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sábado, 28 de septiembre de 2013

Recordando días del Cielo al son del ruido y la furia de los que llegaron directamente desde el infierno


A pesar de que hoy en día en la pequeña pantalla son muchas las series que con sus tramas y su impecable factura técnica consiguen eclipsar a muchas de esas producciones hechas para la pantalla grande y que consiguen que pasar por taquilla para verlas sea un deporte de alto riesgo, lo cierto es que ninguna de ellas conseguirá entrar en mi archivador televisivo, allí donde, en la X de eXtraordinaria, esta guardada la carpeta que contiene los expedientes X.


Y es que por muchos años que pasen siempre recordaré con cariño esa serie protagonizada por Fox Mulder (David Duchovny) y Dana Scully (Gillian Anderson), una pareja de agentes del FBI que durante la investigación de casos paranormales constataron que los espíritus, los hombrecillos verdes y las criaturas varias a las que se enfrentaron eran menos peligrosos que ese empedernido fumador despojado de alma y vestido con un traje gris que, oculto tras la cortina tejida con el humo de uno de sus inseparables cigarrillos Morley, dijo "Arrepentirse es una consecuencia inevitable de la vida", frase esta que cientos de lunas después constate que era tan cierto como la existencia del clip que unía una serie de comprometedores documentos que daban fe de que, con la frase “Te quiero para mi ejercito anticomunista”, el Tío Sam había conseguido que las barras y estrellas fueran la nueva bandera combate de unos cuantos de esos deSSalmados científicos que alzaban el brazo ante la Cruz gamada grabada en un trapo del color de los miles de litros de sangre que, durante la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945), se derramaron en buena parte del mundo por culpa de ese loco para el que diseñaron las armas maravillosas que en la patria de los arquitectos del Tercer Reich eran conocidos como Die Wunderbare Waffen.


Y es que, a medida que pasa el tiempo, es mas insoportable para mí el dolor de las heridas que en mi espalda son tatuadas por las nueve colas de cuero trenzado que forman el látigo con el que mis remordimientos de conciencia me azotan con saña mientras me dicen que, en honor a la verdad – gracias a la irresponsabilidad e inmadurez con las que escribí una manifiestamente mejorable hoja de servicios académica – se podría afirmar que los años durante los que estuve matriculado en la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial fueron años malgastados.



En esos momentos, cuando las lagrimas surcan mi rostro a mayor velocidad que la de la sangre que tiñe de rojo mi espalda, lo único que evita que les de la razón a mis torturadores es el recuerdo de las horas que viví y vivo junto a esos amigos míos que conocí en aquellos días en los que, por fortuna para los oídos de Mi Santa Madre, el silencio de mi habitación era quebrado por los gruñidos de Los Berrones y no por la “aterciopelada” voz de La Doncella de Hierro.


Si bien son muchos los peritos que me brindaron su amistad, bien merecido me tendría examinarme otra vez de Calculo Infinitesimal y Ampliación de matemáticas si no reconociera que algunos de los momentos más intensos de mi vida los compartí con Carlos “El Heavy”, El soldado de caballería gracias al cual conocí a esa banda MAIDEN England que, a parte de escandalizar a La Pérfida Albión con la proposición indecente ¡Traígan a sus hijas a la matanza!, gritaron con fuerza que no sirven de nada esos colores con los que están pintados las banderas que para algunos justifican que se baile La danza de La Muerte al son del ruido y la furia de las maquinas de guerra que, aunque nos parezca increíble, están diseñadas por hombres que son de la misma especie que aquellos que utilizaron su ingenio y sensibilidad para crear instrumentos musicales como aquel del que salieron las bellas melodías que compusieron la banda sonora de la miserable vida de El fantasma de la Opera.




Aunque fueron muchos los conciertos y festivales durante los cuales tuvimos el inmenso honor de ver en vivo y en directo a grupos gracias a los cuales el escenario se convertía en un volcán que bramaba con sonido atronador, sin lugar a dudas, el más especial de todos ellos fue aquel que se celebro la noche durante la cual, a parte de llegar el final del verano más especial de mi vida.


Y es que fue esa noche cuando él y su amada se enteraron de que, tras pensarlo mucho y reunir el dinero y el coraje necesarios, los Tercios de Flandes al mando de los admiradores del Capitán Alatriste íban a emprender una inolvidable y fascinante aventura gracias a la cual la emoción me embarga cada vez que recuerdo los inolvidables y maravillosos momentos vividos a miles de kilómetros de distancia de Iberia, la tierra labrada con los huesos de esos hombres y mujeres que para evitar que los señores del mundo les arrebatarán su libertad se enfrentaron a ellos durante sangrientas guerras libradas en la tierra y en el mar.


Aunque debe ser una experiencia incomparable contemplar el planeta tierra mientras sentado en el hielo que forma los anillos de Saturno tomamos una relaxing jarra of hidromiel, bien sabe Odín que este “Perfecto caballero” - "Si pudiera volar" al igual que el divino dueño del poderoso martillo Mjolnir – sin dudarlo ni un segundo reThornaría a Bochum, la ciudad germana donde esta el centro comercial de la cadena SATURN en el que, dando fe del cariño que me tiene, «La Hechicera que se licencio con honores en la faculta de Filología hispánica de la Ruhr Universität» invirtió varias horas de su vida en una operación cuyo objetivo era la caza y captura de uno de esos discos que liberan decibelios de ruido y furia al ser sacados de esas prisiones de plástico cuyas portadas provocaron que la mencionada dama se preguntara como era posible que bellos fuera la palabra utilizada por mi para definir a diseños tan horrorosos como el que el 8 de Febrero de 2013 fue testigo de cómo ella y yo celebrábamos nuestro primer aniversario mientras nuestros rostros eran bañados por los rayos gamma que atravesaron el agujero que el excesivo uso de laca por parte de Jon Bon Jovi abrió en la capa de ozono, y que dan nombre a la banda que vio la luz en 1989 gracias a Kai Michael Hansen, el simpático alemán de Hamburgo que un años antes, siendo aún miembro de Helloween, compuso “I want out”, ese himno power – metalero que puso el broche de oro al concierto que esta última banda dio el pasado 17 de Septiembre en Oviedo, y gracias al cual – casi un año después – se volvió a cruzar mi camino con el de ese miembro de La vieja guardia al que me UNE una alianza militar tan resistente como esas monstruosas obras de ingeniería que serían capaces de resistir el impacto de una explosión provocada por toneladas de DINamita.




