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viernes, 11 de diciembre de 2015

Mientras leía "El Libro de Las Almas" escuche yo la voz de los personajes literarios como los que me gustaría haber sido, y como los que, para mi desgracia, nunca seré


Aunque las "Aventuras de un soldado de Napoleón" fueron más apasionantes que las que, junto a Marta y María, viví yo en Carrandi; no cambio por nada del mundo aquellos días de mi niñez durante los cuales, al igual que mis hermanas, y estando en la Playa de La Isla, deje mis huellas en un manto de arena similar a aquel en el que se hundieron los pies de los que, "A través del desierto", llegaron hasta un reino de inconmensurable belleza, y consiguieron, durante el trance, que fuera para mi mucho más llevadera mi estancia en el mencionado pueblo perteneciente al concejo de Colunga, y en el cual, tal como había ocurrido desde 1984, pase yo las vacaciones del verano del año que, a parte de significar el comienzo del Siglo XXI, fue muy especial para mi por ser el 19 de Julio del 2000 cuando, mientras duros combates cuerpo a cuerpo libraba yo en La Arena de la Plaza de toros de Las Ventas (Madrid), vi a IRON MAIDEN, la banda heavy - metalera que ha puesto la banda sonora a mi vida desde 1996, y a la que, por tercera vez, en vivo y en directo vi el decimoquinto día del octavo mes del año en el que conoci a Sheila, «La Filologa Hispánica que cruzo el Ruhr a galope tendido», y, junto a la cual, el 31 de Marzo de 2013, y minutos antes de coger el avión que devoraría las millas aéreas que hay entre Dortmund (Alemania) y Palma de Mallorca (España), bien podría haber cantado esa preciosa balada títulada "Coming home", y que, sin lugar a dudas, es uno de los mejores temas del disco cuyo single homónimo de adelanto nos invito a ir hasta "La frontera final" (The Final Frontier) a aquellos que, bajo el cielo sobre Cluj - Napoca (Rumania), "Miedo a La Oscuridad" tuvimos por culpa de esas leyendas que hablan de Hombres - Lobo, Brujas y criaturas malignas que, por increible que nos parezcan, jamás conseguirían provocar el pánico generado por Vlad Drăculea, el hombre que, entre 1456 y 1462, fue Voivoda de Valaquia, y al que, tal como lei en la última confesión que, en 2012, el susodicho me hizo, con T de Transilvania, Țepeș (Empalador) llamaban esos enemigos suyos que, ya fueran cristianos o musulmanes, horrorizados estaban por las atrocidades cometidas por el que, con espadas romas y afiladas estacas, construyo un reino de terror, y que, en 1463 - cuatro años después de, durante el Día San Bartolomé, ordenar empalar a la mayoría de los sajones de Brașov - a través del poema „Von ainem wutrich der hies Trakle waida von der Walachei“ (Historia de un sanguinario hombre llamado Dracula de Valaquia) inmortalizo fue por el alemán Michael Beheim.




Fue precisamente en la patria del juglar mencionado anteriormente donde, el 14 de agosto de 1515, un falsificador de monedas fue quién tuvo la desgracia de ser el primer criminal atrapado por los afilados pinchos de „Die Eiserne Jungfrau“, esa máquina de tortura con formas de mujer que, en el Siglo XIX, construida fue en Nürnberg, esa ciudad perteneciente al Estado Libre de Baviera, y que famosa es por haberse celebrado en ella los juicios contra los criminales de guerra nazis que capturados fueron por Los Aliados durante los últimos días del conflicto militar que, entre otras cosas, provoco que „Der Eisernen Vorhang“ (El Telón de Acero) dividiera en dos la inmensa urbe a la que - tras, junto a Laura, Carlos, Pedro e Iván, recorrer la bella ciudad checa cuyas calles, en 1427 - antes de que lo fueran por la de los que murieron durante el transcURSSo de los choques contra los hijos de La Madre Rusia que, junto a soldados de Alemania Oriental, Bulgaria, Polonia y Hungría, y apoyados por 2.000 tanques, invadieron Checoslovaquia para poner fin a ese periodo de libertad conocido como "Pražská jar" (Primavera de Praga) - teñidas fueron de rojo por la sangre derramada en los combates librados entre Los Husitas y "Los guerreros de Dios" - llegue el 11 de Septiembre de 2008, y en la que esta la impresionante obra arquitectónica que, en base a lo indicado en los planos trazados por Carl Gotthard Langhans, entre 1788 y 1791, construida fue con piedra arenisca, y que yo cruce siete años después de El día que cambió el mundo, y siete años antes de que una amazon - a me entregara el que es el decimosexto álbum de estudio del grupo al que Steve Harris bautizo con el nombre del instrumento de martirio que utilizado  fue ante la atenta mirada de "El hombre de la mascara de hierro" cuyas andanzas fueron, en 1939, el leit - motivo de la película que supuso el debut ante las camaras de Peter Cushing, el actor inglés nacido el 26 de Mayo de 1913 en el condado de Kenley (Londres), y que, en 1967, con su sangre rego las flores de "El jardín de las torturas" en el quebien podría haber habido una estatua de "La Doncella de Hierro".

