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viernes, 11 de diciembre de 2015

Mientras leía "El Libro de Las Almas" escuche yo la voz de los personajes literarios como los que me gustaría haber sido, y como los que, para mi desgracia, nunca seré


Aunque las "Aventuras de un soldado de Napoleón" fueron más apasionantes que las que, junto a Marta y María, viví yo en Carrandi; no cambio por nada del mundo aquellos días de mi niñez durante los cuales, al igual que mis hermanas, y estando en la Playa de La Isla, deje mis huellas en un manto de arena similar a aquel en el que se hundieron los pies de los que, "A través del desierto", llegaron hasta un reino de inconmensurable belleza, y consiguieron, durante el trance, que fuera para mi mucho más llevadera mi estancia en el mencionado pueblo perteneciente al concejo de Colunga, y en el cual, tal como había ocurrido desde 1984, pase yo las vacaciones del verano del año que, a parte de significar el comienzo del Siglo XXI, fue muy especial para mi por ser el 19 de Julio del 2000 cuando, mientras duros combates cuerpo a cuerpo libraba yo en La Arena de la Plaza de toros de Las Ventas (Madrid), vi a IRON MAIDEN, la banda heavy - metalera que ha puesto la banda sonora a mi vida desde 1996, y a la que, por tercera vez, en vivo y en directo vi el decimoquinto día del octavo mes del año en el que conoci a Sheila, «La Filologa Hispánica que cruzo el Ruhr a galope tendido», y, junto a la cual, el 31 de Marzo de 2013, y minutos antes de coger el avión que devoraría las millas aéreas que hay entre Dortmund (Alemania) y Palma de Mallorca (España), bien podría haber cantado esa preciosa balada títulada "Coming home", y que, sin lugar a dudas, es uno de los mejores temas del disco cuyo single homónimo de adelanto nos invito a ir hasta "La frontera final" (The Final Frontier) a aquellos que, bajo el cielo sobre Cluj - Napoca (Rumania), "Miedo a La Oscuridad" tuvimos por culpa de esas leyendas que hablan de Hombres - Lobo, Brujas y criaturas malignas que, por increible que nos parezcan, jamás conseguirían provocar el pánico generado por Vlad Drăculea, el hombre que, entre 1456 y 1462, fue Voivoda de Valaquia, y al que, tal como lei en la última confesión que, en 2012, el susodicho me hizo, con T de Transilvania, Țepeș (Empalador) llamaban esos enemigos suyos que, ya fueran cristianos o musulmanes, horrorizados estaban por las atrocidades cometidas por el que, con espadas romas y afiladas estacas, construyo un reino de terror, y que, en 1463 - cuatro años después de, durante el Día San Bartolomé, ordenar empalar a la mayoría de los sajones de Brașov - a través del poema „Von ainem wutrich der hies Trakle waida von der Walachei“ (Historia de un sanguinario hombre llamado Dracula de Valaquia) inmortalizo fue por el alemán Michael Beheim.




Fue precisamente en la patria del juglar mencionado anteriormente donde, el 14 de agosto de 1515, un falsificador de monedas fue quién tuvo la desgracia de ser el primer criminal atrapado por los afilados pinchos de „Die Eiserne Jungfrau“, esa máquina de tortura con formas de mujer que, en el Siglo XIX, construida fue en Nürnberg, esa ciudad perteneciente al Estado Libre de Baviera, y que famosa es por haberse celebrado en ella los juicios contra los criminales de guerra nazis que capturados fueron por Los Aliados durante los últimos días del conflicto militar que, entre otras cosas, provoco que „Der Eisernen Vorhang“ (El Telón de Acero) dividiera en dos la inmensa urbe a la que - tras, junto a Laura, Carlos, Pedro e Iván, recorrer la bella ciudad checa cuyas calles, en 1427 - antes de que lo fueran por la de los que murieron durante el transcURSSo de los choques contra los hijos de La Madre Rusia que, junto a soldados de Alemania Oriental, Bulgaria, Polonia y Hungría, y apoyados por 2.000 tanques, invadieron Checoslovaquia para poner fin a ese periodo de libertad conocido como "Pražská jar" (Primavera de Praga) - teñidas fueron de rojo por la sangre derramada en los combates librados entre Los Husitas y "Los guerreros de Dios" - llegue el 11 de Septiembre de 2008, y en la que esta la impresionante obra arquitectónica que, en base a lo indicado en los planos trazados por Carl Gotthard Langhans, entre 1788 y 1791, construida fue con piedra arenisca, y que yo cruce siete años después de El día que cambió el mundo, y siete años antes de que una amazon - a me entregara el que es el decimosexto álbum de estudio del grupo al que Steve Harris bautizo con el nombre del instrumento de martirio que utilizado  fue ante la atenta mirada de "El hombre de la mascara de hierro" cuyas andanzas fueron, en 1939, el leit - motivo de la película que supuso el debut ante las camaras de Peter Cushing, el actor inglés nacido el 26 de Mayo de 1913 en el condado de Kenley (Londres), y que, en 1967, con su sangre rego las flores de "El jardín de las torturas" en el quebien podría haber habido una estatua de "La Doncella de Hierro".

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Dado que - llegado el final del año en el que ver el séptimo episodio de la saga StarWars fue "El último deseo" de ese texano enfermo de cancer llamado Daniel Fleetwood, y que, tal como a mi me ocurrio hace 35 años, atrapado fue por La Fuerza de los que moran en esa galaxia muy lejana que, sirviéndose de una magia similar a la utilizada por Andrzej Sapkowski para trazar el mapa de los misteriosos territorios habitados por las monstruosas criaturas cuya vida fue segada por la espada del brujo Geralt de Rivia, creada fue George Lucas - es inevitable hacer balance de lo vivido, lo visto y lo escuchado, más que pertinente es dejar constancia de que, para el avido lector que esto escribe, el acontecimiento musical de 2015 ha sido la publicación de "El libro de Las Almas" del que autor fue la banda que bien podría haber puesto la banda sonora a "El Duelo" que mantuvieron aquel par de Huszárok, (Abanderados del gran camino) para los que Bruce Dickinson habría sido un rival más que digno por este último manejar el florete con una destreza equiparable a la que, con el Sable de luz, demostraron tener Luke Skywalker y Darth Vader, y a los que, en 1907, dio vida literaria el compatriota de quién forjo "Miecz przeznaczenia" (La espada del destino) con la que podría haber sido atravesado "Jądro ciemności" (El corazón de Las Tinieblas).

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Sin lugar a dudas, aunque todos los trabajos discograficos de IRON MAIDEN son esperados con gran expectación, el último de ellos lo fue un poco más debido en buena medida a que, pocas semanas después de que Eddie nos alegrara las Navidades de 2014, los seguidores del grupo del que es frontman Bruce Dickinson nos enteramos de que a ese inglés nacido en Nottinghamshire, el 7 de Agosto de 1958, y que bien podría ser definido como Un Hombre de El Renacimiento, le habian diagnosticado un cancer de garganta que si, al fin y a la postre, no hubiera sido aniquilado por los extraordinarios cuidados médicos recibidos por quién - a diferencia de Nikki Sixx - se niega a ser un "Millonario tatuado" habría provocado que, por cortesia de "Las lágrimas del Dragón" que derramariamos, "Un millon de gotas" surcara el rostro de quienes - parafraseando a Piotr Ilich Tchaikovski - estamos seguros de que si no fuera por los alaridos salidos de La Garganta de Acero del novelista que nos relato "Las aventuras de Lord Iffy Boatrace" habría más razones para volverse loco.

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Dado que Studios Guillaume Tell (Paris) fue el lugar donde IRON MAIDEN - a principios del año 2000, y tras sus miembros volver a caminar juntos sobre "La delgada línea entre El Amor & El Odio" - grabo el extraordinario album que supuso la vuelta al grupo de Bruce Dickinson y del guitarrista Adrian Smith, y que contiene el himno de lo que, según Aldous Leonard Huxley, será "Un mundo feliz", y hacía al cual, sobre los lomos de una "Khimera", cabalgamos con la certeza de que - visto lo visto durante los últimos años - no es muy improbable que se haga realidad, el estudio de grabación que lleva el nombre del ballestero suizo nacido en Bürglen (Cantón de Uri) cuya punteria era tan letal como la de los arqueros ingleses que, en "1356", apoyados por Dios y tras luchar como El Diablo, derrotaron a los francses durante una de las legendarias batallas que tuvieron lugar durante la Guerra de Los Cien Años, fue el lugar en el que, a finales de 2014, se materializo la novela musical que - tanto dentro como "Fuera del Planeta Silencioso" - merece ser calificada como Obra Maestra por constar de once capítulos en los que el sexteto que les puso letra y música, además de dejar patente su maestria, da fe de que - a diferencia de esas otras bandas que, desde AC/DCenas de años, cada poco sacan el mismo disco - "Más de lo mismo" no es la politica que seguira para seguir engrandeciendo la leyenda de esa Doncella de Hierro gracias a la cual todos y cada uno de sus padres son inmensamente ricos, y que - aunque apaguen todos los amplificadores y altavoces - nunca jamás podrá ser acallada.