Sin lugar a dudas, lo primero que cabría destacar es que, dado el volumen brutal de los decibelios que sonaban bajo la carpa montada en los aledaños del Estadio Carlos Tartiere, no sEria descabellado afirmar que un fulminante ataque de sordera habría sido bien recibido por la luna llena a la que aullaron los feroces lobos que deseaban devorar a esa pecaminosa Caperucita feroz que es dueña de una sonrisa a la que acompañada un puñal y que protagoniza el cuento musical escrito por Döria, banda esta cuyo “Despertar” discográfico fue para la critica especializada uno de los mejores discos mundiales del año 2011, y de la que el que esto escribe, por si sirve de algo para convertirse en colaborador de la web The Metal Circus, dirá que merece conquistar el corazón de la inmortalidad que, pincel y paleta de colores mediante, retrato a aquel libertino y seductor caballero ingles llamado Dorian y apellidado Grey.




Poco antes de las 22,30 h., apagado el eco de los temas tocados por el grupo catalán mencionado anteriormente, una versión gigante de la portada de Straight Out Of Hell sustituyo al telón en el que dos espadas piratas cruzadas hacían saber al respetable que el plato fuerte de la velada sería el desembarco de los cinco tipos llegados directamente desde el infierno que integran la banda nacida en la ciudad germana cuyo equipo de fútbol pasea su bandera pirata por los campos donde se juega la Bundesliga, y cuyos hinchas, al caer sobre ellos el negro manto de la noche, y con la firme intención de conversar sobre las incidencias del último partido jugado por sus ídolos, se reúnen en Sankt Pauli, el barrio rojo donde reina el pecado, y en el que es muy frecuente que el derramamiento de sangre sea la consecuencia inevitable de la cruz de navajas que se forma durante el duelo singular que enfrenta a dos hombres armados con sendos filos cortantes, y que tienen un mismo objetivo: cASTRAr a su oponente, y conseguir que, en ese campo de batalla que es el lecho, el fuego desprendido por el cuerpo de una ardiente mujer de dudosa reputación les ayude a derrotar a las gélidas tropas de El general invierno.


Si aún viviera el aviador cuyo nombre de guerra era der Rote Baron (Barón Rojo) y que murió el 21 Abril 1918 defendiendo al país en el que años después se construyo Das Kehlsteinhaus (El Nido del Águila), estoy seguro de que le horrorizaría saber que, mientras se gastan millones de dólares en el diseño y construcción de bombas atómicas, la gente muere de hambre bajo el cielo en el que vuela en libertad el águila que lleva pintados los colores del arco iris en las inmensas alas sobre las que llegaron hasta la capital del Principado de Asturias el batería Daniel "Dani" Löble, el bajista Markus Großkopf, la dupla de guitarras formada por Michael Ingo Joachim Weikath y Sascha Gerbig, y, sobre todo y ante todo, Andreas "Andi" Deris, el cantante que se gano al público desde el minuto uno gracias a la profesionalidad de la que ha hecho gala desde el día de 1994 en el que se convirtió en el tercer hombre elegido para llevar la voz cantante de la banda de Hamburgo.




El segundo puesto del setlist del concierto fue ocupado por el tema “Nabataea”, primer corte de su último disco y que puede definirse como una auténtica lección de historia dado que a lo largo de sus más de siete minutos de duración nos hace un breve resumen de la historia del imperio que entre el siglo IV a. C. y el I d. C. domino los territorios comprendidos entre el Sur y el Este de Palestina, y que en el año 106 d.C. se convirtió en una provincia del Imperio Romano tras la derrota de sus guerreros frente a los legionarios romanos junto a los que sufrio y combatio Marco Ulpio Trajano, el general hispano que protagoniza esa novela que, tarde o temprarno, a bordo de una cuadriga, Ira desde el Circo máximo hasta la biblioteca de este gladiador que no se cansa de leer una y otra vez El libro del heavy metal.




El echo de que Satánicos fuera el calificativo con el que los miembros de IRON MAIDEN fueron rebautizados por miembros de la Iglesia Católica a los que los berridos de Bruce Dickinson les parecían menos tolerables que los alaridos de dolor arrancados a los comunistas en los centros de tortura al servicio de la dictadura chilena da Fe de que son muchos los que piensan que El Diablo es el dueño de las almas de todos aquellos que dejan huella en la senda del metal que atraviesa El Valle de las Sombras.

Si fuera así, bien sabe Dios que una sonrisa tan grande como la de Joker se habría cincelado en el rostro de El Demonio si este último hubiera visto como esos cinco power metaleros extraídos del Infierno provocaban que el delirio y la furia se adueñaran del respetable gracias al tema que da título al décimo cuarto disco de estudio de los compatriotas de esa trágica obra protagonizada por Fausto.




Fue mientras estaba tomando unos relaxing dry Martinis in las paradisíacas islas of las Seychelles cuando a Andi Deris se le ocurrió la letra de la canción gracias a la cual acabo buceando en el interior de la atormentada alma de un hombre que – a sabiendas de que jamás podrá reparar las consecuencias de su último error – en lugar de poner tierra de por medio para huir del infierno que le persigue, tranquilamente esta “Esperando por el trueno” que ira acompañado del fuego purificador que pondrá punto y final a la concatenación de errores que ha sido su vida.