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Dado que - llegado el final del año en el que ver el séptimo episodio de la saga StarWars fue "El último deseo" de ese texano enfermo de cancer llamado Daniel Fleetwood, y que, tal como a mi me ocurrio hace 35 años, atrapado fue por La Fuerza de los que moran en esa galaxia muy lejana que, sirviéndose de una magia similar a la utilizada por Andrzej Sapkowski para trazar el mapa de los misteriosos territorios habitados por las monstruosas criaturas cuya vida fue segada por la espada del brujo Geralt de Rivia, creada fue George Lucas - es inevitable hacer balance de lo vivido, lo visto y lo escuchado, más que pertinente es dejar constancia de que, para el avido lector que esto escribe, el acontecimiento musical de 2015 ha sido la publicación de "El libro de Las Almas" del que autor fue la banda que bien podría haber puesto la banda sonora a "El Duelo" que mantuvieron aquel par de Huszárok, (Abanderados del gran camino) para los que Bruce Dickinson habría sido un rival más que digno por este último manejar el florete con una destreza equiparable a la que, con el Sable de luz, demostraron tener Luke Skywalker y Darth Vader, y a los que, en 1907, dio vida literaria el compatriota de quién forjo "Miecz przeznaczenia" (La espada del destino) con la que podría haber sido atravesado "Jądro ciemności" (El corazón de Las Tinieblas).

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Sin lugar a dudas, aunque todos los trabajos discograficos de IRON MAIDEN son esperados con gran expectación, el último de ellos lo fue un poco más debido en buena medida a que, pocas semanas después de que Eddie nos alegrara las Navidades de 2014, los seguidores del grupo del que es frontman Bruce Dickinson nos enteramos de que a ese inglés nacido en Nottinghamshire, el 7 de Agosto de 1958, y que bien podría ser definido como Un Hombre de El Renacimiento, le habian diagnosticado un cancer de garganta que si, al fin y a la postre, no hubiera sido aniquilado por los extraordinarios cuidados médicos recibidos por quién - a diferencia de Nikki Sixx - se niega a ser un "Millonario tatuado" habría provocado que, por cortesia de "Las lágrimas del Dragón" que derramariamos, "Un millon de gotas" surcara el rostro de quienes - parafraseando a Piotr Ilich Tchaikovski - estamos seguros de que si no fuera por los alaridos salidos de La Garganta de Acero del novelista que nos relato "Las aventuras de Lord Iffy Boatrace" habría más razones para volverse loco.

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Dado que Studios Guillaume Tell (Paris) fue el lugar donde IRON MAIDEN - a principios del año 2000, y tras sus miembros volver a caminar juntos sobre "La delgada línea entre El Amor & El Odio" - grabo el extraordinario album que supuso la vuelta al grupo de Bruce Dickinson y del guitarrista Adrian Smith, y que contiene el himno de lo que, según Aldous Leonard Huxley, será "Un mundo feliz", y hacía al cual, sobre los lomos de una "Khimera", cabalgamos con la certeza de que - visto lo visto durante los últimos años - no es muy improbable que se haga realidad, el estudio de grabación que lleva el nombre del ballestero suizo nacido en Bürglen (Cantón de Uri) cuya punteria era tan letal como la de los arqueros ingleses que, en "1356", apoyados por Dios y tras luchar como El Diablo, derrotaron a los francses durante una de las legendarias batallas que tuvieron lugar durante la Guerra de Los Cien Años, fue el lugar en el que, a finales de 2014, se materializo la novela musical que - tanto dentro como "Fuera del Planeta Silencioso" - merece ser calificada como Obra Maestra por constar de once capítulos en los que el sexteto que les puso letra y música, además de dejar patente su maestria, da fe de que - a diferencia de esas otras bandas que, desde AC/DCenas de años, cada poco sacan el mismo disco - "Más de lo mismo" no es la politica que seguira para seguir engrandeciendo la leyenda de esa Doncella de Hierro gracias a la cual todos y cada uno de sus padres son inmensamente ricos, y que - aunque apaguen todos los amplificadores y altavoces - nunca jamás podrá ser acallada.