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Precedido por un sonido que bien podría haber sido producido soplando a través de la boquilla de las "Trompetas de Jerico" con las que, en 1998, Bruce Dickinson guío hacia el altar a la pareja que, tras "La boda quimica", se convirtio en matrimonio, comienza el relato a lo largo del cual, mientras se narra lo que pasaria «Si La Eternidad fallara» (If Eternity Should Fail) el Professor Lazarus trata de evitar que el Dr. Necrópolis, con una máquina creada por este último, le robe El Alma a Los Hombres para impedir que estos conozcan el verdadro significado de ese concepto relacionado con La Inmortalidad, y al que, en 1992, y desde aquí, la banda que el 9 de julio de 2016 pondrá el broche de oro a la tercera y última jornada del Resurrection Fest llego cuarenta y un años después de que James Jones escribiera la novela en la que plasmo parte de lo que él - como soldado de la 25ª División de Infantería del Ejército de los Estados Unidos, y mientras iluminado era por el "Rayo del Tropico" - vivio, durante la Segunda Guerra Mundial, primero en Hawaii (EEUU) y después en Guadalcanal (Islas Salomón), y que, dos años después, Daniel Taradash tomo como referencia a la hora de escribir el guión de la película que siempre será recordada por la tórrida escena que "El hombre de Kentuchy" y «La escocesa nacida en Helensburgh que, al igual que el escritor francés Françoise Sagan, al despertar decia "Buenos días, tristeza"» protagonizaron estando ambos tendidos sobre "La playa" hawaiana cuyo manto de arena era tan suave como aquella en la que, en el año 2000, y bajo el cielo sobre Bangkok (Tailandia), dejó sus huellas el joven que un día fue quién se reencarno "El renacido" que, en 1971, fue "El hombre de una tierra salvaje" que, tal como pudimos ver a comienzos del Siglo XXI, era como un padre para el General de las Legiones Félix que, en el año 180 d. C., antes de, gritando "¡Roma vincit!", cargar junto a sus pares contra las tribus germánicas, cerca de Vindobona (actual Viena), a los soldados que con "Fuerza y Honor" obedecían las ordenes que él les daba les hizo saber que Lo que hacemos en La Vida tiene su eco en La Eternidad.

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Sin lugar a dudas, lo más destacable que se puede decir de El que es el segundo tema del disco hoy blogueado, y que tras ser presentado como single del susodicho recibio criticas bastantes desfavorables por parte del sector critico de la hinchada heavy - metalera, es que con la «Velocidad de La Luz» (Speed of Light) hasta el final de la decada de los 80 y principios de la de los 90 nos lleva. Y es que, visionado el video musical del mismo, inevitable es recordar aquellos lejanos tiempos durante los cuales - además de demostrar nuestra destreza con la espada durante los combates librados contra "Fantasmas y Duendes", y recorrer el mundo para conseguir las victorias necesarias para que, alrededor de nuestra cintura, nos pusieran el cinturón que certificaba que eramos el mejor "Luchador callejero" - nos enfrentamos a obreros de la construcción que atacaban al protagonista de "Hammerin’ Harry" mientras el susodicho recorria una gran ciudad japonesa siguiendo las ordenes que nosotros le dabamos al accionar los mandos de una de aquellas inolvidables máquinas recreativas en las que no sería descabellado afirmar que, tras introducir en ellas una moneda de cinco duros, podriamos también haber tenido la oportunidad de meternos en el traje y la piel del cazador de recompensas que, "Por puñado de dolares", hasta El Infierno estaba dispuesto a ir para capturar a Eddie "The Head", la bella bestia que Derek Riggs para IRON MAIDEN creo inspirandose en una fotografia tomada durante la Guerra de Vietnam, y que, tal como se puede deducir de lo anteriormente expuesto, protagonista absoluto es de "Ed Hunter", ese video - juego que la mencionada banda, en 1999, y dando muestra de lo mucho que le gusta sacarle los cuartos a su legión de fans, puso a la venta coincidiendo con la salida del doble albúm recopilatorio en una de cuyas veinte canciones, gritando "¡Libertadddddd!", entro en acción "El hombre del Clan" que, mientras Eduardo I de Inglaterra, con sus "Piernas Largas", recorria los territorios de los que era rey, lucho para que dueños de su destino fueran él y el resto de los moradores de Las Tierras Altas que descendientes eran de los bravos guerreros que, hace siglos, vivieron en una de las dos partes en las que, por cortesia de El Muro de Adriano, fue dividida la Isla Britanica en la que combatieron "La legión de Los Inmortales" y aquellas que, a lo largo del Siglo I, durante la guerra que se libro entre "Águilas y Cuervos", conocieron la ferocidad de los celtas liderados primero por Caradoc, y posteriormente por aquella peligrosa pelirroja de armas llamada Boudica.

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La tranquila atmósfera con la que comienza el tercer capítulo de "El Libro de Las Almas" bien podría definirse como La Calma que precede a La Tempestad que se desata al llegar «El gran desconocido» (The Great Unknown), ese ente que - tal como bien se apunta en el brillante analisis que en IRON MAIDEN - FAN CLUB ARGENTINA se ha hecho de las letras del mencionado Disco / Libro - es el causante de que La Violencia se haga dueña y señora de nuestros actos, y, en consecuencia, entremos en una espiral en la que, siguiendo lo dictado por el Principio de Acción y Reacción, nos vemos abocados a estar siempre preparados para defendernos de los golpes que, por venganza, nos darán por, en un momento dado, haber cometido nosotros un acto que - debido a las nefastas consecuencias que, más pronto que tarde, tendrá - desearemos olvidar con la fuerza con la que, tal como a Vogel confeso, «El Capitan en cuya coraza se metio el hermano de armas de "El hombre que pudo reinar"» deseaba olvidar haber liderado a una de las jaurias de Perros de La Guerra al servicio de la Liga Católica que, en el año 1631, durante el saqueo de Magdeburgo, además de a Dios, mataron a unos 20.000 habitantes de la mencionada ciudad germana, la cual las fuerzas de la coalición de Estados alemanes católicos destruyeron para vengarse de la Unión Protestante por los ejércitos de esta última haber destruido una urbe católica durante una de las cientos de batallas que se libraron durante la Guerra de Los Treinta Años, y por culpa de las cuales tantas lagrimas derramo La Vieja Europa, mientras combatían entre ellos hombres tan brutales como los que llegaron a ese precioso lugar que era "El último valle" y al que, sosteniendo en su mano un Clavell tan hermoso como los que germinan en el Tirol austríaco, y metido en el traje y la piel de un guia turistico, nos llevo el novelista australiano que, en 1966, nos mostro como Dirk Struan se coonvertia en "Tai - Pan" de Hong Kong gracias a la destreza demostrada por él tanto en tierra como en el mar que surco a bordo de un barco como aquel en el que hasta El Imperio del Sol Naciente llego el marinero inglés cuyas aventuras, en 1984, un par de décadas antes de leerlas, y serie de televisión mediante, emocionaron al niño que fue el juntaletras que esto escribe, y que al actor que, hace tres décadas, interpreto al aventurero que descubrio el tesoro que en su interior albergaban "Las minas del rey Salomón" mucho cariño le tiene por, a través de sus ojos, permitirle ser testigo de los acontecimientos gracias a los cuales Yoshi Toranaga - san en "Shōgun" de Japón se convirtió.

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Dado que, a lo largo de La Historia de La Humanidad, "Un asunto de vida y muerte" (A Matter of Life and Death) ha sido y es esa tragedia que, tal como bien apunto Herodoto, provoca eso tan innatural que es que Los Padres entierren a Los Hijos a los que dieron La Vida, lógico y normal es que, para Steve Harris, a la hora del susodicho escribir una canción, sean La Mejor de Las Musas esos conflictos militares durante los cuales - tal como en su diá, bajo el cielo sobre Afganistan, comprobarón los hermanos de armas de Kinessa Johnson - "Los colores (de las banderas) no funcionan" como escudo protector de los soldados que, por La Pasión, por La Gloria, por Los Recuerdos y por El Dinero, combaten en el campo de batalla, y que, tras servir a su patria, se reincorporan a la vida civil llevando sobre sus espaldas el peso de las "Fortunas de guerra" que son el recuerdo de las atrocidades cometidas y/o vistas, y sobre las cuales el bajista mencionado anteriormente nos dio el pertinente parte de guerra en el que fue el décimo albúm de la banda liderada por él, y el primero en el que las funciones de frontman fueron desempeñadas por quién, en 1998, junto a Harris, Dave Murray, Janick Gers y Nicko McBrain, cruzo las puertas del galáctico antro de perdición que bien podría decirse que era una copia de la Cantina de Mos Eisley, y tras cuyas paredes una partida de Poker jugarón "El Ángel y El Jugador" de los que es inevitable acordarse al leer / escuchar la página de "El Libro de Las Almas" en la que con «El Rojo y El Negro» (The Red and the Black) de La Ruleta se ha escrito la historia de un adicto al juego. Y es que, a medida que transcurren los 13:33 minutos de duración del capítulo en cuestión, comprobamos con tristeza como el protagonista del mismo, sin pensar las consecuencias, recorre el camino de la perdición, ese que, al fin a la postre, lo llevará a acabar arruinado y ser tan desgraciado como aquel "Pobre jugador" que Los Suaves maullidos de unos gatos oyo al salir del casino en el que gasto su poco dinero con la rapidez con la que litros de alcohol Bruce Dickinson consumio en el pub que abordado fue por el Disc Jockey que es "El principe de los piratas", y tras cuyos muros, mientras "Johhny B. Goode" a su madre le pedia una guitarra, "Vamos muy bien" le decia Fortu a Yosi, y a "El flautista" llamado José Carlos Molina que, con la fuerza de un "Ñu", embistio a Rosendo Mercado para a este último dejarle claro que no le estaba "Agradecido" ni por sus "Maneras de vivir" ni por haberle golpeado con un Leño.