Gracias a El guardián de las siete llaves cruzamos la puerta que nos lleva hasta 1987, año este en el que un joven de 19 años llamado Michael Kiske sorprendió a propios y extraños con el potente chorro de voz con el que grito “Estoy vivo”, y que tuviéramos siempre presentes que no tiene sentido andar perdiendo el tiempo por ahí, y que, si nos lo proponemos, todos y cada uno de nosotros, podríamos llegar a ser tan poderosos como el hombre que pudo reinar.




Como ya ocurrió en otras faenas de la banda en La Piel de Toro, dado que estaba en el país en el que el espíritu cainita crece vigoroso y fuerte debido a que sus habitantes se crían mamando la agria mala leche que llena las ubres de las irreconciliables dos Españas que Goya tan bien retrato, uno de los mejores momentos de la noche llego cuando el frontman nacido en Karlsruhe y residente en Tenerife levanto entre el respetable publico un imaginario muro de Berlín y acto seguido, haciendo gala de su más que aceptable dominio del español, propuso que la derecha (Live) se enfrentará a la izquierda (Now) en un combate del que se proclamaría vencedor aquel que gritará más fuerte la palabra que le había tocado defender y que formaba parte del título de esa canción que nos recuerda que mientras siga latiendo nuestro corazón, por muy mal que vayan las cosas, bajo ningún concepto debemos bajar los brazos y permitir que nos aplaste el peso de los problemas que a diario nos encontramos mientras recorremos la miserable tierra en la que vivimos.




Para dar fe otra vez de que las mejores baladas son las baladas heavy, por cortesía de Sascha Gerstner, de las cuerdas de acero de una guitarra acústica salieron las primeras notas musicales de “Hold Me in Your Arms”, tema este que consiguió conmover a los camisetas negras allí reunidos, y es que, aunque digamos que somos tan duros como El Barbaro cimmerio nacido de la misma sangre de la guerra y para el cual el mayor placer de la vida es destrozar a nuestros enemigos y oír el lamento de sus mujeres, lo cierto es que a la hora de la verdad, en los círculos reducidos donde José María Aznar hablaba catalán con acento mejicano, damos un giro de 180º y, tras hincar nuestra rodilla en tierra, con la voz más dulce que conseguimos arrancar a nuestra garganta de acero suplicamos a nuestra compañera de armas que perdone nuestros crímenes de guerra y que no nos despoje de esa coraza que forja con sus abrazos y que evita que seamos aniquilados por nuestros Demonios y nuestros Fantasmas.




Aunque son muy gratos los momentos de los que podemos disfrutar gracias a ese sentimiento que consigue que sin oponer resistencia nos rindamos ante la persona que lo provoca, lo cierto es que también puede provocar situaciones que consiguen que salten al vacío los que caminan sobre su plateada y afilada hoja. 

Buen ejemplo de esto último son todos esos matrimonios que, a medida que el paso del tiempo va apagando la llama del cariño y la pasión, dan lugar a que sean muchos hombres los que, al igual que el protagonista de “Hell Was Made in Heaven”, acaben pensando que El Ángel de Guerra gracias al cual cruzaron Las Puertas del Cielo es en realidad una maligna criatura que solo pretende convertir su vida en un Infierno.



La pareja formada por el que esto escribe y “el hijo de un miembro de la Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil” a punto estuvieron de decir “a buenas horas mangas verdes” cuando Andi Deris, tras más de una hora de concierto, nos pregunto si éramos “metal”. Huelga decir que, ante tal pregunta, “Si” fue la respuesta que oyó de aquellos para los cuales la definición de "música celestial" es: Todas aquellas canciones heavy metaleras que a volumen brutal, a parte de conquistar nuestra alma infernal, nos dan el parte de guerra sobre lo acontecido en los campos de batalla donde combaten Soldados del Cielo que llaman hogar al lugar donde moran la sangre, la muerte, los gritos y el dolor.




Aunque siempre irá a rebU.F.O. del Doctor, Doctor que iba a borde del objeto volante no identificado pilotado por Phil Mogg, Andy Parker, Paul Raymond y Vinnie Moore, lo cierto es que, saltado lo saltado, la medicina musical siempre estará en deuda con el Doctor Stein.


Y es que el galeno que al caer la noche suelta en los bosques de La Selva negra a las divertidas criaturas que crea en su laboratorio, a pesar del desgaste físico de los pacientes allí reunidos consiguió que estos últimos sacarán fuerzas de flaqueza y se levantaran unos centímetros sobre el pavimento del aparcamiento de la fortaleza de acero y hormigón que alberga en su interior el verde campo de batalla donde un aguerrido canCervero defiende el escudo grabado en la camiseta del equipo cuyo primera equitación tiene los mismos colores que la del que hacer vibrar a los aficionados al fútbol que cada fin de semana ocupan su asiento en las gradas del Nachwuchszentrum VfL Bochum 1848, el estadio situado a tres kilómetros del pequeño apartamento que para este caballero andante y su bella dama fue un impresionante castillo durante los cinco meses que siguieron a la noche de “Halloween”.




Aunque siempre es un placer corear la canción con la que finalizo el espectáculo, y cuyo espíritu revolucionario queda patente gracias a estrofas como “Quiero vivir mi vida y ser libre”, lo cierto es que nunca me caracterice yo por ir contra las normas establecidas por Mis Estimados Progenitores y ese ente llamado El Sistema. Debido a ello y a que jamás triunfaría en deportes que exigieran velocidad, fuerza y coordinación, “prefiero más ser un indio que un reputado perito” no fueron las palabras que a modo de negativa salieron de mi boca cuando la santa mujer que siendo niño me inculco Ama, ama y ensancha el alma me propuso que matriculara mi carro de La Vida en el centro universitario donde, al fin y a la postre, me cruce con el heavy que, al terminar el concierto en La ciudad que vio nacer a La Regenta, le robo horas al sueño para traerme hasta La villa de Jovellanos.