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Precedido por un sonido que bien podría haber sido producido soplando a través de la boquilla de las "Trompetas de Jerico" con las que, en 1998, Bruce Dickinson guío hacia el altar a la pareja que, tras "La boda quimica", se convirtio en matrimonio, comienza el relato a lo largo del cual, mientras se narra lo que pasaria «Si La Eternidad fallara» (If Eternity Should Fail) el Professor Lazarus trata de evitar que el Dr. Necrópolis, con una máquina creada por este último, le robe El Alma a Los Hombres para impedir que estos conozcan el verdadro significado de ese concepto relacionado con La Inmortalidad, y al que, en 1992, y desde aquí, la banda que el 9 de julio de 2016 pondrá el broche de oro a la tercera y última jornada del Resurrection Fest llego cuarenta y un años después de que James Jones escribiera la novela en la que plasmo parte de lo que él - como soldado de la 25ª División de Infantería del Ejército de los Estados Unidos, y mientras iluminado era por el "Rayo del Tropico" - vivio, durante la Segunda Guerra Mundial, primero en Hawaii (EEUU) y después en Guadalcanal (Islas Salomón), y que, dos años después, Daniel Taradash tomo como referencia a la hora de escribir el guión de la película que siempre será recordada por la tórrida escena que "El hombre de Kentuchy" y «La escocesa nacida en Helensburgh que, al igual que el escritor francés Françoise Sagan, al despertar decia "Buenos días, tristeza"» protagonizaron estando ambos tendidos sobre "La playa" hawaiana cuyo manto de arena era tan suave como aquella en la que, en el año 2000, y bajo el cielo sobre Bangkok (Tailandia), dejó sus huellas el joven que un día fue quién se reencarno "El renacido" que, en 1971, fue "El hombre de una tierra salvaje" que, tal como pudimos ver a comienzos del Siglo XXI, era como un padre para el General de las Legiones Félix que, en el año 180 d. C., antes de, gritando "¡Roma vincit!", cargar junto a sus pares contra las tribus germánicas, cerca de Vindobona (actual Viena), a los soldados que con "Fuerza y Honor" obedecían las ordenes que él les daba les hizo saber que Lo que hacemos en La Vida tiene su eco en La Eternidad.

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Sin lugar a dudas, lo más destacable que se puede decir de El que es el segundo tema del disco hoy blogueado, y que tras ser presentado como single del susodicho recibio criticas bastantes desfavorables por parte del sector critico de la hinchada heavy - metalera, es que con la «Velocidad de La Luz» (Speed of Light) hasta el final de la decada de los 80 y principios de la de los 90 nos lleva. Y es que, visionado el video musical del mismo, inevitable es recordar aquellos lejanos tiempos durante los cuales - además de demostrar nuestra destreza con la espada durante los combates librados contra "Fantasmas y Duendes", y recorrer el mundo para conseguir las victorias necesarias para que, alrededor de nuestra cintura, nos pusieran el cinturón que certificaba que eramos el mejor "Luchador callejero" - nos enfrentamos a obreros de la construcción que atacaban al protagonista de "Hammerin’ Harry" mientras el susodicho recorria una gran ciudad japonesa siguiendo las ordenes que nosotros le dabamos al accionar los mandos de una de aquellas inolvidables máquinas recreativas en las que no sería descabellado afirmar que, tras introducir en ellas una moneda de cinco duros, podriamos también haber tenido la oportunidad de meternos en el traje y la piel del cazador de recompensas que, "Por puñado de dolares", hasta El Infierno estaba dispuesto a ir para capturar a Eddie "The Head", la bella bestia que Derek Riggs para IRON MAIDEN creo inspirandose en una fotografia tomada durante la Guerra de Vietnam, y que, tal como se puede deducir de lo anteriormente expuesto, protagonista absoluto es de "Ed Hunter", ese video - juego que la mencionada banda, en 1999, y dando muestra de lo mucho que le gusta sacarle los cuartos a su legión de fans, puso a la venta coincidiendo con la salida del doble albúm recopilatorio en una de cuyas veinte canciones, gritando "¡Libertadddddd!", entro en acción "El hombre del Clan" que, mientras Eduardo I de Inglaterra, con sus "Piernas Largas", recorria los territorios de los que era rey, lucho para que dueños de su destino fueran él y el resto de los moradores de Las Tierras Altas que descendientes eran de los bravos guerreros que, hace siglos, vivieron en una de las dos partes en las que, por cortesia de El Muro de Adriano, fue dividida la Isla Britanica en la que combatieron "La legión de Los Inmortales" y aquellas que, a lo largo del Siglo I, durante la guerra que se libro entre "Águilas y Cuervos", conocieron la ferocidad de los celtas liderados primero por Caradoc, y posteriormente por aquella peligrosa pelirroja de armas llamada Boudica.