Aunque como, compatriotas de William Shakespeare, seguramente fueron muchas las veces que, en su lengua materna, los IRON MAIDEN oyeron que “Fate is the one that shuffles the cards, but we are the ones we play" (El Destino es el que baraja las cartas, pero somos nosotros los que jugamos), esta claro que los susodichos opinan que "Cuando el río corre hacía la profundidad" no hay nada que podamos hacer al estar echada La Suerte y estar decidido nuestro destino. Y es que la conclusión que puede extraerse de este tema, que bien podría haber marcado los pasos de quienes bailaron la "Danza de La Muerte", es que, hagamos lo que hagamos en vida, nada podrá evitar que cambiemos el rumbo que nos marcarón al nacer, y que, sea como sea, a todos nosotros, hallamos sido fieles a nuestras ideas o hallamos vendido muy barata nuestra alma, hasta El Reino de Los Muertos nos llevará a bordo de esa barca a la que subiremos tras, "Por si sirve de algo", escribir la "Carta a El Barquero" al que pagaremos dos monedas para que él nuestro último viaje haga realidad hundiendo su remo en hediondas aguas que impediran que en ellas reflejado veamos ese rostro nuestro del que si nos devolveria su imagen las cristalinas y frías aguas de "El Don apacible" que, a lo largo de la historia, se tiñeron de rojo por culpa de la sangre derramada durante las batallas que, bajo el cielo sobre Ucrania, se libraron cerca de la rivera de dicho río, y que fueron tan encarnizadas como la que, entre el 1 de abril de 1992 y el 14 de diciembre de 1995, tuvo lugar en la República de Bosnia - Herzegovina, esa preciosa Región de los Balcanes en la que, ademas de haber bellos paisajes naturales, hay "Un puente sobre el Drina" que provoca que sean muy admirados los centenares de hombres que, sin tener la tecnología que hoy se emplea en la construcción civil, consiguieron que fuera una realidad la estructura que, en 1577, ordeno construir el Gran Visir Mehmed Paša Sokolović, y que, además de ser el culmen de la arquitectura e ingeniería otomana, es, desde 2007, y, por decisión de la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad.

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Dado que, en los conciertos que IRON MAIDEN ha dado a lo largo de los últimos quince años, muy buena acogida han tenido las canciones compuestas por la pareja formada por Steve Harris y «El rubio y simpatico guitarrista que, en los mencionados eventos, siempre acaba peleandose con Eddie», era lógico y normal que el citado bajista y Janick Gers para el disco hoy blogueado escribieran un capítulo que, oído lo oído, empapado ha sido por la lluvia de Magia, Épica y Potencia de fuego musical bajo la cual danzo el tema que, en 2003, dio nombre al albúm que incluia las plegarias con las que podriamos conseguir que "El Hacedor de Lluvia" desencadenara la tormenta capaz de las grietas de ese desierto que es nuestra vida sellar con agua tan purificadora como aquella cuya carencia provoco que La Madre Tierra no pudiera dar los alimentos capaces de evitar que murieran de hambre los que fueron hechos prisioneros por "El Terror" cuando - tal como defiende Simon Martin, historiador británico contratado por IRON MAIDEN para que el concepto del último album de la citada banda fuera lo más respetuoso posible con La Civilización Maya - Chilam Balam, Sacerdote Profeta (Chilam) cuyo apellido - Balam - significa Jaguar, anuncio que en «El Libro de Las Almas» (The Book of Souls) estaba escrito que, siglos después, y a bordo de once navios, a la Península de Yucatán llegarían aquellos cuatro cientos soldados españoles que, "Cuando éramos invencibles", protegidos con coraza y morrión, y armados con espadas y arcabuces, a miles de guerreros aztecas derrotaron mientras latia "El corazón de El Cielo" sobre el país centroaméricano en el que, en este preciso instante, y mientras "El Dios de La Lluvia llora sobre México" al ver que los habitantes de dicha republica federal están al filo del mañana en el que tendran que elegir entre ser lobos o ser corderos, cientos de balas, como las que un "Sicario" utiliza para cargar su pistola automática, son disparadas por el ejército de asesinos que, dando Fe de "El poder del perro", tratan de aumentar la extensión del territorio de "El cartél" al servicio del cual se pusieron tras recibir de él una cantidad de dinero que, al cambio, vale tanto como, hace siglos, valían "Treinta doblones de Oro".

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Dada que - a parte de demostrar lo virtuosos que pueden llegar a ser, tanto componiendo canciones como instrumentandolas - los IRON MAIDEN, con su último disco, tenían como "Segundo objetivo" satisfacer musicalmente a ese sector de La Hermandad Heavy que disfruta más con el sonido que la banda tenia en su primera época, y que, paulatinamente, ha dado paso a sonidos más progresivos, el primer tema del segundo disco de La Obra Maestra hoy blogueada cumple con creces lo anteriormente mencionado mientras avanza siguiendo la estela dejada por el triplano Fokker Dr.I pintado de rojo sangre que era capaz de trepar como un mono y maniobrar como un demonio gracias a la pericia de Manfred von Richthofen, el militar nacido el 2 de Mayo de 1892 en Breslau (Polonia) que - primero a bordo de un biplano Albatros D.II, y después a bordo del avión mencionado anteriormente - durante la Primera Guerra Mundial, en los cielos sobre Europa, combatio contra los aviadores al servicio de los países que pretendían derrotar al Imperio Alemán, y que «Muerte o Gloria» (Death or Glory) sabian que eran los únicos resultados posibles de su enfrentamiento con quién, antes de ser abatido en la mañana del 21 de abril de 1918 cerca del río Somme (Francia), consiguio derribar ochenta aeroplanos enemigos, circunstancia esta última que no estuvo reñida con el hecho de que mostrara con sus rivales una caballerosidad que, al fin y a la postre, fue la culpable de que, además de ser conocido como „Der Rote Baron“ (Barón Rojo), fuera homenajeado con una canción en cuya letra queda patente el respeto que por él tenía y tiene el matrimonio formado por Carolina Cortés y José Luis Campuzano, ese Sherpa singular que - al igual que "Breakthoven" - dice ser genial, y que con sus propias manos hizo el guante de cuero negro que, como señal de afecto, regalo a Bruce Dickinson años antes de que este último consiguiera obtener la licencia por cortesia de la cual, como Comandante de vuelo, puede pilotar el Boeing 757 - 200 cuyo nombre de guerra es Ed Force One.



La región sobre la cual esta el trozo de cielo que surcaba el aviador anteriormente mencionado, cuando fue derribado, fue precisamente el lugar donde, entre el 1 de Julio y el 18 de Noviembre de 1916, se libro la batalla que, por su saldo final, 1.000.000 de muertos, se gano por derecho propio ser la primera del trio que la susodicha forma junto a la Batalla de Verdún (700.000 muertos) y la Batalla de Passchendaele (600.000 muertos), y que da Fe de la enorme carnicería en la que la Primera Guerra Mundial se convirtio cuando La Humanidad se embriago con el nauseabundo olor de "Las flores de El Mal" que bien podrían haber germinado en "El jardín impío" en cuya superficie quedo grabada "La huella del cazador" que apresó a las decenas de lectores que cayeron en la trampa que, el 29 de Julio de 2015, Juan Miguel Fernández Fernández colocó dentro del territorio conquistado por las carpas montadas con mótivo de la IV Edición del Festival Celsius232, y en el que, durante la cuarta y última jornada de tan fantástico evento, a «El que, al igual que él, el 28 de Junio de 2002, bajo el cielo sobre La Morgal (Langreo), a EDGUY vio derramar "Las lágrimas de La Mandragora"» encontro cuando el susodicho estaba a punto de abrir la carta lacrada en cuyo interior estaba el billete que le permitiría viajar hasta "Neimhaim", ese helado reino en el que testigo sería de como una joven guerrera llamada Ailsa luchaba contra las criaturas creadas por Nordkinn, y contra las que, la citada miembro del clan Kranyal, podría haber utilizado las armas cuyo manejo a un "Séptimo Hijo de un Séptimo Hijo" (Seventh Son of a Seventh Son) le enseño el alcohólico cabellero que bien podría haber formado parte del ejército al servicio de "El Rey Pescador". Fue precisamente el rostro del citado monarca el que surcado fue por las «Lágrimas de un payaso» (Tears of a Clown) que, a causa de los estragos provocados por la Demencia de cuerpos de Lewy, acabo con su vida tras reunir el valor que para ahorcarse del "Árbol de humo" no tuvieron aquellos soldados estadounidenses que sus jornadas en El Infierno que fue para ellos las selvas del sudeste asiatico comenzaban gritando "¡Good morning, Vietnam!". Y es que, por increíble que parezca, uno de los mejores capítulos de "El Libro de Las Almas" es el medio tiempo que los tipos duros que han firmado dicha novela musical dedican a "El hombre bicentenario" que, "Más alla de los sueños", bien podría haber tenido "Sueño de Espejos" como los que tienen "Los que sueñan" solamente en blanco y negro.