Aunque parece que fue ayer cuándo - a sabiendas de que iba a cumplirse la igualdad "cinco asignaturas = cinco suspensos" – oyó de mis labios “a mi siempre se me dieron mal los años olímpicos, en 1992 también tuve que chapar durante el verano” lo cierto es que ya ha pasado media vida desde el día que conocí al que una fría mañana de invierno me saco de mi ignorancia y me hizo saber que la fea criatura que aparecía en el parche planchado a fuego en una cazadora vaquera era la mascota de IRON MAIDEN, y no un ejemplo de atrevidos diseños comercializados antes de que la primavera empeZARA en El Corte Inglés.


Los que con los conocimientos adquiridos en Elasticidad y resistencia de materiales gustosamente comprobarían si un perfil IPE 300 podría resistir un golpe de la espada de acero que empuñan los Guerreros del mundo, desde aquel día de 1996 en el que se conocieron, entre otras hazañas bélicas, secaron las Lagrimas de la Mandrágora nacida del semen de los ahorcados, se emocionaron escuchando La leyenda de El Hada y El Mago, y, ante todo y sobre todo, lo vieron todo En blanco y en negro en La Cabaña, el Clandestino antro de perdición en el que saltaban al son del heavy, y en el que el 26 de Junio de 2010 conocí a la mujer que el 8 de Febrero de 2012, deseosa de que fuera El guardián de su piel, se AVALANCHo sobre mí, y me dicto la hermosa y épica novela de caballería que sobre trozos de un papel roto  empece a escribir con la felicidad que llenaba el tintero en el que moje una pluma tan roja como las del águila que protege a los habitante de La Villa y Corte.


Gracias a un capítulo de esa novela conocí yo también el verdadero rostro de esos dos tRoVadores que cada vez que pienso en ellos consiguen que ¡maldito sea su nombre! sean las palabras que salen de mi garganta, garganta esta que me gustaría que tuviera la potencia que tiene la de Bruce Dickinson, ese pequeño gran hombre al que, por un puñado de dólares, gustosamente contrataría para que, hasta el fin de los días, pertuRVara la tranquilidad de tan miserable pareja gritándoles ¡que te jodan!, palabras estas que desde el desprecio y el odio les debería haber dicho yo el día que se quitarón la mascara y me enseñarón su verdadera cara.

Y es que este caballero andante es dueño de una cara que no se libro de "el dolor de los esclavos marcados" que le provoco el hierro al rojo vivo que libero en mi piel al perro traidor, insulto este con el que le tatuo el VeRdugo que ejecuto la sentencia a la que, por cometer ese gran crimen contra La Humanidad que fue vivir su vida lejos del camino de la perdición, le condeno el tRIVunal formado por los tres jueces a los que el que él que ante ellos tuvo que doblar la ceRVIz les demostro siempre una lealtad propia de un Perro de La Guerra obediente y servicial. 

Ante tal tesitura - mientras con los trozos de su alma rota forjaba la corona con la que se corono como el Rey de los idiotas que se comporto como "el buen amigo" del que no era digno el gran inquisidoR que, Facebook mediante, vomita el odio y la rabia que alberga dentro de ese putrefacto corazon cuyo nauseabundo hedor haría vomitar a ese tocayo suyo que fue rey de los ingleses y que, impulsado por los rugidos de su corazón, en el campo de batalla combatio con la fiereza de un león - el que su brillante hoja de servicios ensucio con la alianza militar que le unio a los tres colegas de Torquemada, juro ante Los Dioses de La Guerra que la mejor parte de él solo sería para aquellos para los que la palabra amistad no es sinónimo de servilismo y de obediencia ciega.


Ante tal tesitura, a través de este blog quiero que conste en acta que me llena de orgullo saber que cuando llegue al último kilómetro de la autopista al infierno y cruce las puertas tras las cuales están las calderas donde se queman los malditos, antes de que mi carne sea devorada por el fuego podré gritar a los cuatro vientos que aunque no conseguí ser el dueño y señor de un Universo de Heavy Metal si conseguí que me consideraran dignos de su amistad personas tan extraordinarias como ese hombre llamado Carlos y apellidado True Metal Warrior que, durante todos y cada uno de los años que estuvimos siguiendo a El Carnicero, me dio sobrados motivos para afirmar que si algún día tenia que entrar en combate para enfrentarme a la División Fantasma que dejaba tras de si un rastro de muerte y destrucción, sin lugar a dudas, él sería uno de mis mas fieles aliados durante mi bautismo de fuego.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Der Triumph der Intelligenz und Willenskraft von Sheila (El triunfo de la inteligencia y la fuerza de voluntad de Sheila)


Aunque ya lo había visto casi todo como tutora de los niños que en las aulas del Instituto de Educación Secundaria Nº 7, bautismo de fuego mediante, cruzaron las benditas aguas que les separaban de esa turbulenta época que es la adolescencia, lo cierto es que, para sorpresa de Ana Martín, la sorpresa la hizo prisionera de guerra aquel día de Junio de 1992 en el que constato que era solo uno el suspenso que manchaba la hoja de servicios del alumno de 1º E que un día de Diciembre del año anterior, si no fuera por el miedo a recibir un merecidísimo tortazo, podría haber entregado las notas a Su Santa Madre cantando: Cinco suspensitos trae consigo este lobito.


Como si quisiera demostrar que no siempre es cierta la máxima “segundas partes nunca fueron buenas”, el estudiante de 2º de B.U.P. que un año antes había protagonizado la hazaña bélica mencionada anteriormente hizo sobrados méritos para ser el destinatario de la ovación cerrada que le dedicaron esos compañeros suyos que un día de Junio de 1993 llenaron el salón de actos del centro educativo mencionado anteriormente, y que con sus aplausos hicieron realidad sonora el homenaje que según su tutora, por haberlo aprobado todo, se merecía “el graciosillo de la clase”, el mozalbete que llegadas las vacaciones de Navidad del año anterior recorrió el camino hasta su casa cargado con el peso de las ocho I de Insuficiente que contenía su zurrón, y que daban fe de que de diez asignaturas solo había aprobado Gimnasia y Religión.