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La tranquila atmósfera con la que comienza el tercer capítulo de "El Libro de Las Almas" bien podría definirse como La Calma que precede a La Tempestad que se desata al llegar «El gran desconocido» (The Great Unknown), ese ente que - tal como bien se apunta en el brillante analisis que en IRON MAIDEN - FAN CLUB ARGENTINA se ha hecho de las letras del mencionado Disco / Libro - es el causante de que La Violencia se haga dueña y señora de nuestros actos, y, en consecuencia, entremos en una espiral en la que, siguiendo lo dictado por el Principio de Acción y Reacción, nos vemos abocados a estar siempre preparados para defendernos de los golpes que, por venganza, nos darán por, en un momento dado, haber cometido nosotros un acto que - debido a las nefastas consecuencias que, más pronto que tarde, tendrá - desearemos olvidar con la fuerza con la que, tal como a Vogel confeso, «El Capitan en cuya coraza se metio el hermano de armas de "El hombre que pudo reinar"» deseaba olvidar haber liderado a una de las jaurias de Perros de La Guerra al servicio de la Liga Católica que, en el año 1631, durante el saqueo de Magdeburgo, además de a Dios, mataron a unos 20.000 habitantes de la mencionada ciudad germana, la cual las fuerzas de la coalición de Estados alemanes católicos destruyeron para vengarse de la Unión Protestante por los ejércitos de esta última haber destruido una urbe católica durante una de las cientos de batallas que se libraron durante la Guerra de Los Treinta Años, y por culpa de las cuales tantas lagrimas derramo La Vieja Europa, mientras combatían entre ellos hombres tan brutales como los que llegaron a ese precioso lugar que era "El último valle" y al que, sosteniendo en su mano un Clavell tan hermoso como los que germinan en el Tirol austríaco, y metido en el traje y la piel de un guia turistico, nos llevo el novelista australiano que, en 1966, nos mostro como Dirk Struan se coonvertia en "Tai - Pan" de Hong Kong gracias a la destreza demostrada por él tanto en tierra como en el mar que surco a bordo de un barco como aquel en el que hasta El Imperio del Sol Naciente llego el marinero inglés cuyas aventuras, en 1984, un par de décadas antes de leerlas, y serie de televisión mediante, emocionaron al niño que fue el juntaletras que esto escribe, y que al actor que, hace tres décadas, interpreto al aventurero que descubrio el tesoro que en su interior albergaban "Las minas del rey Salomón" mucho cariño le tiene por, a través de sus ojos, permitirle ser testigo de los acontecimientos gracias a los cuales Yoshi Toranaga - san en "Shōgun" de Japón se convirtió.

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Dado que, a lo largo de La Historia de La Humanidad, "Un asunto de vida y muerte" (A Matter of Life and Death) ha sido y es esa tragedia que, tal como bien apunto Herodoto, provoca eso tan innatural que es que Los Padres entierren a Los Hijos a los que dieron La Vida, lógico y normal es que, para Steve Harris, a la hora del susodicho escribir una canción, sean La Mejor de Las Musas esos conflictos militares durante los cuales - tal como en su diá, bajo el cielo sobre Afganistan, comprobarón los hermanos de armas de Kinessa Johnson - "Los colores (de las banderas) no funcionan" como escudo protector de los soldados que, por La Pasión, por La Gloria, por Los Recuerdos y por El Dinero, combaten en el campo de batalla, y que, tras servir a su patria, se reincorporan a la vida civil llevando sobre sus espaldas el peso de las "Fortunas de guerra" que son el recuerdo de las atrocidades cometidas y/o vistas, y sobre las cuales el bajista mencionado anteriormente nos dio el pertinente parte de guerra en el que fue el décimo albúm de la banda liderada por él, y el primero en el que las funciones de frontman fueron desempeñadas por quién, en 1998, junto a Harris, Dave Murray, Janick Gers y Nicko McBrain, cruzo las puertas del galáctico antro de perdición que bien podría decirse que era una copia de la Cantina de Mos Eisley, y tras cuyas paredes una partida de Poker jugarón "El Ángel y El Jugador" de los que es inevitable acordarse al leer / escuchar la página de "El Libro de Las Almas" en la que con «El Rojo y El Negro» (The Red and the Black) de La Ruleta se ha escrito la historia de un adicto al juego. Y es que, a medida que transcurren los 13:33 minutos de duración del capítulo en cuestión, comprobamos con tristeza como el protagonista del mismo, sin pensar las consecuencias, recorre el camino de la perdición, ese que, al fin a la postre, lo llevará a acabar arruinado y ser tan desgraciado como aquel "Pobre jugador" que Los Suaves maullidos de unos gatos oyo al salir del casino en el que gasto su poco dinero con la rapidez con la que litros de alcohol Bruce Dickinson consumio en el pub que abordado fue por el Disc Jockey que es "El principe de los piratas", y tras cuyos muros, mientras "Johhny B. Goode" a su madre le pedia una guitarra, "Vamos muy bien" le decia Fortu a Yosi, y a "El flautista" llamado José Carlos Molina que, con la fuerza de un "Ñu", embistio a Rosendo Mercado para a este último dejarle claro que no le estaba "Agradecido" ni por sus "Maneras de vivir" ni por haberle golpeado con un Leño.