Un claro ejemplo de que - tal como, tras el asesinato de Julio César, y por orden de William Shakespeare, Marco Antonio dijo - ¡"El mal que hacen los hombres" les sobrevive! ¡El bien queda frecuentemente enterrado con sus huesos! es el hecho de que, a día de hoy, tanto en Dakota del Sur como en esa preciosa ciudad germana que es Munich, y en la que, durante el frio invierno de 1987 nacio "Seventh Son of a Seventh Son", sea recordada la matanza que, el 29 de Diciembre de 1890, cerca del arroyo Čhaŋkpé Ópi Wakpála (Wounded Knee), fue perpetrada por soldados del 7.º Regimiento de Caballería del Eército de los Estados Unidos, - que dadas sus fuertes convicciones cristianas bien podría decirse que formaban la versión moderna de "El Ejércto de Dios" que en España combatio mientras, a la luna llena, sobre dicho país, aullo "La Loba del Al - Andalus" - y tras las cual 300 indios lakota (entre los que había mujeres y niños) se sumaron a los miles de nativos norteamicanos muertos durante la guerra que «Los colonos europeos que un futuro mejor buscaron en los salvajes territorios de El Gigante Américano» libraron contra «Los que, a raíz de la llegada del hombre blanco a la patria del Tío Sam, para salvar sus vidas, se vieron obligados a "Correr hacía a las colinas"», y tras cuyo final, primero Los Choctaw, en 1831, y posteriormente Los "Cherokee", en 1838, obligados se vieron a recorrer el Sendero de Lágrimas que los ancianos de la última nacion india mencionada anteriormente denominaron «Nunna daul Isunyi» (El camino donde nosotros lloramos), y por el que, el 21 de octubre de 2005, bajo el techo del Estadio Hartwall Areena de Helsinki (Finlandia) y guíados por la dulce voz de Tarja Turunen, caminaron los compatriotas de los integrantes de la banda gothic - metalera de la que, desde el 1 de Octubre de 2012, es vocalista la hermosa Floor que el 21 de febrero de 1981 broto en Goirle (Holanda), y que, con su potencia vocal, contribuyo notablemente al homenaje que, "Élan" mediante, «El Deseo Nortucno surgido del frío de Kitee» le hizo al poeta estadounidense que, en 1865, sobre "Hojas de hierba", escribio la elegía a Abraham Lincoln de la que los miembros de "El club de Los Poetas Muertos" extrajeron las palabras con las que, llenos de cariño y admiración, se despidieron de John Keating. Escuchado lo escuchado en el noveno capítulo de la novela musical firmada por quién con el medio tiempo citado anteriormente rindio su partícular tributo a quién, siendo profesor de Literatura Inglesa en la Academia Welton, nos presento a Walt Whitman, bien podría decirse que, mientras cabalgamos a través de las «Sombras del Valle» (Shadows of the Valley), es inevitable para nosotros acordarnos de los seiscientos cuarenta y seis héroes desconocidos para los que - al igual que para el Teniente Coronel llamado George Armstrong Custer, y que, antes de cargar junto a ellos, les había dicho Si vaís a morir, "Morir con las botas puestas" - El Valle de La Muerte fue el valle cerca del Río Little Big Hor en el que, mientras en los bares de Montana los cowboy pedian al posadero que les echara "Whisky en la jarra", murieron durante la "Masacre" en la que, al fin y a la postre, se convirtio la batalla que, entre el 25 y el 26 de Junio de 1876, allí libraron contra los dos mil nativos norteamericanos liderados por el gran jefe sioux Tasunka Witko (Caballo Loco).










Aunque la lectura de "El Libro de Las Almas" es todo un chute de adrenalina capaz de sacarte de lo más profundo del más negro abismo, cierto es que cierta melancolía y desazón nos embargan al llegar al capítulo firmado por «El hombre de La Tristeza» (The Man of Sorrows), y que, en honor a La Verdad, también podría haber sido escrito por El Juntaletras que esto escribe. Y es que, tal como le ocurrio al autor del mismo, más de una vez, gritando "¡No más mentiras!" - y mientras aún me dolian las heridas provocadas por El Odio con el que, en uno de los mejores momentos de su vida, atacado fui por una pareja de despreciables engendros humanos a los que un día considere mis "Hermanos de sangre" - pedi que no se me volviera a decir que mientras hay vida, hay esperanza, puesto que consciente era yo de que - por culpa de ese gran error que había sido mi comportamiento durante esos años pasados a lo largo de los cuales, jactandome de ello, afirmaba "Yo puedo jugar con la locura" - tenia yo muy poco margen de maniobra para - durante esos tiempos de invierno que me restan, y que, como bien sabe el "Jornalero", serán mi mortaja - "Conquistar un tierra" en cuyas entrañas hubiera una especia que, por ser similar a la Melange que había en las entrañas del desértico planeta Arrakis, podría proporcionarme la energia necesaria para realizar yo esas grandes hazañas, tanto personales como laborales, por cortesia de las cuales, llegada Mi Muerte, en mi epitafio no se afirmaría que Mi Vida había sido sinónimo de "Años malgastados".







Puesto que, dada la grandeza de los diez capítulos que le preceden, habría sido un error que el epílogo de "El Libro de Las Almas" volara a menor altura artística que los susodichos, IRON MAIDEN ponen punto y final a su último disco hasta la fecha con un tema de 18 minutos, en el que, en mayor o menor medida, todos los miembros de la banda dan muestras de su calidad artistica, y cuyo comienzo a Bruce Dickinson le sirve para, metido en el traje y la piel de "El Fantasma de La Ópera", demostrar que tocar el piano es otra de esas muchas aficiones suyas de las que, tal como podremos comprobar al llegar al «Imperio de Las Nubes» (Empire of the Clouds), cabe destacar el estudio de todo lo relacionado con la Aeronáutica.


Y es que, El hecho de que el broche de oro con el que se cierra "El Libro de Las Almas" sea la banda sonora del ascenso y caída del dirigible rígido denominado R101 que, el 5 de octubre de 1930, mientras el norte de Francia dormia en sus camas, se estrello contra el suelo de dicho país tras, a sus 54 pasajeros a bordo, de los cuales solo sobrevivieron seis, permitirles comprobar que El Amanecer Rojo sobre El Cielo Azul era tan bello como esa bandera conocida como la Union Jack, y ante la cual orgullosos se cuadran los compatriotas de los ingenieros que intervinieron en el programa cuyo fin último era desarrollar aeronaves civiles capaces de realizar viajes turisticos de larga distancia dentro del Imperio Británico, deja patente que la razón por la cual Bruce Dickinson ha invertido buena parte de su fortuna en Hybrid Air Vehicles (HAV) es el deseo del susodicho de que, más pronto que tarde, sean una realidad esos aviones hibridos, similares al Zeppelin, bautizados con el nombre de Airlander, y que por el hecho de tener la longitud de un campo de fútbol será la más grande de esas máquinas voladoras - entre las que estan los aviones de combate que, durante la Segunda Guerra Mundial, lanzaron bombas sobre ciudades alemanas mientras las espaldas de los pilotos de los mismos eran protegidas por un "Artillero de cola" - y que, siguiendo las rutas trazadas en "El Mapa de El Cielo", devoran miles de millas aereas mientras, desde tierra firme, somos muchos los amantes de la Ingeniría que, por el avance tecnológico que suponen, contemplamos con asombro a esos pajaros de acero que, hoy en día, son para nosotros un medio de transporte tan frecuente como los carruajes tirados por caballos lo eran para los coetaneos de aquel escritor que, con su imaginación, creo "La máquina del tiempo" gracias a la cual yo podre estar en varios de los puntos marcados en "El Mapa de El Caos".


En resumen: A punto de cumplirse dos décadas desde la bendita tarde en la que - días después de que Carlos "El Heavy", tras los muros de la Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales (Gijón), me presentará a IRON MAIDEN - aprovechando que los botes de comida para tortugas vendidos en el Carrefour estaban a centeneres de metros de la zona donde uno podría comprar cassettes y CDs, consegui hablar con El Diablo tras, mi Walk - Man mediante, marcar "El Número de La Bestia", tengo más que sobradas razones para afirmar que la lectura de "El Libro de Las Almas", ha Reforzado, con R de Rumania, mi intención de, hasta el fin de mis días, ser traspasado por los afilados pinchos de La Doncella de Hierro que, desde 1996, me acompaño en mis mejores momentos y en aquellos menos buenos durante los cuales - leyendo novelas protagonizadas por tipos como los que me gustaría ser, y como los que, para mi desgracia, nunca seré - llegue hasta la TIERRA SANTA en la que, tras combatir cuerpo a cuerpo con „Die Walküren“ cuyo nombre es La Esperanza, me convenci a mi mismo de que mientras en mi pecho siguiera latiendo ese corzón mío que es tan bravo como el de "El soldado de caballeria" podría conseguir hacer realidad esos sueños míos que diametralmente opuestos son a las pesadillas que, tras las paredes de una de las casas de Elm Street, tuvo la mujer a la que Freddy Kruegger le dijo "Trae a tu hija a La Masacre"...




sábado, 21 de noviembre de 2015

El final de La Guerra solo lo ven Los que el sueño eterno duermen dentro de tumbas excavadas en las entrañas de La Tierra de la que los zahories extraen agua


Si bien, a diferencia de para el resto de La Humanidad, la llegada del año 2000 no supuso para mi nada especial, lo cierto es que, gracias a un disco y a una película, puede decirse que - musical y cinematograficamente - un antes y un después en Mi Vida supuso el periodo temporal que comenzo la noche que siguió a los "Días extraños" durante los cuales - ante la cámara tras la cual estaba «La directora gracias a la cual yo, surfeando junto al que le llamaban Bodhi, llegue hasta el "Punto de quiebra"» - Lenny Nero, sin arrugarse el traje, buceo entre la mierda.