Fue precisamente en Diciembre de 1992 cuando - en un portal de la calle que lleva el nombre del diplomático noruego afincado en Gijón que fue vicecónsul de Noruega y Suecia - disfruto de sus sextas navidades la niña que tiempo después se convirtió en la mujer que, Oslo puedo asegurar queridos lectores, es digna merecedora de la gran admiración que siente por ella el hombre en el que se convirtió el adolescente que durante aquellas entrañables fechas, castigo paterno mediante, ni pudo patear las calles de Hollywood junto al detective Axel Foley, ni combatir junto a “los casacas rojas” del 35º Regimiento de Infantería mientras “El último mohicano” estaba “Bailando sucio” al son de la épica e inolvidable melodía compuesta por Trevor Jones.




Dado que a través de este blog he glosado la obra y milagros de Los Dioses del Heavy Metal que, según Mi Santa Madre, llevan peluca, y que, según Mi Estimado Progenitor, tienen por público a miles de borregos entre los que yo me encuentro, sería impresentable por mi parte que mi engolada prosa no fuera puesta al servicio de una loa a los éxitos de la dama que fue iluminada por la luz de la Estrella de Hierro que brilla en el cielo sobre Bochum, y que consigue que, metido en el traje y la piel de las activistas prOvida, grite a los cuatro vientos: ¡Viva La Vida!




Aunque la que fue una de las cientos de niñas de azul que llenaron las aulas del Colegio Virgen Mediadora escribió una extraordinaria hoja de servicios durante su estancia en la institución académica fundada por las Dominicas de la Anunciata, fue su etapa universitaria la que más impacto al que esto escribe.


Dado que este compatriota del ingeniero Isaac Peral y Caballero se las vio y se las deseo para acabar una carrera universitaria durante la cual todas y cada una de las asignaturas le fueron impartidas en la lengua de Miguel de Cervantes Saavedra, fue inevitable para él que su corazón fuera embargado por la admiración al enterarse de que la que en 2004 se matriculo en la Facultad de Filología de la Universidad de Oviedo, había terminado las dos últimas etapas de la carrera Filología Hispánica en la Ruhr - Universität Bochum, allí donde la lengua de Johann Wolfgang von Goethe es la utilizada para explicar todo lo referente al potente arma con la que las aventuras de "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha” fueron escritas por la pluma que empuñaba con su mano diestra el que había perdido la siniestra en la batalla naval que el 7 de octubre de 1571 se libro frente a las costas de la ciudad de Naupacto (Lepanto), y que él mismo definió como “La más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros“.


Y es que, mientras que en Gijón este fiel seguidor de IRON MAIDEN, diccionario de inglés mediante, llevaba a cabo un arduo trabajo de traducción gracias al cual descubrió que la canción The Trooper ponía letra y música a los pensamientos de uno de los cientos de soldados de caballería que, bajo el cielo sobre las llanuras de Balaclava (Ucrania), tomaron parte de la carga suicida que, el 25 de Octubre de 1854, La Brigada Ligera lanzo contra la artillería rusa; a miles de kilómetros de la mencionada ciudad asturiana, bajo el cielo en el que reinaba la luna a la que aullaba "El lobo estepario", «La admiradora de la obra del autor de “El perro del Hortelano”» hundía sus botas en el blanco manto de nieve que cubría el trayecto entre su apartamento en el barrio de Hustadt y la biblioteca de la RUB, el templo del onociiento donde, durante largas jornadas que iban desde la tarde hasta casi la medianoche, un Wörterbuch Deutsch - Spanisch fue el compañero de armas de su inteligencia y su fuerza de voluntad, ese par de lanzas gracias a las cuales la compañera sentimental de esta mala versión de "El caballero de Olmedo" consiguió que la lengua con la que Carlos I de España y V de Alemania daba ordenes a su caballo no le impidiera obtener unas extraordinarias calificaciones, calificaciones estas de las que, dando fe de su humildad, no le gusta nada alardear a la que fue apodada «La dama de mirada calida» por El True Metal Warrior búrlales que regenta ese selecto antro de perdición cuya Razón social es Contra Punto Pub Heavy.


Entre Febrero y Octubre de 2012, al salir de la academia de idiomas en la que desde hacía dos años daba clases de alemán, y que estaba en la calle gijonesa dedicada al osado escritor que hundió el atrevido verso "Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja" en los oídos de la austriaca que no toleraba ninguna mención a la cojera que hacia que fuera tan costoso para ella recorrer la senda de La Vida junto a su esposo Felipe IV de España, fueron muchas las veces que Sheila se encontró con ese caballero que, con la inestimable colaboración del Mr. Bean que mora bajo su bruñida armadura, protagonizo ante sus bonitos ojos unas cuantas anécdotas que, a parte de provocarle un profundo sentimiento de vergüenza ajena, ella bien podría haber relatado en uno de los capítulos de Die Erzählung von Anekdoten el trabajo fin de carrera gracias al cual, dos años antes y como alumna del Master of Arts, se licencio con honores en la Fach Romanische Philologie – Spanisch.


A pesar de que, al fin y a la postre, fracaso la aventura durante la cual - entre Octubre de 2012 y Marzo de 2013 - bajo el cielo sobre Bochum, intentamos conquistar la gloria, lo cierto es que ella puede estar muy orgullosa y tranquila por lo hecho, y es que, ante la atenta mirada de aquel cuya carta de presentación era "Mein namme ist José Luis, und ich bin in Deutschland", desde la mañana hasta la noche y sin dar tregua al desanimo, pico a cientos de puertas armada con su Lebenslauf (Curriculum Vitae), esa impecable hoja de servicios gracias a la cual capto el interés de la directora de la Volkshochschule de Dortmund.