Aunque como, compatriotas de William Shakespeare, seguramente fueron muchas las veces que, en su lengua materna, los IRON MAIDEN oyeron que “Fate is the one that shuffles the cards, but we are the ones we play" (El Destino es el que baraja las cartas, pero somos nosotros los que jugamos), esta claro que los susodichos opinan que "Cuando el río corre hacía la profundidad" no hay nada que podamos hacer al estar echada La Suerte y estar decidido nuestro destino. Y es que la conclusión que puede extraerse de este tema, que bien podría haber marcado los pasos de quienes bailaron la "Danza de La Muerte", es que, hagamos lo que hagamos en vida, nada podrá evitar que cambiemos el rumbo que nos marcarón al nacer, y que, sea como sea, a todos nosotros, hallamos sido fieles a nuestras ideas o hallamos vendido muy barata nuestra alma, hasta El Reino de Los Muertos nos llevará a bordo de esa barca a la que subiremos tras, "Por si sirve de algo", escribir la "Carta a El Barquero" al que pagaremos dos monedas para que él nuestro último viaje haga realidad hundiendo su remo en hediondas aguas que impediran que en ellas reflejado veamos ese rostro nuestro del que si nos devolveria su imagen las cristalinas y frías aguas de "El Don apacible" que, a lo largo de la historia, se tiñeron de rojo por culpa de la sangre derramada durante las batallas que, bajo el cielo sobre Ucrania, se libraron cerca de la rivera de dicho río, y que fueron tan encarnizadas como la que, entre el 1 de abril de 1992 y el 14 de diciembre de 1995, tuvo lugar en la República de Bosnia - Herzegovina, esa preciosa Región de los Balcanes en la que, ademas de haber bellos paisajes naturales, hay "Un puente sobre el Drina" que provoca que sean muy admirados los centenares de hombres que, sin tener la tecnología que hoy se emplea en la construcción civil, consiguieron que fuera una realidad la estructura que, en 1577, ordeno construir el Gran Visir Mehmed Paša Sokolović, y que, además de ser el culmen de la arquitectura e ingeniería otomana, es, desde 2007, y, por decisión de la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad.

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Dado que, en los conciertos que IRON MAIDEN ha dado a lo largo de los últimos quince años, muy buena acogida han tenido las canciones compuestas por la pareja formada por Steve Harris y «El rubio y simpatico guitarrista que, en los mencionados eventos, siempre acaba peleandose con Eddie», era lógico y normal que el citado bajista y Janick Gers para el disco hoy blogueado escribieran un capítulo que, oído lo oído, empapado ha sido por la lluvia de Magia, Épica y Potencia de fuego musical bajo la cual danzo el tema que, en 2003, dio nombre al albúm que incluia las plegarias con las que podriamos conseguir que "El Hacedor de Lluvia" desencadenara la tormenta capaz de las grietas de ese desierto que es nuestra vida sellar con agua tan purificadora como aquella cuya carencia provoco que La Madre Tierra no pudiera dar los alimentos capaces de evitar que murieran de hambre los que fueron hechos prisioneros por "El Terror" cuando - tal como defiende Simon Martin, historiador británico contratado por IRON MAIDEN para que el concepto del último album de la citada banda fuera lo más respetuoso posible con La Civilización Maya - Chilam Balam, Sacerdote Profeta (Chilam) cuyo apellido - Balam - significa Jaguar, anuncio que en «El Libro de Las Almas» (The Book of Souls) estaba escrito que, siglos después, y a bordo de once navios, a la Península de Yucatán llegarían aquellos cuatro cientos soldados españoles que, "Cuando éramos invencibles", protegidos con coraza y morrión, y armados con espadas y arcabuces, a miles de guerreros aztecas derrotaron mientras latia "El corazón de El Cielo" sobre el país centroaméricano en el que, en este preciso instante, y mientras "El Dios de La Lluvia llora sobre México" al ver que los habitantes de dicha republica federal están al filo del mañana en el que tendran que elegir entre ser lobos o ser corderos, cientos de balas, como las que un "Sicario" utiliza para cargar su pistola automática, son disparadas por el ejército de asesinos que, dando Fe de "El poder del perro", tratan de aumentar la extensión del territorio de "El cartél" al servicio del cual se pusieron tras recibir de él una cantidad de dinero que, al cambio, vale tanto como, hace siglos, valían "Treinta doblones de Oro".