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Y es que fue una noche de Domingo del mes de Mayo de 2000 cuando Mariano Muniesa, valiéndose de su aterciopelada voz, presento en sociedad a "The Wickerman", ese hombre de paja sobre cuyas andanzas Bruce "Garganta de acero" Dickinson canto mientras se oía el trote de los caballos espoleados por los latigazos que, con un bajo Fender Precision con cuerdas RotoSound Flatwound, Steve Harris les daba, y que daba título al single del disco que bien podría decirse que es el himno del "Brave New World" creado en 1932 por el escritor del que compatriotas son los seis integrantes del grupo musical cuyo duodécimo álbum de estudio se inspiro en la novela que narra lo acontecido en "Un mundo feliz", y cuyos tres miembros originales - el bajista mencionado anteriormente, Dave Murray y Adrian Smith - acaecido lo acaecido durante las últimas décadas, sin miedo a ser tildados de arrogantes, bien podrían haber dicho: La obra musical de IRON MAIDEN será recordada "De aquí a La Eternidad", es decir, desde 1975 hasta ese concepto relacionado con el de La Inmortalidad que los latinos llamaban aeternitas, y al que, en el año 2000, se aludirá en el trailer de la película que - tras verla estando hambriento de buen cine tanto como de un plato de Gulash condimentado con pimiento paPRYCA lo estaría el espíritu de Corvín Mátyás - al fin y a la postre, se convertirá en una de las favoritas de ese True Metal Warrior llamado José Luis, y que, en una de las salas del centro comercial sito en la Avenida del Llano, vera junto a ese buen amigo suyo llamado Abel Molinero, y que, al igual que él, años después, bajo el cielo sobre Quiros (Asturias), constatara que "A La Forca ahorcan".

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Tal como todos los amantes del buen cine habrán extraído del vídeo anteriormente enlazado, «La película protagonizada por «El "Gladiador" en el que se había convertido el General de las Legiones Félix que, en el año 180 d. C., bajo el cielo sobre Vindobona (actual Viena), y tras gritar "Roma vincit!", junto a sus subordinados cargo y derroto a las indómitas tribus germanas»» fue la causante de que, cinematograficamente, el 2000 fuera sinónimo para mí de «El año en el que vi la Obra Maestra del Séptimo Arte dirigida por el inglés nacido el 30 de noviembre de 1937 en South Shields que, en 1977, durante la clausura del Festival de Cannes, del Premio a la mejor Ópera Prima se hizo merecedor por su adaptación a la pantalla grande de la novela firmada en 1907 por el alter - ego de Józef Teodor Konrad Korzeniowski, y de cuya banda sonora no oficial bien podría haber formado parte la canción con la que al interminable combate de esgrima que se libro "En algún lugar en el tiempo" letra y música le puso la banda heavy - metalera cuyo frontman habría sido un más que digno rival para el general de brigada Treillard y el teniente Armand d'Hubert si, en 1812, se hubiera cruzado en el camino de ambos mientras, siendo miembros de la Grande Armée, huían de Moscú haciendo frente a las despiadadas cargas de caballería de Los Cosacos procedentes de Ucrania y el Cáucaso que, al mando de su temible líder, el conde Matvei Ivanovich Platoff, combatían enrolados en el ejército del Emperador Alejandro I».

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Quince años después de haber visto «La película que, en mi particular versión de "La lista de Schindler" ocupa la septuagesima cuarta posición, y que me provoco una emoción que no volvió a embargarme hasta aquel día de Octubre de 2001 en el que, tras sentarme por octogésima cuarta vez en mi vida ante una pantalla de cine, firme "El pacto de los lobos"» si, por tener una factura técnica y espectacularidad similares a la de la susodicha, tuviera que equipararla a ella, sin lugar a dudas, la elegida sería la vista por mi amada y por mi el pasado 25 de Abril de 2015, y cuya buena parte de su metraje transcurre bajo el cielo sobre una pequeña parte del territorio del que, desde 1648 hasta 1687, Sultán fue Mehmed IV, aquel hombre al que sus compatriotas apodaron Dördüncü (Cuarto) y Avcı (Cazador), y que, en 1676 - tras autodefinirse como hijo de Mahoma; hermano del sol y de la luna; nieto y virrey de Dios, gobernante de los reinos de Macedonia, Babilonia, Jerusalén, Alto y Bajo Egipto, emperador de emperadores, soberano de soberanos, extraordinario caballero, nunca derrotado; firme guardián de la tumba de Jesucristo, delegado del poder divino, esperanza y confort de los musulmanes, cofundador y gran defensor de los cristianos - exigió que, sin resistencia alguna, se sometiera a la voluntad de él el pueblo cuyo nombre deriva de la palabra túrquica Quzzaq (Nómada, hombre libre), y que - con la carta en la cual, entre otras lindezas, escribieron ¡idiota ante nuestro Dios, nieto de la serpiente y calambre en nuestros penes. Morro de cerdo, culo de yegua, perro de matadero, rostro del anticristianismo, folla a tu propia madre! - le demostraron que su capacidad para ser vulgares y groseros era tan elevada como la fiereza de la que dio el guerrero por cuyas venas circulaba sangre que tenia el mismo ADN que la de Ivan Sirko, y que, el 22 de Abril de 2011, intento acabar con la vida de ese hombre cobarde que, en realidad, es un héroe valiente, y cuyas andanzas cinematográficas tuvieron buena culpa de que, la bendita fecha indicada anteriormente, tras quitarse los YELMO con los que, respectivamente, cubrían sus cabezas, la primera página de su particular novela de caballería empezaron a escribir los miembros de la pareja que, a finales de 2014, testigo fue la historia protagonizada por "Dioses y Hombres", y que filmada fue por Ridley Scott, el reputado director de cine del que, visto lo visto durante la magistral clase de Cine impartida por "El maestro del agua", mucho aprendió Russell Crowe durante el rodaje de la película gracias a la cual, el 25 de Marzo de 2001, se convirtió en dueño y señor del Premio Oscar que atestiguaba que los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas consideraban que brillante había estado él dando vida a ese duro y valiente hombre llamado Máximo Décimo Meridio, y que - además de ser comandante de los ejércitos del norte, general de las legiones Félix y leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio - como padre de un hijo asesinado y marido de una mujer violada y asesinada tenia como mayor propósito alcanzar su venganza en esta vida o en la otra.

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Sin lugar a dudas, la vida y la trayectoria cinematografica de Russell Crowe muy diferente habría sido si la oferta para, con el rostro bañado por El Sol, cabalgar por los verdes prados de El Eliseo hubiera sido aceptada por «El actor neoyorquino nacido el 3 de enero de 1956 en Peekskill, y que - gracias al cambio de residencia que, a principios de la decada de los 70, el matrimonio Gibson decidio realizar para evitar que aquellos de sus once hijos que estaban en edad militar acabaran combatiendo en las selvas vietnamitas en las que Martin Riggs demostro ser un "Arma letal" - su infancia y adolescencia paso en la isla oceánica en la que, teniendo cuatro años de edad, empezo a querer el neozelandes nacido en Wellington el 7 de abril de 1964».

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Como si El Destino Cinematográfico hubiera querido unir aún más a «El hombre que - catorce años después de vivir peligrosamente ante la camara del director que, en 2003, llevo a Russell Crowe "Al otro lado del mundo" - fue un taxista que, mientras a sus clientes les alestaba de la "Conspiración" que estaba tramando la AgenCIA Central de InteligenCIA, recorrio las calles de la ciudad norteamericana en la cual traficaban con droga los "Gangters americanos" liderados por Frank Lucas», y a «El que se metio en la cazadora de cuero y la piel del incorruptible detective del Departamento de Policía de Newark que, al fin y a la postre, detuvo al jefe del crimen organizado de Harlem al que, con la precisión de un reloj suizo, encarno el actor que recientemente dio vida a "El Ecualizador"», el neozelandes por cuyas venas circula sangre galesa, noruega y maorí, llegada la hora de ponerse tras una camara cinematografica similar a aquella ante la cual interpreto a Richie Roberts, ha tenido a bien viajar en el tiempo hasta 1915, año este en el que en la península turca de "Gallípoli" tuvo lugar la mayor operación anfibia jamás realizada hasta entonces, y en la cual, tal como Peter Weir nos mostro en 1981, murieron cientos de miles de australianos que hasta allí llegaron deseosos de, en el campo de batalla, conquistar La Gloria que, en una pista de atletismo, deseaba conquistar el mejor amigo de «El joven que fue quién, hace veinte años, dentro de su pecho albergo el "Bravo corazón" del Highlander cuyo nombre, aún hoy en día, más de setecientos años después de su muerte, es venerado por los descendientes de los escoceses que, hace siglos, cambiaron Las Tierras Altas de Escocia por los duros e inmensos desiertos de Australia».

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Llegada la hora de presentar la película hoy blogueda bien podría decirse que esta última, si hubiera sido rodada hace décadas, bien podría haber sido incluida en la sección cinematográfica dedicada a grandes producciones épicas de las que, entre otras, cabría destacar la que, en 1975, fue dirigida por John Houston, y protagonizada por ese par de hermanos de armas de "El soldado de caballeria" que eran "El hombre que pudo reinar" y Peachy Carnehan, y que hicieron acto de presencia en la portada de la revista cuyo nombre hace referencia al grito de guerra que, mientras hacían repicar las conteras de sus armas blancas contra el suelo haciendo saltar chispas contra las piedras, proferido era por los almogávares que ejecutarón "La venganza catalana", y que, recientemente, publico un extraordinario reportaje sobre la batalla en la que, junto a decenas de miles de compatriotas suyos, combatieron los tres hijos del hombre del que, por ser uno de los llamados "brujos del agua", bien podría ser admirador ese científico, tecnólogo y líder empresarial llamado Larry R. Marshall, y que, por ser adicto a esa pseudociencia (radiestesia) que afirman dominar los zahories, protagonista absoluto fue de la polemica generada por su nombramiento como director de la CSTR (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization / Organización de Investigaciones Científicas e Industriales de la Commonwealth).