Dado que, en menor o mayor medida, todas y cada una de las hazañas bélicas relatadas anteriormente han contribuido a que, al fin y a la postre, pruebe el dulce sabor del fruto tan deseado por ella, quiero que tenga muy presente que la tinta del bolígrafo con el firmara el contrato que la vinculara al Centro Homologado Ovida Formación tendrá el color que se obtiene al combinar su satisfacción personal, el orgullo de sus padres y la más rendida admiración del que en la patria de El CID Campeador es conocido como “el caballero de la lanza dorada”.


Aunque por desgracia para ella, en Junio de 2014, esos alumnos suyos desprovistos de “Mentes peligrosas” capaces de provocar una “Rebelión en las aulas” no le recitarán subidos a sus pupitres un soneto de Lope de Vega y Carpio, «La que se emociona con las poesías del granadino que cambio la Yerma tierra andaluza por las calles de New York, y que sería bien recibido en “El club de los poetas muertos”» puede estar bien segura de que el gran cariño que tenían al “Profesor Lazhar” los niños de un colegio de Montreal, será una milésima parte del que, llegado el final del curso escolar, le tendrán todos aquellos que, sentados en sus sillas, aprenderán de ella todo lo referente a la gramática de ese idioma forjado con palabras hechas para la guerra que cuando salen de sus dulces labios componen la más hermosa de las melodías.


Sheila, recibe a través de este blog la más sincera enhorabuena de este admirador del hijo de Filipo II de Macedonia que, postrado ante ti, te hace saber que, aunque preferiría protagonizar junto a ti una novela de caballería, cogido de tu mano caminará por la vía de la realidad, esa senda durante cuyo recorrido, con la voz de ese guapito de cara llamado Filippo Neviani, te recordará que, gracias a tu inteligencia y tu fuerza de voluntad, todo lo que quieras lo tendrás.



miércoles, 25 de septiembre de 2013

Agradecido estoy a la niña del colegio de monjas junto a la que combatí en la Guerra de Cantantes


Dado que las “Malas noticias” son peores cuándo los mensajeros de desgracia golpean a las puertas tras las que viven aquell@s a l@s que quieres, cuando triunfa la justicia, y una de esas personas es receptora de buenas noticias, la alegría que te embarga es mucho mayor que la que es dueña y señora de ese corazón suyo en el que velan armas el cariño y el apoyo incondicional que, sin dudarlo ni un segundo, te entrego cuando deseabas caer muerto bajo el cielo de cemento que veía a Satanás danzar para celebrar que Dios que estaba muerto, y en el cual no tenía cabida el sol que con sus rayos baña el césped que alberga en su interior esa gran obra arquitectónica que es el Estadio Carlos Tartiere.




Debido a ello, y como no podía ser menos, el pasado 20 de Septiembre la felicidad que me embargo fue inconmensurable cuando la dueña del bello rostro que se refleja en el lago de los cisnes ante los cuales se pavonea un pavo real se calzo las sandalias de la más grácil de las bailarinas y, gracias a las impecables hojas de servicio académicas que escribió en la Facultad de Filología Hispánica de la Universidad de Oviedo y la Ruhr - Universität Bochum, dejo sus huellas en el hall de la fama cuya losa fue hecha con una tongada de hormigón remOvida con un vibrador al servicio de encofradores como aquellos a los que este Técnico de Prevención de Riesgos Laborales tantas veces dio la chapa.


Aunque fue grandioso el espectáculo del que fui testigo en el recinto en el que seis días antes la histEria se desato gracias a la loca banda formada por las locas que lidera el marido de la fría funcionaria asesina que fue musa de la mOvida promOvida por el Ayuntamiento que entre 1979 y 1986 fue presidido por el profesor Don Enrique Tierno Galván, lo cierto es que la noche del pasado Viernes yo siempre la recordaré por haber sido la agradable velada durante la cual senti en mi rostro el calor desprendido por el fuego que el éxito profesional de Sheila alimento, y de cuyas ardientes entrañas nacieron las llamaradas de gloria que con su resplandor me indicaron donde estaba “Mi casa”, esa nave sin rumbo que se dirige hacía el sol mientras a volumen brutal se oye una canción de Rock 'n' Roll.




Mientras aún se oía el eco del chupinazo Sanmateino lanzado por el tipo feo, fuerte y formal al que dio la vida el chico de la bomba que años después lo vió convertirse en una Rock&Roll Star, el pasado sábado, a más de veintiocho kilómetros del mar Cantábrico donde crecían las olas y estallaba el huracán, se oyó “Sálvame, soy un naufrago”, grito de auxilio este que partió de los labios de las Nancy Rubias que iban a bordo del catamarán a cuyo capitán le gusta explorar las tierras de Alaska.




Dejando claro que no soy yo una persona SOBERbia, me veo obligado a dejar claro como el agua que mi virilidad es muy superior a las de esos marineros con los que solo tengo en común haber conocido el miedo y la desesperación que echan el ancla en las profundidades del corazón de todo aquel que por culpa de la tormenta acaba siendo un naufrago.



Aunque Poseidón puso todo de su parte para que el puerto llamado “El oscuro final” fuera el último destino del capitán pirata llamado por su bravura El Temido, afortunadamente para este último, las velas de ese navío suyo que llevaba diez cañones por banda fueron infladas por los vientos del sur que cambiaron su trayectoria y le permitieron surcar el cuerpo de la mujer que tras AVALANCHarse sobre él le remojo el gaznate con un elixir de felicidad más refrescante que cualquier cerveza fermentada en Alemania, y que la que domina la lengua oficial de dicho país preparo en La destilería que monto en el bajo comercial que a Dany León y Marco Álvarez les compro.