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Dada que - a parte de demostrar lo virtuosos que pueden llegar a ser, tanto componiendo canciones como instrumentandolas - los IRON MAIDEN, con su último disco, tenían como "Segundo objetivo" satisfacer musicalmente a ese sector de La Hermandad Heavy que disfruta más con el sonido que la banda tenia en su primera época, y que, paulatinamente, ha dado paso a sonidos más progresivos, el primer tema del segundo disco de La Obra Maestra hoy blogueada cumple con creces lo anteriormente mencionado mientras avanza siguiendo la estela dejada por el triplano Fokker Dr.I pintado de rojo sangre que era capaz de trepar como un mono y maniobrar como un demonio gracias a la pericia de Manfred von Richthofen, el militar nacido el 2 de Mayo de 1892 en Breslau (Polonia) que - primero a bordo de un biplano Albatros D.II, y después a bordo del avión mencionado anteriormente - durante la Primera Guerra Mundial, en los cielos sobre Europa, combatio contra los aviadores al servicio de los países que pretendían derrotar al Imperio Alemán, y que «Muerte o Gloria» (Death or Glory) sabian que eran los únicos resultados posibles de su enfrentamiento con quién, antes de ser abatido en la mañana del 21 de abril de 1918 cerca del río Somme (Francia), consiguio derribar ochenta aeroplanos enemigos, circunstancia esta última que no estuvo reñida con el hecho de que mostrara con sus rivales una caballerosidad que, al fin y a la postre, fue la culpable de que, además de ser conocido como „Der Rote Baron“ (Barón Rojo), fuera homenajeado con una canción en cuya letra queda patente el respeto que por él tenía y tiene el matrimonio formado por Carolina Cortés y José Luis Campuzano, ese Sherpa singular que - al igual que "Breakthoven" - dice ser genial, y que con sus propias manos hizo el guante de cuero negro que, como señal de afecto, regalo a Bruce Dickinson años antes de que este último consiguiera obtener la licencia por cortesia de la cual, como Comandante de vuelo, puede pilotar el Boeing 757 - 200 cuyo nombre de guerra es Ed Force One.



La región sobre la cual esta el trozo de cielo que surcaba el aviador anteriormente mencionado, cuando fue derribado, fue precisamente el lugar donde, entre el 1 de Julio y el 18 de Noviembre de 1916, se libro la batalla que, por su saldo final, 1.000.000 de muertos, se gano por derecho propio ser la primera del trio que la susodicha forma junto a la Batalla de Verdún (700.000 muertos) y la Batalla de Passchendaele (600.000 muertos), y que da Fe de la enorme carnicería en la que la Primera Guerra Mundial se convirtio cuando La Humanidad se embriago con el nauseabundo olor de "Las flores de El Mal" que bien podrían haber germinado en "El jardín impío" en cuya superficie quedo grabada "La huella del cazador" que apresó a las decenas de lectores que cayeron en la trampa que, el 29 de Julio de 2015, Juan Miguel Fernández Fernández colocó dentro del territorio conquistado por las carpas montadas con mótivo de la IV Edición del Festival Celsius232, y en el que, durante la cuarta y última jornada de tan fantástico evento, a «El que, al igual que él, el 28 de Junio de 2002, bajo el cielo sobre La Morgal (Langreo), a EDGUY vio derramar "Las lágrimas de La Mandragora"» encontro cuando el susodicho estaba a punto de abrir la carta lacrada en cuyo interior estaba el billete que le permitiría viajar hasta "Neimhaim", ese helado reino en el que testigo sería de como una joven guerrera llamada Ailsa luchaba contra las criaturas creadas por Nordkinn, y contra las que, la citada miembro del clan Kranyal, podría haber utilizado las armas cuyo manejo a un "Séptimo Hijo de un Séptimo Hijo" (Seventh Son of a Seventh Son) le enseño el alcohólico cabellero que bien podría haber formado parte del ejército al servicio de "El Rey Pescador". Fue precisamente el rostro del citado monarca el que surcado fue por las «Lágrimas de un payaso» (Tears of a Clown) que, a causa de los estragos provocados por la Demencia de cuerpos de Lewy, acabo con su vida tras reunir el valor que para ahorcarse del "Árbol de humo" no tuvieron aquellos soldados estadounidenses que sus jornadas en El Infierno que fue para ellos las selvas del sudeste asiatico comenzaban gritando "¡Good morning, Vietnam!". Y es que, por increíble que parezca, uno de los mejores capítulos de "El Libro de Las Almas" es el medio tiempo que los tipos duros que han firmado dicha novela musical dedican a "El hombre bicentenario" que, "Más alla de los sueños", bien podría haber tenido "Sueño de Espejos" como los que tienen "Los que sueñan" solamente en blanco y negro.