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Comprado el billete que nos permite ser pasajeros de "La máquina del tiempo" creada en 1899 por el científico al que, en 2002, interpreto «El australiano de adopción nacido el 5 de octubre de 1967 en Cambridgeshire (Inglaterra), y que, en 1997, estando "Los Angeles al desnudo", junto al Oficial Wendell "Bud" White a los autores de un brutal asesinato detuvo», los alumnos de "El maestro del agua" hicimos parada y fonda en el 9 de enero de 1916, día este en el que finalizo la batalla que, desde el 19 de febrero de 1915, se libro en la peninsula que constituye el litoral septentrional del estrecho de los Dardanelos, y durante cuyo transcurso 252.000 anglosajones, 47.000 franceses y 253.000 turcos murieron mientras, tras las paredes de sus seguros y confortables despachos, jugaban a los soldaditos los altos mandos militares de los ejércitos de Francia, el Imperio Británico, Australia y Nueva Zelanda que, por orden de Winston Churchill, diseñaron la estrategia que tenia como fin conseguir crear una vía a través de la cual el Imperio Ruso pudiera recibir el armamento necesario para enfrentarse con garantias al Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Otomano.

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Dada la sangrienta y belicosa materia prima que Andrew Knight y Andrew Anastasios tuvieron entre manos a la hora de escribir a cuatro manos la lección a impartir por "El maestro del agua" es sorprendente que durante los primeros de los ciento once minutos que dura el cuento cinematografico cuya introducción podría haber sido "Bir Zamanlar Anadolu'da" (Érase una vez en Anatolia) seamos testigos de una escena cargada de humanidad - protagonizada por el actor que, en 2011, encarno al Commissar Naci - que, por ser breve y buena, es dos veces buena, y cuyo analisis hace inevitable que me acuerde yo de aquella lejana noche durante la cual Carlos Pumares, enfrentando a "The Searchers" con "El cazador", expuso la razón por la cual consideraba que, mientras que el realizador que nos permitio estar tras las empalizadas del "Fort Apache" era "Un extraordinario director de cine", "Un juntafotogramas capaz de aburrir a las ovejas" era el neoyorquino descendiente de compatriotas de "El siciliano" que, disparo en la cabeza mediante, le abrio "Las Puertas del Cielo" al mejor amigo de "El italo americano nacido en la ciudad estadounidense de la que "Manhattan Sur" es uno de sus barrios más conocidos".

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Mientras que, siendo filmada por John Ford, Marta Edwards (Dorothy Jordan) con ese simple gesto que fue doblar con sumo cariño la chaqueta de Ethan (John Wayne) demostro que, en lugar de hacerlo con el hermano de este último, le habría gustado casarse con «El duro hombre al que, en 1956, encarno El Duke, y que, al fin y a la postre, se convirtio en uno de los "Centauros del desierto"», la orden que, ante la camara cinematográfica tras la que estaba Russell Crowe, el Major Hasan (Yilmaz Erdogan) da al más pequeño de los subordinados suyos deja constancia de que en el corazón de él aún había lugar para La Piedad que de los suyos demostrarón haber desterrado los oficiales australianos que, en sucesivas oleadas, contra el muro de fuego y plomo edificado por los otomanos con las balas disparadas por sus fusiles lanzaron a aquellos soldados aussies que - tal como, cada 25 de Abril, se recuerda durante los actos conmemorativos del ANZAC Day (Día de Los ANZAC (Australian and New Zealand Army Corps / Ejército conjunto de Australia y Nueva Zelanda) - fueron hasta allí como representantes de seis estados separados (Nueva Gales del Sur, Queensland, Australia Meridional, Tasmania, Victoria y Australia Occidental) y regresaron siendo miembros de una sola nación (Australia).

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Visto lo visto durante los primeros minutos de "Son Umut", lo primero que nos queda claro a los espectadores es que el film que veremos no tiene intención de aumentar la mala impresión que los que viajamos a bordo de "El expreso de medianoche" llegamos a tener de los nacidos en el país en cuya bandera nacional pueden verse la luna menguante y la estrella blanca que, sobre un fondo rojo, finalizada la Batalla de "Gallípoli" el abanderado del ejército vencedor de esta última ondeo ante los ojos del sargento Jemal, el simpático y fiel servidor del Major Hasan que encarnado es por ese popular cómico turco bautizado con el nombre de Cem Yilmaz, y que, quizás por haber nacido en el distrito de Estambul llamado Fatih (Conquistador), en 2004, conquisto el planeta "G.O.R.A." ante la atenta mirada de los que pasaron por taquilla para ver la película que, veintidos años después del estreno de "Dünyayi kurtaran adam", consiguio que a los aficionados a la ciencia - ficción nacidos bajo el cielo sobre Turquia pudieran disfrutar de un cariñoso homenaje a la saga cinematografica por cortesia de la cual, en 1977, hasta una galaxia muy lejana llegaron los que en Diciembre de este año de "El despertar de La Fuerza" testigos serán.

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Dado que - tal como afirma la platonica frase que, en 2009, pronuncio uno de los dos "Hermanos" que protagonizaron la versión estadounidense de la película danesa en la que, un lustro antes, intervino la actriz nacida el 3 de julio de 1965 en Frederikshavn (Dinamarca) que definio a Maximo Decimo Meridio como un hombre bueno que habia engrandecido al Imperio Romano - "Sólo los muertos ven el final de la guerra", finalizada la batalla citada anteriormente comenzará la guerra que contra La Tristeza y El Dolor libraran los familiares de los jóvenes que, tal como nos mostro una de las más producciones más ambiciosas de la cadena Nine Network, en "Gallipoli", llegada la "Hora límite", combatierón con gran valor ante las camaras fotográficas del equipo de periodistas que - a lo largo de serie televisiva en la cual un destacado papel tuvo la actriz que, metida en el traje y la piel de la Agente Olivia Dunham, detiene a los que inFRINGEn La Ley - demostrarán que "La primera victima de La Guerra es La Verdad".







En estos tiempos de pornografía sentimental en los que los medios de comunicación, conscientes de que su audiencia, como la espuma de una cerveza australiana, subirá gracias al morbo, una y otra vez, y por las más diversas razones, violan las fronteras hechas con lágrimas que delimitan los territorios del dolor ajeno es de agradecer el tacto con el que Russell Crowe muestra el dolor que, a consecuencia de lo acontecido a miles de kilometros de Australia, es dueño y señor del corazón de la mujer a la que el granjero interpretado por el actor mencionado anteriormente le hará "La promesa de su vida", la cual, además de, al fin y a la postre, desencadenar los acontecimientos de los que a continuación testigo será el espectador, ha sido la causante de que "Das Versprechen seines Lebens" sea, en la lengua materna de Ralf Rudolf Möller, el título de la película que ha supuesto el debut como director de «El hombre al que, metido en la coraza y la piel del gladiador apodado "El Hispano", en el año 2000, en la arena del Circo Romano, vimos por su vida luchar junto al guerrero germano al que dio vida el fisicoculturista nacido en Recklinghausen (Estado de Renania del Norte - Westfalia) que, entre 1997 y 1998, tras, en 1989, debutar como actor convirtiendose en un "Cyborg", a "Conan, el aventurero" encarno».

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El nauseabundo hedor de "Las flores de La Guerra" olido, en 1937, por John Miller, fue precisamente el causante del fallecimiento de los hijos de la mujer cuyo terrible dolor ante tamaña perdida provoco que, un día después del Día - D, se diera luz verde a la operación de rescate cuyo objetivo era "Salvar al soldado Ryan", y que - por el director que, en 1987, al niño que llegada su madurez interpreto al mencionado buscavidas filmó huyendo de las tropas de "El Imperio del Sol Naciente" - en 1998, sin húngar en la herida, fue retratada con un respeto y exquisitez que - a la hora de mostrarnos el trauma de la madre de Art, Edward y Henry - bien han podido servir de inspiración al hombre que, en 2007, hasta la estación de la que saldría "El tren de las 3:10" conducido fue por el granjero que estaba harto de como lo miraban sus hijos y de que su esposa no lo mirara, y que sobre como cuidar al ganado podría haber dado consejos a "El maestro del agua" australiano interpretado por el que, en 1992, fue El SkinHead que, patadas mediante, y al igual que los miembros de la violenta banda liderada por él - con la cabeza de los vietnamitas residentes en Melbourne que previamente, por dichos violentos racistas, habían sido derribados al suelo - el verbo "Romper Stomper" conjugó ante la atenta mirada del personaje encarnado por la actriz bautizada con el nombre de Jacqueline McKenzie, y que en la película hoy bloggueda dio vida a la mujer que - mientras con sumo cariño limpia las botas infantiles que calzaron los niños a los que ella dio La Vida que, decadas después, convertidos en tres hombres hechos y derechos, a ellos les fue arrebatada en Gallipoli - a su esposo le pide que, tras cruzar él las puertas de la habitación en la que hay tres camas vacias, lo acontecido a lo largo de "Las mil y una noches" se lo cuente a los tres hijos de ambos, y cuya muerte ella es incapaz de asumir.

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A consecuencia de lo que para Joshua Connor será otro duro mazazo, el mencionado zahori - durante "Los próximos tres días", o, mejor dicho, a lo largo de varias semanas, y mientras aún oye el eco generado por la acusación "Puedes encontrar agua pero eres incapaz de encontrar a tus hijos" - las miles de millas nauticas que hay entre las costas de Australia y el puerto de Estambul surcará siendo pasajero de un barco mucho más comodo que aquellos que - el 18 de marzo de 1915, durante la operación militar promovida por «El oficial del Ejército Británico que en aquellos días era el Primer Lord del Almirantazgo, y que, el 13 de mayo de 1940, tras las puertas de la Casa de los Comunes (la cámara baja del Parlamento del Reino Unido), sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor fue lo único que prometio a los habitantes del país del que, entre el 10 de mayo de 1940 y el 27 de julio de 1945, fue Primer Ministro» - destruidos fueron por las minas marinas que los turcos habían colocado a unos cientos de metros de las playas de Gallípoli, y a bordo de los cuales, junto a soldados franceses, británicos y neozelandeses, iban cientos de militares australianes que seguramente asombrados quedarían si el pasado 27 de abril de 2015 hubieran estado en el Puerto de San Fernando (Cádiz) en el preciso instante en el que puesta a flote era la última de las doce lanchas de desembarco incluidas en el programa del programa LLC (LHD Landing Crafts), y que Navantia construyo para la Armada Real Australiana.