Bajo la espectacular estructura que la empresa orensana Producciones Litoria S.L. monto por un considerable puñado de euros que si hubiera acabado en mis manos me habría provocado un gran SOFocón, la banda formada a principios de los 90 por el guitarrista y el batería que hasta Agosto de 2012 volaron junto al que dio alas a El Ángel caído, pasadas las ocho de la tarde y cerilla encendida mediante, dio fuego al reguero de alcohol que, al fin y a la postre, provoco que los tímpanos de todos aquellos a los que aquella noche la Sociedad Ovetense de Festejos reunió fueran reventados por Los Suaves sonidos de la atronadora explosión que incluso se oyó en esa gran ciudad en la que después de los Dolores nació esa niña de papa que nunca nada supo hacer, y que con nombre de guerra “Lola”, haciendo la calle hasta las seis de la mañana, quema los últimos cartuchos de la vida que chapando pubs y discotecas se le esfumo entre las manos como si fuera el agradable humo del tabaco que fumaba un tal Paco.




El acompañante de la que hace años fue una de las niñas de azul que llenaban las aulas del colegio de monjas fundado por las Dominicas de la Anunciata, aunque nunca iría a SKA – P libre hasta la plaza de Tirso de Molina para comprar una china de hachis a un moro llamado Ali, tiene que reconocer que, durante los cuarenta y cinco minutos de fuego de la banda asturiana, los sonidos destilados por ella habrían sido mejor tragados por él si, al mismo tiempo que entraban por sus oídos, el humo de un porro era por su boca expulsado.


Los que gustosamente habrían sido testigos de la Sængerkrieg (Guerra de Cantantes) que en el siglo XIII se libro en el castillo de Wartburg, por fortuna para ellos, vieron la luz al final del túnel cuando vieron las luces de “El tren” a bordo del cual llego el que a la sombra de una mentira vivió hasta de que de ella lo saco la luz con la que lo guío la luz avilesina de adopción que hace cincuenta y seis años en un pueblo coruñés la luz por primera vez vio.




A pesar de que los Golpes Bajos de la crisis económica mundial han provocado que estos sean malos tiempos para la lírica lo cierto es que El que devoro los kilometros de la carretera temporal 1972 – 2013 mientras, armado con un Leño, repelió las embestidas del irascible y conflictivo Ñu junto al que corrío por la sabana puede afirmar orgulloso que su valía profesional sigue cotizando alto en el Mercado aunque haya constatado que “A veces cuesta llegar al estribillo”.


El viejo rockero que hace cincuenta y nueves años nació en el madrileño barrio carcelario en el que las botas que calzan sus pies pisan entre otras la calle que lleva su nombre, durante la hora y media que estuvo al pie del cañón demostró que, con los litros de sudor derramados en el escenario, conquista la juventud que los “Flojos de pantalón” conquistan con un puñado de euros en el salón del vicio donde babean ante niñas en promoción.




La Sobrecogedora corrupción de esos políticos nuestros que bien merEREcen que les corten las orejas que hace tiempo han cerrado para no oír los problemas de los gobernados por ellos, a parte de conseguir que España sea un país cuyo olor a mierda Marea, provoca que sean admirables todos aquellos hombres y mujeres que aún no han perdido La Razón, y que aunque no sean elogiados por El Mundo en general y El País en particular son todo un ejemplo por la “Vergüenza torera” con la que en La Piel de Toro capean a los novillos de la ganadería criada por los que disfrutan oyendo el dulce canto del hermoso Faisán que vuela en el cielo sobre las plazas en las que otros tan sinvergüenzas como ellos toman una relaxing cup of café con leche mientras el pueblo llano se aprieta el cinturón en el que no para de hacer agujeros para cumplir las exigencias de la que gobierna sobre las frías tierras en las que esa correa que se ciñe a la cintura se denomina Gürtel.




El tema que cornea a la infame casta política que sin piedad nos clava sus banderillas fue el elegido por el de Carabanchel para presentar su nuevo disco, disco este de la que extrajo otro tema que, a parte de sacar “Al lodo brillo”, contribuyo a que bajará la media de edad de un set – list en el que estaban incluidos un buen número de los himnos rockeros que le dieron la fama y que consiguieron que en su legión de incondicionales seguidores mi compañera de armas se alistará.
Tras oír la historia de la que no dice adiós y tampoco espera, “Vaya ejemplar de Primavera” fue la expresión que salio de los labios de los que podrían largar la noche entera sobre el alquitrán de las calles del país en el que el nombre de tan femenina y singular estación climática es “Masculino, singular” (der Frühling).


Dado que todo tiene su fin, tras más de hora y media de fuego, Rosendo, broche de oro mediante, cerro otro extraordinario concierto suyo que ya ha sido registrado en el diario del que esta harto de que sus “Maneras de vivir” sean pertuRVadas por un paR de amaRgados pertuRVados que ni me interesan ni me importan, y que tras haber demostrado que han perdido el Norte bien merecen conseguir que ni Dios ni El Diablo los soporten.



Dado que tener decir hasta en seis ocasiones Maldita sea mi suerte, ya suspendí otra vez por confundir el acelerador con los frenos” me impidió ponerme al volante del Formula 1 pilotado por el asturiano al que se le subieron a la cabeza los humos del tubo de escape de su coche de carreras, fue La Suerte la que, Lauda y veloz y sin bajar La Guardia, me llevo por una de las mil calles que llevaban hasta la que con una novela de Lope de Vega entre las manos enriqueció las horas de su vida mientras esta mala versión de El caballero de Olmedo malgastaba miles de las horas de la suya “Viajando al fin de la noche” con una botella de whisky entre los píes.