Un claro ejemplo de que - tal como, tras el asesinato de Julio César, y por orden de William Shakespeare, Marco Antonio dijo - ¡"El mal que hacen los hombres" les sobrevive! ¡El bien queda frecuentemente enterrado con sus huesos! es el hecho de que, a día de hoy, tanto en Dakota del Sur como en esa preciosa ciudad germana que es Munich, y en la que, durante el frio invierno de 1987 nacio "Seventh Son of a Seventh Son", sea recordada la matanza que, el 29 de Diciembre de 1890, cerca del arroyo Čhaŋkpé Ópi Wakpála (Wounded Knee), fue perpetrada por soldados del 7.º Regimiento de Caballería del Eército de los Estados Unidos, - que dadas sus fuertes convicciones cristianas bien podría decirse que formaban la versión moderna de "El Ejércto de Dios" que en España combatio mientras, a la luna llena, sobre dicho país, aullo "La Loba del Al - Andalus" - y tras las cual 300 indios lakota (entre los que había mujeres y niños) se sumaron a los miles de nativos norteamicanos muertos durante la guerra que «Los colonos europeos que un futuro mejor buscaron en los salvajes territorios de El Gigante Américano» libraron contra «Los que, a raíz de la llegada del hombre blanco a la patria del Tío Sam, para salvar sus vidas, se vieron obligados a "Correr hacía a las colinas"», y tras cuyo final, primero Los Choctaw, en 1831, y posteriormente Los "Cherokee", en 1838, obligados se vieron a recorrer el Sendero de Lágrimas que los ancianos de la última nacion india mencionada anteriormente denominaron «Nunna daul Isunyi» (El camino donde nosotros lloramos), y por el que, el 21 de octubre de 2005, bajo el techo del Estadio Hartwall Areena de Helsinki (Finlandia) y guíados por la dulce voz de Tarja Turunen, caminaron los compatriotas de los integrantes de la banda gothic - metalera de la que, desde el 1 de Octubre de 2012, es vocalista la hermosa Floor que el 21 de febrero de 1981 broto en Goirle (Holanda), y que, con su potencia vocal, contribuyo notablemente al homenaje que, "Élan" mediante, «El Deseo Nortucno surgido del frío de Kitee» le hizo al poeta estadounidense que, en 1865, sobre "Hojas de hierba", escribio la elegía a Abraham Lincoln de la que los miembros de "El club de Los Poetas Muertos" extrajeron las palabras con las que, llenos de cariño y admiración, se despidieron de John Keating. Escuchado lo escuchado en el noveno capítulo de la novela musical firmada por quién con el medio tiempo citado anteriormente rindio su partícular tributo a quién, siendo profesor de Literatura Inglesa en la Academia Welton, nos presento a Walt Whitman, bien podría decirse que, mientras cabalgamos a través de las «Sombras del Valle» (Shadows of the Valley), es inevitable para nosotros acordarnos de los seiscientos cuarenta y seis héroes desconocidos para los que - al igual que para el Teniente Coronel llamado George Armstrong Custer, y que, antes de cargar junto a ellos, les había dicho Si vaís a morir, "Morir con las botas puestas" - El Valle de La Muerte fue el valle cerca del Río Little Big Hor en el que, mientras en los bares de Montana los cowboy pedian al posadero que les echara "Whisky en la jarra", murieron durante la "Masacre" en la que, al fin y a la postre, se convirtio la batalla que, entre el 25 y el 26 de Junio de 1876, allí libraron contra los dos mil nativos norteamericanos liderados por el gran jefe sioux Tasunka Witko (Caballo Loco).










Aunque la lectura de "El Libro de Las Almas" es todo un chute de adrenalina capaz de sacarte de lo más profundo del más negro abismo, cierto es que cierta melancolía y desazón nos embargan al llegar al capítulo firmado por «El hombre de La Tristeza» (The Man of Sorrows), y que, en honor a La Verdad, también podría haber sido escrito por El Juntaletras que esto escribe. Y es que, tal como le ocurrio al autor del mismo, más de una vez, gritando "¡No más mentiras!" - y mientras aún me dolian las heridas provocadas por El Odio con el que, en uno de los mejores momentos de su vida, atacado fui por una pareja de despreciables engendros humanos a los que un día considere mis "Hermanos de sangre" - pedi que no se me volviera a decir que mientras hay vida, hay esperanza, puesto que consciente era yo de que - por culpa de ese gran error que había sido mi comportamiento durante esos años pasados a lo largo de los cuales, jactandome de ello, afirmaba "Yo puedo jugar con la locura" - tenia yo muy poco margen de maniobra para - durante esos tiempos de invierno que me restan, y que, como bien sabe el "Jornalero", serán mi mortaja - "Conquistar un tierra" en cuyas entrañas hubiera una especia que, por ser similar a la Melange que había en las entrañas del desértico planeta Arrakis, podría proporcionarme la energia necesaria para realizar yo esas grandes hazañas, tanto personales como laborales, por cortesia de las cuales, llegada Mi Muerte, en mi epitafio no se afirmaría que Mi Vida había sido sinónimo de "Años malgastados".







