der Ring des Nibelungen" (El anillo de los nibelungos) y La teoría darwiniana de la evolución son manipuladas por los docentes para transmitir a sus pupilos que la raza aria es superior al resto y la única que merece morar sobre la faz de la tierra, Friedrich entabla una estrecha relación con Albrecht Stein (Tom Schilling) un sensible e introvertido joven que, para desgracia de su padre, un importante jerarca nazi, no tiene ningún interés en formar parte de la élite del Führer.


Gracias a la entrada en escena de Albrecht Stein, el director de la función da voz a esa parte de la sociedad germana a la que se le helaba la sangre al oír la canción Sieg Heil Viktoria.

Y es que mientras que Friedrich, como si fuera un algodón que absorbe la sangre que emana del labio partido de un boxeador, absorbe sin oposición las enseñanzas que le inculcan que tanto en el ring como en la vida hay que ser fuerte y no mostrar ningún atisbo de compasión, Albrecht, a través de redacciones cargadas de amargura, mostrara su más absoluta repulsa hacía dichos métodos educativos al tomar conciencia de que vestir el uniforme del cuerpo de élite de las SS o Schutzstaffel (Escuadrones de defensa) implica convertirse en una criatura tan maligna como El Dragón contra el que luchaban los caballeros andantes cuyas andanzas se relataban en los poemas épicos que leía cuando era un niño y que despertaron en él el firme deseo de llegar a ser un hombre tan valiente y noble como ellos.


En definitiva, una película muy recomendable que, aparte de emocionar y conmover, da fe de que los cantos de sirena con los que Hitler consiguió que muchos millones de alemanes se calzaran las botas negras de las SS para aplastar la compasión y humanidad que albergaban sus corazones no pudieron evitar que, por el contrario, unos cuantos valientes prefiriesen escuchar a su conciencia y se negasen a contribuir a la escritura de ese espeluznante capítulo de la historia de la infamia que, al fin y a la postre, firmaron los seguidores del autor de “Mein Kampf” (Mi lucha).