Pantalón pirata con calcetines blancos / camiseta heavy con zapato de ante, barba de tres días y unas descuidadas greñas – aunque estos atrevidos looks míos que acaban de desfilar ante los ojos de los lectores ya deberían haber conseguido que estuviera curada de espantos estoy seguro de que Yo si fuera su mujer y lo viera aparecer por casa con las barbas de Saint Nikolaus y la melena de Mufasa amablemente le invitaría a que durmiera en el callejón donde los gatos maúllan a gritos una loquilla canción cuando vio entrar en escena al que vistió el uniforme marrón que vestían los que en 1984 con pelotas de goma respondieron a los voladores salidos de los bocachas de los hombres de mono azul que, tras los muros levantados por el humo negro de las barricadas, intentaban impedir que la reconversión naval hundiera a los astilleros situados en la bahía de esa villa marinera asturiana donde los llegados de “Una ciudad llamada Perdición”, gracias a la inestimable colaboración de los técnicos de la Sociedad Fonográfica Asturiana y los Estudios Norte de Gijón, dieron vida a la que, al fin y a la postre, fue la segunda de las once criatura musical que tuvierón entre 1982 y 2010.


Aunque el apellido Goytisolo es el que sigue en primer lugar al nombre de la destinaría de las palabras escritas por un tal José Agustín, lo cierto es que el poema al que ha puesto música la banda orensana sería bien recibido por todos aquellos que ante el largo y tortuoso camino que los llevará a través de El Valle de Las Sombras están tan perdidos y asustados como la joven a la que sus dos poéticos tíos paternos llamaban con el nombre de pila de la actriz que dio vida a la hermosa mujer que conquisto el corazón de un atractivo madurito al que no le importo que la reputación de ella fuera tan mala como la que tiene esa ex chica moderna que baila en una barra americana desde las siete de la tarde hasta las tres de la mañana.


Gracias a la triste melodía tocada por la crisis económica mundial las calles y plazas de nuestras ciudades se han convertido en el escenario improvisado donde tocan los músicos callejero que soñaban con convertirse en un reputado y millonario trovador y que han acabado deseando despertar de esa pesadilla en la que son un pobre mendigo que solo tiene una amiga, esa guitarra vieja y gastada que guarda en una esa funda hecha ruina.

Mientras que las estrellas del rock que consiguen que el escenario sea un volcán que brama con sonido atronador disfrutan de una agradable existencia gracias al proZakk que son los millones de dólares con los que compran lujosas mansiones en Malibu, para “Pardao” y otros muchos que han nacido estrellados, el mejor antidepresivo contra las penas son las viejas baladas que consiguen que en sus gorras raídas, tantas veces vacías, caiga ese gran tesoro que son para ellos las pocas monedas con las que podrán pagar la sencilla cama del albergue municipal que, al acabar otro día lleno de esperanzas quemadas, será para ellos tan lujosa y acogedora como las que estan hechas con madera de iroko y estan cubiertas con las suaves sabanas de seda de las que solo son dignas las delicadas pieles de los que ponen fin a sus días de vino y rosas en la mejor suite de un Hotel de cinco estrellas.




Años antes de que la era digital y tal y tal cambiara nuestra forma de escuchar música, la parte del cuerpo con la que este necio señala a la luna y que hoy en día enciende su minicadena y su ipod, era la encargada de poner en marcha la cinta sobre la que corría el hombre que camina.


A parte de comprobar que las pilas bajo mínimos provocaban que el que pastoreaba a Los Berrones se convirtiera en un cantante de doom metal, en aquellos maravillosos años, también pude yo descubrir los entresijos de la compleja maquinaría que hacía girar a los cassetttes que décadas después, tras verse obligados a CDer terreno ante el empuje de los tiempos modernos, al igual que aquel chico sentimental y sincero que, al sur de la gran ciudad, murió con cara de bueno, acabaron durmiendo el sueño de los justos, sueño este que fue muy agradable para ellos debido en buena medida a que su mortaja estaba hecha con los suaves tejidos con los que estaban hechas las sabanas de blanco merengue que, en aquellos días en los que estaba aprendiendo el oficio de Ingeniero Técnico Industrial, y que eran “Siempre igual” para mí, acariciaron mi piel mientras, tumbado en la cama cuan largo soy, la afirmación “es Cholo una canción pero me siento mejor” salía de mis labios tras oír una de las composiciones del colchonero rockero carabanchelero.


Tan cierto como que “No puedo dejar el rock” es ese pensamiento mío que desde hace más de dos años alimento con “Pan de higo”, y que constantemente me recuerda que “Si pudiera” yo comprar un billete de ida a la tierra de las segundas oportunidades, además de hacer meritos para ser digno de un cantar pareCIDo al que protagonizo el Legendario mercenario cristiano que empuño a Tizona, debEría buscar hasta debajo de las piedras a la mujer que en mi primera vida, a parte de forjar para mí la coraza que aguanto los mandobles de la espada empuñada por La Vida, y cuya hoja perfecciono la piedra esmeril de “El Afilador”, fue la culpable de que gratis total disfrutara yo de un espectáculo simplemente extraordinario.


Dado que hace ya casi veinte meses, gracias en buena medida al apoyo de cien regimientos y un batallón, mi arma secreta consiguió que La que domina la difícil lengua aleMANA me entregara su corazón, a estas alturas de la película sEria imperdonable no conocer Los Secretos que alberga en su interior. Debido a ello se bien yo que asistir a un concierto de rock no es el mayor placer para la dueña de los Ojos de gata que cuando los Ángeles lloran se une a su tristeza y derrama lagrimas de pena al recordar el día que, mientras estaba rayando el sol, en el muelle de San Blas se encontró con la loca que tras mas de mil amaneceres aún esperaba al hombre que se marcho en un barco, y junto cual tantas veces paseo por el boulevard de los sueños rotos donde también dejo sus huellas la dama de poncho rojo, pelo de plata y carnes morenas.

Ante tal tesitura, yo que en cualquier momento, en cualquier lugar le doy las Gracias por elegirme sEria un autentico impresentable si a través de este blog no le hiciera saber que ella es mi profesora de lengua española y alemán preferida, y que prometo que le estaré eternamente agradecido si accede a ser para siempre la frontwoman de mi banda de heavy metal.