Puesto que, dada la grandeza de los diez capítulos que le preceden, habría sido un error que el epílogo de "El Libro de Las Almas" volara a menor altura artística que los susodichos, IRON MAIDEN ponen punto y final a su último disco hasta la fecha con un tema de 18 minutos, en el que, en mayor o menor medida, todos los miembros de la banda dan muestras de su calidad artistica, y cuyo comienzo a Bruce Dickinson le sirve para, metido en el traje y la piel de "El Fantasma de La Ópera", demostrar que tocar el piano es otra de esas muchas aficiones suyas de las que, tal como podremos comprobar al llegar al «Imperio de Las Nubes» (Empire of the Clouds), cabe destacar el estudio de todo lo relacionado con la Aeronáutica.


Y es que, El hecho de que el broche de oro con el que se cierra "El Libro de Las Almas" sea la banda sonora del ascenso y caída del dirigible rígido denominado R101 que, el 5 de octubre de 1930, mientras el norte de Francia dormia en sus camas, se estrello contra el suelo de dicho país tras, a sus 54 pasajeros a bordo, de los cuales solo sobrevivieron seis, permitirles comprobar que El Amanecer Rojo sobre El Cielo Azul era tan bello como esa bandera conocida como la Union Jack, y ante la cual orgullosos se cuadran los compatriotas de los ingenieros que intervinieron en el programa cuyo fin último era desarrollar aeronaves civiles capaces de realizar viajes turisticos de larga distancia dentro del Imperio Británico, deja patente que la razón por la cual Bruce Dickinson ha invertido buena parte de su fortuna en Hybrid Air Vehicles (HAV) es el deseo del susodicho de que, más pronto que tarde, sean una realidad esos aviones hibridos, similares al Zeppelin, bautizados con el nombre de Airlander, y que por el hecho de tener la longitud de un campo de fútbol será la más grande de esas máquinas voladoras - entre las que estan los aviones de combate que, durante la Segunda Guerra Mundial, lanzaron bombas sobre ciudades alemanas mientras las espaldas de los pilotos de los mismos eran protegidas por un "Artillero de cola" - y que, siguiendo las rutas trazadas en "El Mapa de El Cielo", devoran miles de millas aereas mientras, desde tierra firme, somos muchos los amantes de la Ingeniría que, por el avance tecnológico que suponen, contemplamos con asombro a esos pajaros de acero que, hoy en día, son para nosotros un medio de transporte tan frecuente como los carruajes tirados por caballos lo eran para los coetaneos de aquel escritor que, con su imaginación, creo "La máquina del tiempo" gracias a la cual yo podre estar en varios de los puntos marcados en "El Mapa de El Caos".


En resumen: A punto de cumplirse dos décadas desde la bendita tarde en la que - días después de que Carlos "El Heavy", tras los muros de la Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales (Gijón), me presentará a IRON MAIDEN - aprovechando que los botes de comida para tortugas vendidos en el Carrefour estaban a centeneres de metros de la zona donde uno podría comprar cassettes y CDs, consegui hablar con El Diablo tras, mi Walk - Man mediante, marcar "El Número de La Bestia", tengo más que sobradas razones para afirmar que la lectura de "El Libro de Las Almas", ha Reforzado, con R de Rumania, mi intención de, hasta el fin de mis días, ser traspasado por los afilados pinchos de La Doncella de Hierro que, desde 1996, me acompaño en mis mejores momentos y en aquellos menos buenos durante los cuales - leyendo novelas protagonizadas por tipos como los que me gustaría ser, y como los que, para mi desgracia, nunca seré - llegue hasta la TIERRA SANTA en la que, tras combatir cuerpo a cuerpo con „Die Walküren“ cuyo nombre es La Esperanza, me convenci a mi mismo de que mientras en mi pecho siguiera latiendo ese corzón mío que es tan bravo como el de "El soldado de caballeria" podría conseguir hacer realidad esos sueños míos que diametralmente opuestos son a las pesadillas que, tras las paredes de una de las casas de Elm Street, tuvo la mujer a la que Freddy Kruegger le dijo "Trae a tu hija a La Masacre"...