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Estando ya En la ciudad turca que los otomanos llamaron İstanbul, y que los griegos llamaban Eis tên Polin, y en la que el 16 de Junio de 1826 - tras, cinco días antes, sublebarse contra el Sultan Mahmut II - fueron masacrados esos soldados de élite que era Los Jenizaros, el personaje encarnado por quién, proximamente, envuelto "En arena y sangre", nos mostrará los sufrimientos padecidos por James Riley en el Desierto del Sahara (Marruecos) se convertirá en huesped del hotel regentado por una mujer llamada Ayshe, y que tiene las bellas facciones de «La actriz que surgió del frío de Berdyansk (Ucrania), y que, durante la cruenta guerra que se libro entre "Águilas y Cuervos", por su crueldad, imPicto al "Centurión" encarnado por el actor del que - seis meses antes de verlo siguiendo lo dictado por "El credo del Asesino", y al igual que del turrón de chocolate - disfrutamos viéndolo metido en los ropajes y la piel de "Macbeth", y que, en 1977, nació en el país bajo cuyo cielo, tres años antes, lo hizo la mujer cuya trayectoria es Frankamente Potente, y que, en 2007, serie televisiva mediante, y cinco años antes de ser la prostituta alemana que enamorada estaba de ese duro y atormentado inmigrantes irlandés llamado Kevin "Corky" Corcoran, y que era uno de los policias, conocidos como "Copper", que, en 1864, a puñetazo limpio, imponían La Ley en el Distrito de Five Points (Nueva York), tuvo tratos con el grupo de violentos policías de cuyo cuello colgaba la placa que formaban parte del Equipo de Asalto de la comisaría del Distrito de Farmington, y uno de cuyos miembros encarnado fue por el actor que, en la pequeña pantalla, interpreta al lider de la banda de narcotraficantes a la que, con lo que él considera una más que "Justificada" violencia, se enfrenta el oficial del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos que su cabeza cubre a un sombrero de vaquero similar al que utilizaban los pistoleros que parada y fonda hacían en "Deadwood", esa ciudad de Dakota del Sur cuyo sheriff interpretado fue por el hombre que, en 2007, siendo el Agente 47, de un grupo de asesinos a sueldo del FSB ruso escapo ante la atenta mirada de la prostituta en cuya piel y ajustado vestido se metio Olga Kurylenko».

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Habiendo cubierto la primera parte de su viaje, Connor - de labios de la mujer que es viuda y madre en la vida, y que encarnada es por quien "Un día perfecto" paso junto al taurino puertorriqueño que, con apoyo del que fue uno de los policías corruptos a los que tanto despreciaba Richie Roberts, se enfrento a un "Sicario" al servicio de narcotraficantes mexicanos - sabrá que en Gallipoli nada encontrará puesto que allí a donde quiere ir solo encontrará a Los Fantasmas de los que - al igual que el hombre que junto a ella protagonizo una historia de amor tan hermosa como ese "Cuento invierno" que el demonio llamado Pearly Soames intento que no tuviera un final feliz - murieron durante los combates en tierra firme que precedidos fueron por el desembarco cuyo fracaso contrasta con el éxito que, el 8 de septiembre de 1925, tuvo aquel por cortesía del cual, con apoyo de una harka de Fuerzas Indígenas y fuerzas de la Mehal'la Indígena, 13.000 soldados españoles, agrupados en (3 banderas del Tercio de la Legión, 9 tabores de Regulares, 2 Batallones de África y 1 Batallón Expedicionario de Infantería de Marina) conquistaron Alhucemas (Protectorado español de Marruecos), y que, diecinueve años después, por el general estadounidense Dwight Eisenhower fue estudiado a la hora de trazar el desarrollo de la operación militar que, por mar, y bajo el cielo sobre Normandia, durante las primeras horas de "El Día más largo", hasta las playas de la mencionada región francesa llevó a las decenas de miles de soldados aliados que, al fin y a la postre, consiguieron que el 6 de Junio de 1944 significará el principio del fin del III Reich.

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Dado que, al fin y a la postre, la advertencia de Ayshe no conseguirá el efecto deseado, Connor pondrá rumbo a la lugar donde murierón sus hijos, y en la cual hay un destacamento de soldados australianos que, con ayuda del Major Hasan y del Sargento Jemal, están recuperando los cadaveres de los militares aliados para a estos últimos darles una sepultura digna, y no arrojarlos a fosas comunes como aquellas en las que, antes de echar sobre ellos cientos de kilos de cal viva, fueron amontonados los de los cientos de hombres muertos en combate en las batallas libradas a lo largo de la Guerra Crimea (1853 - 1856), durante el asedio de Jartum (13 de marzo de 1884 – 26 de enero de 1885) y en la que, bajo el cielo sobre Waterloo (Bélgica), el 18 de Junio de 1815, se libro justo doscientos años antes de que, RafaBasa mediante, los True Metal Warriors nos enteraramos de la próxima publicación que "El libro de Las Almas" que uno de sus capítulos dedica al aristocrata germano bautizado con el nombre Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen, y que como Der rote Baron (El Barón Rojo) era conocido por esos enemigos suyos que, durante La Gran Guerra, al cruzarse con él, sobre los cielos sobre La Vieja Europa, conscientes eran de que "Muerte o Gloria" serían los posibles resultados de la batalla aérea que librarían contra quién piloto un caza biplano Albatros D.II. y un triplano Fokker Dr.I. en cuyo fuselaje "El Rojo y El Negro" eran los colores que destacaban.

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Es precisamente en Gallipoli donde Connor - además de a los altos mandos del ejército contra el que combatieron sus hijos - conocera al Teniente Coronel del ejército australiano cuyo uniforme protege la musculatura de Jai Stephen Courtney, actor este al que - estando yo bajo el cielo sobre Bochum (Alemania), "Con mi casco como almohada", y tras ser testigo de como la sangre de soldados estadounidenses teñían de rojo las negras arenas de las playas bañadas por las aguas de "El Pacifico", y en las que se libraron algunas de las batallas más crueles y encarnizadas de la II Guerra Mundial - vi interpretando al único amigo del protagonista de la versión televisiva sobre las andanzas del famoso personaje histórico cuyo nombre, cuarenta años después de darselo a la película que, a punto estuvo de que, siendo yo un niño, me levantara del sofa gritando "Yo soy Espartaco", dio título a la serie gracias a la cual aprendi como las palabras "Gladiador, Sangre, Arena y Muerte" se decían en la lengua materna de las dos feminas que, armadas con subfusiles HK MP5, el pasado 17 de Noviembre de 2015 formaron parte del dspositivo de seguridad cuyo fin era proteger a los ciudadanos de Hannover (Alemania), y que, por haber nacido hace vientinueve años en Cherrybrook (Australia), seguramente alguna vez tuvo entre sus manos un bumerangs similar al que George "Digger" Harkness, siendo miembro del "Escuadron Suicida", utilizara ante la atenta mirada de esa asesina que tiene las bellas facciones de la nipona Karen Fukuhara, y que, tal como su propio apodo indica, empuña una Kata cuya hoja de acero esta tan afilada como lo estaba la de la espada con la que demostro ser una mujer de armas tomar La Princesa Guerra a la que Lucy Lawless encarno años antes de ser la malvada mujer que, tras los muros del ludus sito en Capua, y del que su marido era director, con un punto de excitación en la mirada vio como Varo era degollado por Spartacus.

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Sin lugar a dudas, uno de los momentos más destacables de la película hoy blogueada es ese en el que al padre de los jovenes con cuya vida acabo una una rafaga de ametralladora tan "Rapida y mortal" como las balas salidas del revolver empuñado por la pistolera que acto de presencia hizo en el pueblo donde la palabra de Dios era transmitida por un pistolero llamado Cort el Teniente Coronel Hughes le hace saber que si no se lleva los restos mortales de sus hijos a la tierra donde estos últimos se criaron, en lugar de ser unos simples cadaveres enterrados en tumbas excavadas en las entrañas de Australia, serán parte de una gran familia, esa que, bajo el cielo sobre Gallipoli, esta formada por los hombres junto a los que combatieron, y a alguno de los cuales, seguramente, salvaron la vida estando junto a ellos en ese campo de batalla en el que – llegada la hora de la verdad – el cariño que une a los que son hermanos de armas es lo que mueve a hacer grandes actos de heroísmo, esos que, según los patriotas de salón, son provocados por Dios, La Patria y El Rey o por esos colores que no corren, y que, al fin y a la postre, son los utilizados para convertir a blancos trozos de tela en banderas como aquella bajo la que combatio «La tatuada Marine que responde al nombre de Kinessa Johnson, y que, actualmente, como miembro de la asociación sin animo de lucro denominada VETPAW (Veterans Empowered To Protect African Wildlife / Veteranos autorizados para proteger la vida salvaje africana), la experiencia de combate adquirida durante los cuatro años que estuvo en Afganistán ha puesto al servicio de la misión cuyo objetivo es evitar que los animales en peligro de extinción que actualmente sobreviven en las llanuras de Tanzania sean aniquilados por cazadores furtivos».





Por si no fuera suficiente prueba de ello el hecho de que no se tamaran prisioneros durante la batalla de Gallipoli, para dejar patente que - tal como afirma el Teniente Coronel Hughes - ninguno de los que combatieron allí merecían cruzar Las Puertas de El Cielo, «El que, en 2005, cuatro años después de haber demostrado tener "Una mente maravillosa", su musculoso cuerpo puso al servicio del boxeador apodado "Cindirella man" y del que bien se podría haber dicho que era "El hombre de los puños de hierro" un tremendo puñetazo en el estomago nos da valiéndose de las escenas que, sin tapujos, nos muestra la brutalidad de los combates librados en Gallipolli, y cuyo visionado es para los espectadores una inyección de realidad muy necesaria en estos tiempos en los que, tras habernos creído que la guerra es un video juego, nuestra capacidad para diferenciar entre la realidad y la ficción se ha desecho como las "Lágrimas en la lluvia" visual formada por realidades ficticias (películas, anuncios publicitarios, telefilms) se deshacen». Y es que, tal como, muy certeramente, Rosa Montero destaco en el artículo Cuando las fotografías nos parecen falsas hemos llegado a un punto en el que fotogramas de una película nos parecen las fotografias que - como la que, el pasado 29 de Junio de 2011, bajo el cielo sobre Kabul, tomo Pedro Ugarte (Agencia AFP) - nos muestran que - hoy en día, ya sea en Irak o en otras peligroSAS zonas de conflicto - el inevitable salvajismo de la violencia que, entre los siglos XIII y XIV, poseyo a los mercenarios aragoneses a los que los arabes llamaban Al - Mugāwir (El que provoca algaradas), y de cuyas gargantas salio el grito «Desperta Ferro! Matem, matem» dueño y señor es de la vida de esos soldados que, al igual que los miembros del comando del Special Air Service neozelandes que aniquilaron a los talibanes que en la capital de Afganistan atentaron contra los huespedes de un lujoso hotel, libran brutales cuerpo a cuerpo que, finalizados, dejan para la posteridad la imagen de hombres con su pelo pegoteado por el sudor, y con unos ojos negros como pozos que delatan que la cordura de los que miran a través de ellos ha sido derrotada por la locura desatada por lo visto y por lo hecho mientras luchaban contra esos enemigos suyos cuya sangre se ha mezclado con la propia.

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A pesar de la importante carga bélica de las enseñanzas de El Zahori, es justo y necesario destacar que Russell Crowe - como si quisiera rebajar la desazon provocada por el visionado de lo acontecido durante una de las batallas más conocidas de aquella Gran Guerra que, como todas Las Guerras, pasadas y futuras, consiguio que muchos lugares de La Tierra fueran lo más parecido a El Infierno, y que, por cortesia de la pertinente "Red de mentiras", tejida por los politicos y los que viven a "La sombra del poder", La Verdad fuera la primera victima del conflicto bélico en cuestión - nos muestra su lado más humano sirviendose de la inocencia infantil del hijo de esa mujer a la que le gusta tener en perfecto estado de revista las habitaciones del hotel del que es gerente su cuñado, pero que, al mismo tiempo, echa de menos el caos que implicaba que, tras los muros de la casa en la que tan feliz fue junto a su marido, se dieran cita los vagos y maleantes que amigos eran del hombre al que perdió cuando este ultimo obligado se vio a soltar su guitarra para empuñar un fusil, y con el cual ella se caso por amor, algo que, tal como Ayshe le hace saber a Connor, sucedió gracias a esa madre suya que, para que su hija no fuera tan desgraciada como ella lo fue, consiguió que la unión marital fuera aprobada por el hombre que a ella le dio La Vida, y que vivia según lo dictado por El Islam, esa religión, por culpa de la cual las viudas de guerra, tras la muerte de sus maridos, dejaban de ser mujeres para convertirse en mujeres cubiertas por velos que solo dejaban a la vista esos ojos suyos que cargados estaban con una enorme tristeza que, tras los muros de los respectivos hogares de las mismas, era descargaba a través de "Un millón de lágrimas".

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Y es que, gracias a los pasajes en los que acto de presencia hace Orhan (Dylan Georgiades), «El hombre que, tal como, recientemente, pude leer en un foro Gay - por ser mofletudo, tener ojos caídos, barba frecuente, cuerpo voluminoso y aspecto de bruto - bien podría ser definido como "El oso perfecto"», demuestra que, a pesar de que, a simple vista, nos parezca un tipo habido de acción e incapaz de emocionarse, tiene una gran sensibilidad, circunstancia esta última que, en su Opera Prima, queda de manifiesto gracias al exquisito gusto y respeto con el que retrata a los musulmanes que se dan cita bajo la cupula de La Mezquita Azul, esa impresionante construcción arquitectonica que da Fe de como en 1914 el Imperio Otomano era toda una potencia en comparación con la isla océanica que en aquellos días era un inmenso desierto y en la cual un buen porcentaje de la lluvia que, hace miles de años, provoco las inundaciones por culpa de las cuales murieron muchos de los animales que no tuvieron la suerte de entrar en El Arca construida por "Noe" sería muy bien recibida por los hombres y mujeres que viven en ella, y que, con su duro trabajo, han conseguido que Australia, con un PIB per cápita de U$ 1,697.220, desde la decimo tercera posición que ocupa en la Lista de las naciones que, en 2016, esta previsto que sean las mayores potencias económicas del mundo, mira por encima del hombro a ese inmenso país soberano transcontinental que se extiende por toda la península de Anatolia y que ocupa parte de la zona de los Balcanes, y que, a pesar de estar cuatro puestos por debajo de Australia, en cuanto a riqueza, puede presumir de que - gracias al extraordinario entrenamiento militar al que sometidos son los hombres que, por ser miembros de las Brigadas de Comando "Kayseri", "Bolu", "Siirt Commando Brigade", "Tunceli" y "Hakkari", sus cabezas cubren con Boinas Granates - el segundo ejército más poderoso de la OTAN es el que tiene como principal misión velar por el carácter secular de la constitución dictada por el que fue el primer presidente de la República de Turquía, y que por si notable contribución al progreso de dicho país vio como, por respeto y agradecimiento, a su nombre, Mustafa Kemal, se le añadio el apellido Atatürk (Padre).

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El hombre que se gano el título de Paşa (Comandante) gracias a la brillantez que como estratega militar demostro estando al frente de la 19.ª División del Ejército Otomano durante el transcurso de las batallas que, en Galípoli, se libraron entre marzo y agosto de 1915, acto de presencia hace en ese tramo de la película que - salvando los miles de kilometros que hay entre los desiertos de la península arábiga y la enorme franja de terreno por cuya posesión, en 1915, se enfrentarón los griegos y los turcos - provocará que los grandes aficionados a El Séptimo Arte se acuerden de una de las escenas más espectaculares de la superproducción que, gracias, entre otras cosas, a la brillante dirección de David Lean, por el American Film Institute es considerada la séptima de las cien mejores películas de La Historia del Cine.

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Y es que, aunque sería una notable exageración comparar a Russel Crowe con el inglés nacido en Croydon gracias al cual, en 1957, cruzamos "El puente sobre el río Kwai", lo cierto es que el que se metio en las calzas y la piel de "Robin Hood" dio en la diana mientras rodaba esa escena en la que hay un movimiento de tropas similar al que hay en la adaptación cinematografica de las hazañas bélicas de ese oficial del Ejército Británico llamado Thomas Edward Lawrence, y que más conocido como "Lawrence de Arabia" fue gracias a la maestria con la que dirigio a los bereberes durante esa guerra por culpa de la cual - mientras su cuerpo marcado fue por heridas que curadas fueron por compañeros de bisturi del "Doctor Zhivago" - su alma destrozada fue la interminable noche durante la cual, siendo prisionero de soldados otomanos, profanada fue a integridad de la ciudadela del que encofro "Los Siete Pilares de La Sabiduria".

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Por si fuera poco la potencia de las imagenes de su Opera Prima y la interesante y conmovedora historia que narrra esta última, el que proximamente será uno de "Los chicos buenos" ha tenido el buen gusto de, a la hora de poner letra y música a su bautismo de fuego cinematografico, encargar a David Hirschfelder que le compusiera la pertinente Banda Sonora, la cual, oído lo oído, puede calificarse de extraordinaria dado que - además de aumentar la carga poetica de esas oniricas y preciosas escenas que mientras nos muestran a Los Derviches bailando, nos trasladan hasta la sala donde aquellos cuyo nombre proviene de la palabra persa Darvīsh (mendicante ascético) bailan girando sobre sus pies para alcanzar el éxtasis religioso - nos deleita con "Love was my alibi", canción esta cuya letra fue escrita por el que fue vocalista y guitarrista de la banda de rock 30 Odd Foot Of Grunts, y que es interpretada por Kris Fogelmark.





Resumiendo, visto lo visto en lo que ha sido el debut tras las camaras de «El fornido hombre que, tal como el 20 de Abril de 2015 afirmo, cree que es posible rechazar la guerra, pero admirar al guerrero», no cabe duda de que nos hayamos ante una película muy notable que, a pesar de que, en estos tiempos de superhéroes, no ha tenido la aceptación que se merece, es muy recomendable para todos aquellos que disfrutan con historias protagonizadas por personas de carne hueso cuyos pequeños universos, por culpa de algo más grande que todos ellos, es sacudido brutalmente por acontecimientos históricos tan trágicos como aquella gran guerra cuyo final, al igual que el de todas, solo vieron los muertos.